Se trata de la primera vez que el presidente colombiano lo hace, después de cuatro reuniones con Nicolás Maduro en Venezuela
El Gobierno colombiano calienta motores de cara a la Conferencia Internacional sobre Venezuela, que tendrá lugar en Bogotá este martes, 25 de abril, con la asistencia de delegados de veinte países.
Gustavo Petro y su ministro de Exteriores, Álvaro Leyva, se reunieron con representantes de la opositora Plataforma Unitaria venezolana en Hato Grande, residencia presidencial situada a las afueras de Bogotá, en la noche del sábado (madrugada en España).
Pretenden que Nicolás Maduro y la oposición política reanuden el diálogo en Méjico con el fin de pactar la celebración de unas elecciones transparentes en 2024.
“Es un acuerdo que tiene que ser entre venezolanos, que implica un cronograma electoral con garantías y levantamiento de sanciones en paralelo”, informó Leyva al término del encuentro. “La coyuntura está dada, estamos hablando de unas elecciones el próximo año. Dependiendo de lo que salga de esas elecciones viene otro proceso electoral en el 2025 que tiene que ver con los cuerpos colegiados y todas aquellas otras elecciones que deban tener lugar”.
El portavoz y coordinador de la Plataforma Unitaria, Gerardo Blyde, que asistió a la cita junto a Stalin González y Tomás Guanipa, entre otros, afirmó que “nuestra intención sigue siendo llegar a los acuerdos que requiere el país para que haya elecciones libres”.
En cuanto a la cumbre del martes, expresó que apoyan su celebración y confían en que logre su propósito de sentar a las partes de nuevo a la mesa en la capital mejicana. Con unos comicios limpios, esperan generar las condiciones “para recuperar la economía venezolana, para que no haya presos políticos, ni perseguidos y cesen las violaciones de derechos humanos de nuestro país”. En suma, que una fuerza política opuesta a la que gobierna su país desde hace veintitrés años pueda ganar en las urnas y hacer de Venezuela el país democrático y próspero que el chavismo arruinó por completo.
Pero aún queda un largo y tortuoso camino que recorrer. Gustavo Petro pretende liderar de alguna manera la ruta y guiarlos a buen puerto. Ya se ha reunido en cuatro ocasiones a Nicolás Maduro, todas ellas en Venezuela, y el del sábado fue su primer encuentro con rivales del viejo inquilino de Miraflores.
También en su reciente visita a Joe Biden abordó la cuestión, que es prioritaria para su embajador ante la Casa Blanca, Luis Gilberto Murillo. “Quedó planteada sobre la mesa una estrategia que es hacer primero elecciones y después levantar sanciones o, paulatinamente, en la medida en que se va cumpliendo una agenda electoral”, dijo Petro a los medios de comunicación a la salida del Despacho Oval.
De momento, la Administración norteamericana ha mostrado cautela, pero respalda la iniciativa colombiana de la Conferencia Internacional y enviará a Bogotá una delegación encabezada por el director para el Hemisferio Occidental de la Casa Blanca,Juan González, el senador Chris Dodd, asesor presidencial especial para las Américas, y Jon Finer, asesor adjunto de Seguridad Nacional.
Si bien en Washington han manifestado interés en cambiar la estrategia de la administración Trump, de aplicar fuertes sanciones económicas tanto al país como a decenas de jefes chavistas que lavaban en Estados Unidos el dinero público robado en Venezuela, de momento las mantienen vivas.
Pero no todos los opositores de Maduro reciben con optimismo la cumbre de la capital colombiana ni advierten en Miraflores un cambio de actitud frente a la restauración de la democracia. María Corina Machado, precandidata presidencial y una de las voces más críticas del chavismo, mira con escepticismo la iniciativa de Gustavo Petro.
“Es un régimen que somete al hambre a la sociedad, mientras saquean Venezuela y promueven la emigración”, afirmó al canal colombiano NTN24. “Solo lo vamos a detener si desmontamos este sistema de mafias. La gran pregunta es si este nuevo diálogo será para ver cómo se entienden entre ellos o para, realmente, establecer términos que favorezcan una transición hacia la democracia en Venezuela”.
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