Aquellos espaoles con apellidos exticos del siglo XIX solan llegar va Canarias, donde ms de uno que iba a Amrica o volva a Europa se quedaba prendado de la belleza de las islas y se instalaba all. Luego sus descendientes llegaran a la pennsula, como los Renshaw, de origen angloestadounidense, los Beautell, franceses, los Darmanin, malteses (y que algn parentesco tendrn con el actual ministro del Interior francs, Grald Darmanin, nieto de malteses). El ms famoso de todos estos nuevos espaoles de Canarias fue sin duda don Leopoldo O’Donnell, nacido en 1809 en Santa Cruz de Tenerife, de noble familia irlandesa, descendiente de Calbhach Domhnaill, chieftain del condado de Donegal en el siglo XVI.
Al glosar bastante brevemente la calle de O’Donnell, hace un siglo, Pedro de Rpide dedic casi todo el espacio al personaje que le dio nombre: era una calle del ensanche, con poca historia y pocos edificios notables, “poblada de hoteles en su mayor parte”, es decir, de casas individuales. Pero ya existan algunos edificios que atraan la atencin, pese a su breve existencia -y a un trazado algo ms corto que el de hoy, terminando en Doctor Esquerdo-, religiosos y hospitalarios. Aunque la historia de O’Donnell como calle de las grandes torres es posterior, claro.
O’Donnell, militar de carrera, tuvo una historia agitada en aquella Espaa en constante guerra civil, y se vio en varios bandos: perteneciente a los moderados y opuesto a los carlistas, conspir contra el liberal general Espartero en 1841 y fue condenado a muerte por ste. Se reconciliaron dentro del movimiento que ech al conde de San Luis y su gobierno absolutista, O’Donnell lleg a ministro de la guerra con Espartero, pero volvieron a distanciarse, y en 1856 el canario dio un golpe de Estado contra el general manchego. Particip en la guerra de Marruecos, presidi varias veces ms el Gobierno, y en 1866, harto de los sobresaltos del reinado de Isabel II, se exili en Biarritz, donde morira un ao ms tarde.
Muy poco tiempo despus, en 1868, se abra esa discreta bifurcacin de la calle de Alcal all donde sta se separa de la valla del Retiro. Desde el inicio ambas calles estn separadas por las Escuelas Aguirre, obra del arquitecto Emilio Rodrguez Ayuso, promotor del estilo neomudjar en la capital, lo cual un siglo ms tarde facilit esplndidamente su transformacin en sede de la Casa rabe, institucin cultural espaola dedicada al mundo musulmn.
Tambin surgieron pronto, en el siglo XIX, las instituciones caritativas y hospitalarias que dieron su fama al ltimo tramo de la calle: fue una de las sedes de la Inclusa fundada por Felipe II junto a la puerta del Sol para dar refugio a los nios abandonados, trasladada por la Diputacin la traslad en 1926 a O’Donnell, 52, renombrndola Instituto Provincial de Puericultura. All cerca estaba la maternidad de San Cristina, donde han nacido generaciones de madrileos -y lleg a estar implicada hace 40 aos en aquellas desapariciones de bebs-, ahora reconvertida en Hospital Universitario Santa Cristina. Pero su vocacin la ha recogido, justo enfrente, en la acera de la derecha, el Hospital Materno-Infantil, ampliacin del Gregorio Maran al que se llega por O’Donnell.
Se completa esta extraordinaria concentracin benfica y religiosa con la iglesia de Nuestra Seora de la Paz, de 1905, que tuvo colegio y asilo y desde su reforma en 2005 abriga una residencia de ancianos, y con la Fundacin Spnola, Real Colegio de Nuestra Seora de Loreto, que ofrece todos los niveles hasta el bachillerato, incluido un curioso bachillerato dual que, totalmente online, une el colegio con otro de Estados Unidos, Academica International Studies.
Ratificada la vocacin cultural y asistencia de O’Donnell, queda por resaltar su culto a las alturas con dos edificios extraordinarios, uno de ellos pocos metros despus del inicio de la va, esquina a Menndez Pelayo, y el otro al inicio de un puente sobre la M-30 que pocos saben que an lleva el nombre de O’Donnell: la Torre de Valencia y el famoso Pirul que fuese de Televisin Espaola, Torrespaa.
La Torre de Valencia, clara muestra del brutalismo que ha imperado en la arquitectura espaola desde hace medio siglo, se elev sobre el solar del viejo parque de bomberos que ya mencionase Rpide. Su arquitecto, JavierCarvajal, aprovech la aureola de fama con que haba regresado de la Feria Mundial de Nueva York 1964-65, debido al xito de su vanguardista pabelln de Espaa, quiz la mejor muestra en el extranjero hasta la fecha de que este pas ya no era ese paria atrasado salido de una guerra civil.
Fue polmico el edificio, con sus 27 plantas (y una altura de 94 metros) dedicadas en principio a viviendas, sobre todo desde que -como ya mencionamos en su da hablando de Cibeles- a un avispado fotgrafo se le ocurri sacar y publicar la imagen que, desde esa plaza, se vea de la venerada puerta de Alcal con la intrusin poco halagea tras ella, rompiendo su armona, de la torre. En fin. Se detuvo un tiempo su construccin, pero se termin y all la tenemos.
Mucho ms alta (220 metros, ms la antena de comunicaciones) es Torrespaa, en su emplazamiento sobre una autopista en el que la modernidad no desentona. Obra de Emilio Fernndez Martnez de Velasco, se inaugur justo a tiempo para el Mundial de ftbol de 1982. Hoy slo la parte baja sigue perteneciendo a RTVE, y el resto ha sido adquirido por la empresa Cellnex Telecom.
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