CaixaBank ha ganado 855 millones de euros en el primer trimestre del año, un 21,1% más que en el mismo periodo del ejercicio debido a una mejora sustancial de los márgenes. Además, la entidad ha tenido que hacer frente al impuesto temporal a la banca por 373 millones de euros lo que ha supuesto restar el 30% de los beneficios del Grupo.
Tal y como señala la entidad estas cifras suponen un resultado sólido, fruto del dinamismo comercial y de la fortaleza del balance de la entidad, pese al contexto de incertidumbre financiera.
CaixaBank continúa con la mejora de la rentabilidad sobre los recursos propios (ROTE), que alcanza el 10,5% al cierre del primer trimestre, todavía por debajo del coste de capital, aunque muy superior al 7,6% del mismo periodo del año anterior. Además, la ratio de eficiencia (12 meses) mejora y baja hasta el 48,2%.
Con todo, la entidad ha aclarado que su rentabilidad todavía está por debajo del coste de capital.
El cuanto al margen de intereses, que refleja la evolución del negocio típicamente bancario, alcanzó los 2.163 millones hasta marzo, un 48,6% más que en el primer trimestre de 2022, mientras que el margen bruto repuntó un 16,7%, hasta los 3.101 millones, impactado por el impuesto a la banca.
El banco ha resaltado que los ingresos core, es decir, los recurrentes, derivados de la actividad principal de la entidad, aumentaron un 30,4% más, hasta los 3.449 millones de euros.
Las comisiones netas se mantuvieron estables (+ 0,1%) y alcanzaron los 937 millones de euros, si bien las de tipo recurrente se redujeron un 1%, debido a factores como la supresión de las comisiones de custodia en los depósitos a grandes empresas y la extensión de los programas de fidelización de clientes particulares.
Con todo, estos efectos se vieron compensados en parte por la mayor actividad en medios de pago.
Los resultados de entidades valoradas por el método de la participación, como las participadas de bancaseguros, sumaron 79 millones, un 54,9% más, mientras que el servicio de seguro -un nuevo epígrafe en la cuenta de resultados fruto de la aplicación de una nueva normativa contable- generó 263 millones, un 23,6% más.
Asimismo, el banco percibió más dividendos (68 millones en este trimestre, frente a un millón en el mismo período de 2022), al registrar la totalidad del dividendo de Telefónica durante el primer trimestre del año.
En cambio, el banco logró una menor generación en ingresos de operaciones financieras: 82 millones (-42,7%).
Con todo, el margen bruto creció ese 16,7% mencionado, hasta 3.101 millones de euros, y el incremento de los gastos de administración y amortización recurrentes (+ 2,4%) hizo que el margen de explotación aumentara un 33,4%, hasta los 1.659 millones de euros.
En cuanto a la morosidad, continúa en «niveles mínimos históricos» pese al contexto de inflación y la subida de tipos: un 2,7%, el mismo nivel que al cierre de 2022.
Los saldos dudosos descendieron en 243 millones en relación al anterior trimestre, hasta los 10.447 millones de euros, tras la buena evolución de los indicadores de calidad de activo y la gestión activa de la morosidad.
Respecto a las provisiones para insolvencias, se situaron a cierre de marzo en 7.921 millones de euros y la ratio de cobertura se incrementó hasta el 76%, tras subir dos puntos desde diciembre (74%), mientras que el coste del riesgo (últimos 12 meses) se situó en el 0,26 %, frente al 0,23% del trimestre anterior.
En cuanto a los recursos de clientes, ascendieron a 614.608 millones de euros al cierre del primer trimestre y crecieron un 0,5% en la comparativa con el anterior trimestre, gracias a la buena evolución en los productos de ahorro a largo plazo y a la recuperación de los mercados financieros, según el banco.
En concreto, los activos bajo gestión subieron un 4,1% intertrimestral, hasta los 154.007 millones de euros, por la mejor coyuntura en los mercados financieros y al haber logrado unas suscripciones netas cercanas a los 3.800 millones.
Respecto al crédito sano, se situó en 351.215 millones de euros al cierre de marzo, tras mantenerse prácticamente estable en el trimestre.
Por segmentos, la cartera para la adquisición de vivienda siguió marcada por el aumento de las amortizaciones en un contexto de subida de tipos de interés, de manera que registró una caída del 1,4%, mientras el saldo del crédito al consumo subió un 0,4% y el de empresas lo hizo un 1,2%.
Con todo, la nueva producción de crédito, en términos interanuales, aumentó en todos los segmentos de negocio: hipotecas (+ 6%), consumo (+ 4%) y empresas (+ 21%), ha resaltado CaixaBank.
En cuanto a los ratios de capital, el ratio CET1, el de capital de máxima calidad, alcanzó el 12,6% capital, tras el impacto extraordinario de la primera aplicación de la normativa contable NIIF 17, que supuso una rebaja de 20 puntos básicos.
En términos de liquidez, los activos líquidos totales del banco sumaban al cierre del primer trimestre 132.867 millones.
Por otra parte, CaixaBank mantenía al cierre del trimestre un saldo dispuesto de la póliza del Banco Central Europeo (BCE) correspondiente a las llamadas TLTRO III de 15.620 millones de euros.
Según reflejan las cuentas del banco, en este primer trimestre del año las oficinas se situaron en 4.263 -sin contar sucursales fuera de España y Portugal ni oficinas de representación-, 141 menos que al cierre de 2022, pero los empleados aumentaron levemente, en concreto en 29 personas, hasta las 44.654 personas.