Los lderes de las democracias ms avanzadas del mundo han trazado una alineada demostracin de fuerza alrededor del presidente ucraniano, quien se ha enfrentado al escenario diplomtico de mayor envergadura desde que Rusia lanz la invasin
La presencia de Volodmir Zelenski en Hiroshima ha eclipsado una cumbre del G7 que se cierra este domingo despus de que el grupo adelantara su comunicado final un da antes de lo previsto -precisamente para brindar al presidente ucraniano todo el protagonismo durante la ltima jornada-, y que se ha centrado en aumentar la presin sobre China, socavar a Rusia con nuevas sanciones y la promesa de inyectar en Ucrania ms armas, ms dinero y ms asistencia militar.
Los lderes de las democracias ms avanzadas del mundo han trazado una alineada demostracin de fuerza alrededor de la figura de Zelenski, quien se ha enfrentado al escenario diplomtico de mayor envergadura desde que Vladimir Putin lanz una invasin a su pas hace ya 15 meses.
El presidente ucraniano se ha dado un atracn de reuniones con sus homlogos, a los que ha pedido con urgencia ms soporte militar que necesita el ejrcito ucraniano de cara a la ofensiva contra Mosc para recuperar el territorio ocupado. El sbado, despus de que Zelenski concluyera las primeras reuniones con sus aliados, el jefe de los mercenarios rusos, Yevgeny Prigozhin, asegur que sus combatientes de Wagner haban tomado el control de Bajmut, el foco de batalla en el este de Ucrania, aunque desde Kiev lo negaron, incidiendo en que todava continuaban all los combates.
Zelenski regresar a Kiev con la promesa del G7 de que continuarn asistiendo a Ucrania “todo el tiempo que sea necesario” y, lo ms importante, con el respaldo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para que los pases occidentales entrenen a pilotos ucranianos en los punteros F-16, los aviones de combate ms avanzados que fabrica EEUU, muy superiores a los que actualmente dispone Kiev para defenderse del invasor. A esto se le suma otro compromiso de Biden para entregar a Ucrania un paquete de ayuda militar de 375 millones de dlares, que incluye artillera, municiones y lanzacohetes HIMARS.
La jornada del domingo comenz con el anfitrin, el japons Fumio Kishida, hacindose una foto con los lderes de los pases invitados a la cumbre (entre los que destacaban el indio Narendra Modi y el brasileo Lula da Silva) delante del Monumento a la Paz, levantado sobre lo que fue el viejo corazn poltico de Hiroshima donde EEUU lanz la primera bomba nuclear el 6 de agosto de 1945. Adems de la foto, los lderes depositaron ofrendas florales en el edificio arqueado que contiene el nombre de cada una de las 333.907 personas cuyas muertes se han atribuido al bombardeo atmico -140.000 fallecieron cuando el Enola Gay lanz la bomba-, ya sea por la explosin inicial o por la posterior radiacin.
Hace un par de das, Kishida ya repiti la instantnea pero con sus colegas del G7, que apenas destacaron un breve apartado en su comunicado final al desarme nuclear. Un tema que, pese al fuerte simbolismo de celebrar una cumbre en Hiroshima, nunca form parte de las prioridades en la agenda del grupo, como ya adelantaron a este peridico antes de la cumbre fuentes de las delegaciones europeas.
“Expresamos nuestro compromiso de lograr un mundo sin armas nucleares. Reafirmamos la importancia de los esfuerzos de desarme y no proliferacin para crear un mundo ms estable y seguro”, dijo el grupo en su declaracin.
Mucho simbolismo tambin tuvo el paseo que dio el domingo por separado el japons Kishida con el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, por el cenotafio dedicado a las vctimas coreanas del bombardeo atmico. Era la primera vez en la historia que los lderes de los vecinos asiticos visitaban juntos el lugar. Un paso ms en la relacin entre ambos pases despus de que Kishida y Yoon lograrn aparcar las rencillas histricas que arrastraban ambas naciones.
La presencia en la cumbre de otros lderes invitados, ms all de los miembros del G7, ha sido una gran oportunidad para que Zelenski pudiera tratar de volcar a su favor ms apoyos dentro del llamado “Sur Global”, al que pertenecen Modi y de Lula, quienes se han pasado durante toda la guerra en Ucrania jugando a la ambigedad y continan compartiendo un fuerte vnculo con Rusia.
El presidente ucraniano ya arranc el sbado de Modi, en su primer cara a cara desde que comenz la guerra, su compromiso de que “har todo lo posible” para ayudar a poner fin a la guerra. Un paso adelante del lder de una de las economas ms importantes del mundo -y con cada vez mayor influencia-, quien al principio incluso se abstuvo de condenar el ataque ruso en las resoluciones de la ONU.
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