Los coyotes contactan con los migrantes a travs de las redes sociales por las que piden entre 2.000 y 12.000 dlares por el cruce hasta suelo estadounidense
Las autoridades estadounidenses han levantado un muro paralelo al ya existente para contener la avalancha de emigrantes que ha provocado la extincin del Titulo 42. Las ltimas horas de la controvertida norma de salud, usada desde 2020 por la administracin de Donald Trump para expulsar en caliente a los emigrantes, ha generado un efecto llamada difcil de cuantificar: en Mxico calculan que alrededor de 150.000 permanecan cerca de la frontera, entre Tijuana y Matamoros, ms de 3.000 kilmetros al este.
La administracin estadounidense, segn The New York Times, estira la cifra hasta los 600.000 que ya se encuentran en el pas vecino y los que estn por venir, con la selva del Darin, entre Colombia y Panam, superando a diario los 1.000 caminantes, la mayora venezolanos. El corredor centroamericano tambin bulle con quienes buscan a la desesperada el “sueo americano”.
A mitad de la lnea fronteriza se encuentra Ciudad Jurez, epicentro de la actual crisis migratoria, inflada por los males nacionales y los efectos secundarios de la pandemia. En el lado estadounidense se reforz en las ltimas horas el muro que separa a los dos pases con una doble alambrada de pas para alejar a quienes se haban apostado a pie de la gran valla.
Slo una accin ms dentro de un despliegue enorme de fuerzas policiales y militares: a los ms de 20.000 agentes de la Oficina de Aduanas y Proteccin Fronteriza (CBP), se han sumado los 1.500 marines y militares en tareas de vigilancia y los 450 hombres de lite de la Guardia Nacional texana. El gobernador texano, Gregg Abbott, tambin dispuso que los famosos Black Hawk sobrevuelen una zona que ya cuenta con drones para vigilar a los emigrantes y con sensores de calor en el muro, que captan ojos y manos.
La ltima incorporacin son los “perros robot”, nuevos “agentes migratorios” que parecen escapados de una pelcula de ciencia ficcin. La administracin estadounidense desarroll estos “drones perro” para apoyar a la CBP en este territorio desrtico e inhspito.
“Hemos pasado por la Puerta 42, alguien la abri. ramos cientos, tambin nios y hasta mujeres embarazadas. Echamos a correr. Nosotros nos refugiamos en una iglesia catlica cercana. Nos recomendaron que nos entregramos y as lo hicimos. Pero nos han expulsado“, describi a EL MUNDO uno de los migrantes venezolanos, que prefiere no dar su identidad por si la rueda de la fortuna le vuelve a dar una oportunidad. De momento se conforma con que le deporten a Panam y desde all a cerca de Maracaibo, su tierra natal, desde la que partieron el 3 de marzo una veintena de amigos y familiares.
“Pese a la alta tecnologa desplegada por las autoridades estadounidenses, la frontera es muy permeable, tambin en la sierra. Los intermediarios de la emigracin tienen una organizacin increble y diversificada. Hemos detectado el uso de nios de 12 aos, que viven en barriadas como Lomas de Poleo, Anapa y Ribera del Bravo. Son muy giles, conocen las veredas y los huequitos del muro. Sirven como guas”, desvela para EL MUNDO Emilio Alfredo Lpez, doctor en Estudios de Emigracin por la Universidad de Texas.
A este lado se conjuran las esperanzas y los sueos de los emigrantes junto a otro despliegue, tambin enorme, el de las redes de trata de personas, con los temidos carteles del narcotrfico entre bastidores. “Nos estn pidiendo 2.000 dlares para pasar”, asegur a este peridico un albail venezolano, que permanece acampado a pocos metros del centro de procesamiento del Instituto Nacional de Migracin de Mxico, en cuyas instalaciones se desat en marzo un incendio que acab con la vida de 40 personas.
Lo llaman el Consulado Exprs en TikTok y Facebook, la “oficina” virtual de coyotes y “polleros” que cambia constantemente de cuentas. Se ofrecen “cruzes” a cualquier parte, que aunque parezcan predestinados al peor de los fracasos por culpa del error gramatical consiguen convencer a quienes disponen de fondos gracias a las familias o a quienes empean su vida para seguir el camino. La explotacin sexual es otra de las amenazas, que son advertidas de forma constante por las dos administraciones.
Las tarifas van desde los 2.000 dlares anunciados por el migrante venezolano hasta 12.000 con traslado incluido a la ciudad estadounidense requerida, aunque a pie de muro aseguran que cuando llega la noche y aparece la oportunidad basta con pagar unos cientos de dlares. Los traficantes tardan pocos minutos en responder los llamados de los emigrantes para iniciar el negocio.
“Vamos por el sueo americano”, con ranchera incluida, se lee en el mvil mexicano de un grupo que espera a la sombra de un rbol. La videoteca incluye escenas del incendio del centro de migrantes que acab con la vida de 40 de ellos y el atropello salvaje de los 18 venezolanos en Bronwsville, que mat a ocho de ellos.
“Para poder ganar hay que perder”, canta otra ranchera mientras un fajo de billete de 100 dlares, se supone que el precio de “una mejor vida”, van cayendo uno a uno al suelo.
“Usted no los ve, pero son poderosos, estn en todos lados”, asegura Rafael Briceo, siete meses en busca de EEUU, a EL MUNDO. Todos hablan de ellos pero casi nadie emplea la palabra cartel. En Ciudad Jurez, que tambin ha recibido 3.000 militares mexicanos en lo que va de ao para reforzar la plaza, el cartel local, el de Sinaloa y el de Jalisco Nueva Generacin se disputan el control de la ciudad que hace aos acapar las portadas mundiales por la ola de feminicidios y que estos meses ha recuperado Arturo Prez Reverte en Revolucin para narrar las andanzas del ingeniero espaol Martn Garret con las huestes de Pancho Villa.
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