La reelección de Page pende de dos escaños. Las votaciones para las cortes de Castilla-La Mancha están muy ajustadas y a falta de una semana para los comicios en la comunidad no está del todo claro que el PSOE pueda volver a mandar durante otros cuatro años.
Según una encuesta de Sigma Dos para El Mundo, Page lograría el 42,3% de los votos y ocuparía entre 15 y 17 escaños. Estos dos sillones podrían ir o bien para el PP, para Vox o para el PSOE.
Lo que está claro en las previsiones es que el líder socialista tendrá que luchar solo ante la derecha ya que Unidas Podemos se queda fuera del mapa político y Ciudadanos, igual. Es decir, en las proyecciones solo dan cabida a tres formaciones para gobernar. La pugna de esos dos escaños estarán en Albacete y Ciudad Real. En la primera, se debate con el PP mientras que en la segunda provincia es con Vox con quien deberá pelear duro para convencer a los votantes.
En el mejor de los casos, Page sacaría 17 escaños y podría tener mayoría absoluta. Sin embargo, si no se cumplen estas proyecciones y alguno de los dos partidos consiguen arañar un sillón, será la derecha la que gane.
Paco Núñez, representante del PP en Castilla-La Mancha obtendría un 34,8% de los votos, lo que supone haber escalado más de seis puntos respecto a 2019. Vox, por su parte, se encuentra en la horquilla de 3 y 4 escaños. En el mejor de los casos, PP y Vox podrían gobernar en coalición o en solitario si Vox se abstiene en la votación en las Cortes.
El sistema electoral de Castilla-La Mancha, con tres circunscripciones con seis escaños o menos desde la reforma electoral de 2014, condena en la práctica a la irrelevancia a las opciones minoritarias, y deja fuera del reparto de asientos a Podemos y a Ciudadanos.