«Usted se excita demasiado». Fue casi todo lo que pudo replicar el profesor Ramón Tamames a Patxi López después de su intervención en la tribuna, la segunda en la última jornada de debate de la moción de censura presentada por Vox. Y sí, el portavoz socialista tiró de su habitual vehemencia para dirigirse al hemiciclo, para cargar contra el PP por su aparente «neutralidad», por su abstención cómplice con Vox, para agradecer a la ultraderecha la presentación de su moción «tres en uno» y para arremeter duramente también contra el candidato por sus bandazos ideológicos y por «poner su nombre y su trayectoria al servicio de la extrema derecha»: «Está endulzando su veneno, suavizando lo insoportable, porque el triunfo de Vox significaría volver al tiempo en el que a usted le encarcelaron por defender sus ideas. Vox, a pesar de usted, es una enmienda a la totalidad a estos 40 años de democracia y a la Transición que tanto dice defender. Yo también, como mi partido, formo parte de los defensores de la Transición, y usted, tras lo que hemos visto, no me representa».
López focalizó en esos puntos su discurso en la tribuna este miércoles, y menos en la exposición de la obra de un Gobierno del que se siente «orgulloso», porque esa tarea, la de relato de la acción del Ejecutivo en esta legislatura, recordó, ya había recaído en Pedro Sánchez y Yolanda Díaz el día anterior. Y ambos, retrató, «le pasaron por encima como una apisonadora» a Tamames. «Aunque usted no lo sepa —le hizo notar al exdirigente del PCE—, la historia de su aventura y atrevimiento terminó ayer por la mañana», cuando presidente y vicepresidenta segunda tomaron la palabra.
Los socialistas se congratulan de la doble sesión en el Congreso. Era una «oportunidad» de oro que no podían desaprovechar. De hecho, López agradeció a Tamames que permitiera visualizar «tres mociones» en una. Una primera, la formal, la que se presenta contra el Ejecutivo y que permitió contrastar que tras la supuesta alternativa del PP «no hay absolutamente nada». «Es tan claro que está en blanco, no conocemos ni una sola medida», señaló.
Dos, la moción «boomerang«, la que Vox «se ha puesto a sí mismo», hasta el punto de que «no sabía ni dónde meterse». A Tamames le dieron «por todas partes», y se comprobó, sentenció, que la extrema derecha propone «un viaje al pasado, una marcha atrás en derechos y libertades». «Gracias por desenmascarar a los odiadores profesionales».
Tres, la importante, la «moción real», la que Vox «presentaba contra el PP», porque el «grueso» de la intervención de Santiago Abascal estuvo dedicada a la formación de Alberto Núñez Feijóo, fue una «declaración de amor» al proponer un «borrón y cuenta nueva«. «No sé si era el abrazo del oso, pero Vox ha dejado manifiestamente claro que derecha y extrema derecha están juntos para lo bueno y para lo malo», avisó.
López se empleó a fondo contra Tamames, en un papel que el Gobierno esquivó deliberadamente. Arremetió contra él por rechazar la ley de memoria democrática, por su visión edulcorada de la Guerra Civil, por llegar a decir que no hubo «ni buenos ni malos». «¿Lo próximo es decir que el dictador era bueno? ¿Esa es su memoria democrática? En ningún relato el dictador Franco puede dejar de ser el dictador que sometió a su pueblo», asaeteó López, poniendo a su bancada en pie para recordar que es hacer «historia de verdad» sacar a Franco de Cuelgamuros para «hacer justicia». «Lo que dijo ayer es impresentable», condenó.