«No hay escollos, es hora de hacer posible la aprobación de los presupuestos de la Generalitat». El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha comparecido este jueves para asegurar que su gobierno ha cedido en todas las exigencias planteadas por el PSC e implorar a los socialistas su apoyo a las cuentas catalanas. El líder del PSC, Salvador Illa, comparecerá en dos horas para explicar la decisión de su partido.
La comparecencia de Aragonès llega después de que Esquerra diera un giro a la negociación de los presupuestos catalanes votando a favor de una moción del PSC en el Parlament sobre la construcción de la carretera B-40. Se trata del tramo que debe completar el conocido como Cuarto Cinturón, que Gobierno y Generalitat pactaron hace unas meses en negociación entre socialistas y Junts. Un acuerdo que ERC dinamitó en el último momento.
El PSC fijó en diciembre tres condiciones para aprobar los presupuestos de la Generalitat. Recuperar el proyecto de ampliación del Aeropuerto de El Prat, dar vía libre al proyecto turístico de Hard Rock en Tarragona y la construcción del tramo final del Cuarto Cinturón. Tres proyectos a los que Esquerra se ha opuesto abiertamente.
Con esta decision no quedan excusas para no dar apoyo a los presupuestos
Pere aragonés
«Con esta decisión no quedan excusas para no dar apoyo a los presupuestos» catalanes ha argumentado Aragonès en una comparecencia en el Palau de la Generalitat convocada apenas unos minutos después de que se completara la votación en el Parlament.
El presidente catalán ha reconocido abiertamente que están aceptando un modelo territorial y de infraestructuras «que no es el de Esquerra». Y que esta decisión puede tener costes electorales en las próximas municipales, especialmente en la comarca del Vallès, donde ERC compite por superar el domino tradicional del PSC y la carretera en discordia es uno de los argumentos principales.
Condiciones del PSC
Aragonès ha recordado que el PSC «hizo públicas unas condiciones, estas condiciones se han cumplido, ahora toca aprobar el presupuesto» ha concluido. «Sobre todo porque el coste de no aprobarlos lo estamos viendo con las huelgas» de médicos y profesores que hoy siguen en Cataluña, con un fuerte seguimiento en el caso del sector sanitario.
«Movemos ficha, votaremos sí en un ejercicio de responsabilidad» ha argumentado previamente el diputado republicano Ferran Estruch en el Parlament. Era el último capítulo del tira y afloja entre ERC y PSC en el que se ha convertido la negociación presupuestaria, con un gobierno republicano cada vez más arrinconado contra las cuerdas por su debilidad parlamentaria.
Pero el portavoz socialista en el debate, Jordi Terradas, no ha dicho en ningún momento que el gesto de los republicanos vaya a servir para garantizar su apoyo a las cuentas autonómicas. De hecho, ha dejado entrever justo lo contrario.
«Estamos muy lejos» ha advertido Terradas. «Han centrado» el debate en el Cuarto Cinturón, ha señalado a ERC, «pero hay otras diferencias» todavía por resolver. Terradas ha enumerado la inversión de 150 millones de euros para implementar la Ley de la ciencia o los 100 millones para reducir las listas de espera.
«Valoramos su gesto, pero habrá que hacer más gestos en otros puntos» ha concluido el socialista. Desde la dirección del PSC han dejado claro en las últimas semanas que su intención era «hacer sudar» a Esquerra la aprobación de los presupuestos. Illa desvelará quizá esta semana si las cesiones republicanas han llegado ya a su objetivo.