En 2022 los mercados financieros registraron fuertes caídas, provocadas principalmente por la guerra de Ucrania, el alza de la inflación, las subidas de tipos de interés y la incertidumbre sobre el crecimiento económico. Y aunque los analistas no se muestran tan pesimistas de cara a 2023, sí recomiendan tener cautela a la hora de realizar inversiones y elegir bien aquellos activos que pueden funcionar en este contexto.
Los inversores deben buscar activos con rentabilidades «garantizadas o protegidas» para preservar todo lo posible su poder adquisitivo en este entorno, recomendó el director de inversiones de Mapfre, José Luis Jiménez, durante la inauguración de la oficina de Mapfre Gestión Patrimonial en Palma de Mallorca el pasado 20 de febrero. «Tenemos que buscar rentabilidad, y si puede ser garantizada o con cierta protección, mejor: hay que dar por hecho que una elevada inflación va a mermar nuestra capacidad adquisitiva. Por eso, proteger nuestro patrimonio financiero es un objetivo prioritario», añadió.
Más rentables que las Letras del Tesoro
Mapfre cuenta con una larga experiencia en el terreno del ahorro inversión. Gracias a ello, tiene margen en la actual coyuntura para batir la rentabilidad de las muy demandadas estos días Letras del Tesoro. «Vamos a lanzar numerosos productos garantizados, en distintos formatos, porque es lo que demanda la mayoría de los inversores conservadores y no tan conservadores», ha asegurado Jiménez.
Ya existen en el mercado numerosos productos con diferentes grados de seguridad. Dos ejemplos son los fondos garantizados y los fondos de rentabilidad objetivo, que en su conjunto registraron, solo en enero, unas suscripciones netas de 1.358 millones de euros, según datos de la patronal Inverco. La verticalidad de la subida de tipos de interés ha propiciado que la entrada de fondos garantizados haya sido muy rápida, constataba recientemente Eduardo Ripollés, director de ventas institucionales de Mapfre AM.
¿Qué son los fondos garantizados?
Tal y como explica la CNMV, los fondos garantizados son productos que aseguran que, como mínimo, en una determinada fecha futura se conservará la totalidad o parte de la inversión inicial. Este tipo de fondos no garantizan la rentabilidad en todo momento, sino solo en la fecha de vencimiento.
La inflación va a mermar nuestra capacidad adquisitiva. Por ello, proteger nuestro patrimonio financiero es un objetivo prioritario
josé luis jiménez, director de inversiones de mapfre
Los principales activos en los que invierten esta clase de productos son, principalmente, letras y bonos del Estado, aunque las carteras pueden incluir también algunos bonos corporativos e incluso bonos indexados, por lo que se perfilan como la opción ideal para los ahorradores más conservadores.
La diferencia con otros productos de ahorro o inversión es que hay un garante que asegura, pase lo que pase, la inversión inicial más un porcentaje. «Para ello, la garantía tiene que ser validada, demostrar que el garante es solvente y ser aprobado por la CNMV. Estas garantías solo las pueden presentar al mercado entidades solventes con una liquidez y unas ratios de solvencia», señala Ripollés.
Garantizados vs. fondos de rentabilidad objetivo
Los fondos de rentabilidad objetivo también han ido ganando protagonismo en los últimos meses. Estos productos de renta fija también ofrecen un rendimiento fijo a vencimiento, aunque no existe una garantía formal como en los fondos garantizados. Este último matiz los hace menos atractivos que los garantizados, al asumir un mayor riesgo a cambio de un potencial de rentabilidad más bajo que otros activos. En este caso, la cartera sí puede incluir posiciones en renta variable, aunque suele estar conformada principalmente por renta fija. De ahí que la CNMV haya propuesto nuevas obligaciones a estos fondos para dar una mayor transparencia a los partícipes.
Mapfre siempre ha optado por los garantizados y, dentro de estos, por los más conservadores, tanto en formato fondo como plan de pensiones, es decir, aquellos que garantizan realmente el 100% del capital.