Sonaba Man on the moon de R.E.M. en el reproductor. Colocó un taburete en la puerta, cogió un bolígrafo y un papel, y escribió las que serían sus últimas palabras. Una carta de despedida dedicada a Boddah, su amigo imaginario de la infancia. «Lo tengo todo, todo. Y lo aprecio, pero desde los siete años odio a la gente en general… (…) Soy una criatura voluble y lunática. Se me ha acabado la pasión, y recuerden que es mejor quemarse que apagarse lentamente. Paz, amor y comprensión. Kurt Cobain».
Tenía 27 años y toda la vida por delante. Se había convertido en un ícono de la generación X, pero el cantante de Nirvana decidió poner fin a su vida. Cogió una pistola y apretó el gatillo, o por lo menos esa es la versión oficial. Su muerte fue declarada como suicidio. De hecho, en 2021, el FBI desclasificó los archivos sobre la muerte de Kurt Cobain. Aunque desde el principio dieron por hecho que se trataba de un suicidio, investigaron para descartar que fuera un asesinato, y así lo hicieron.
Desde que murió, hoy hace 29 años, las teorías conspirativas sobre su muerte no han hecho más que aumentar. Los fans tiraron de imaginación e inventaron conspiraciones de todo tipo. Incluso han llegado a decir que el artista sigue vivo y que se le ha visto en varias zonas de Estados Unidos.
El arma que se encontró al lado del cuerpo no tenía huellas digitales, por lo que supusieron que el asesino limpió la escopeta tras disparar. Las teorías sobre su muerte llegaron a salpicar a su mujer Courtney Love. Unos teorizaban con que el cantante murió mientras realizaban un juego sexual peligroso, otros, en cambio, la acusaron de haberlo matado y de haber escrito la carta de despedida haciéndose pasar por Cobain.
Algunos fans han llegado a decir que el artista sigue vivo y que se le ha visto en varias zonas de Estados Unidos
«Esta nota debería ser muy fácil de entender (…). Ya hace tiempo que no me emociono ni escuchando ni creando música, ni tampoco escribiéndola, ni siquiera haciendo rock’n’roll. Me siento increíblemente culpable. Por ejemplo, cuando se apagan las luces y se oyen los gritos del público, a mí no me afectan tal como afectaban a Freddie Mercury, a quien parecía encantarle que el público le amase y adorase (…). Simular que me lo estoy pasando al 100% bien sería el peor crimen que me pudiese imaginar«, decía la nota.
Dos cartas provocaron que se empezara a dudar de la investigación policial. Por un lado, una de ellas decía que «a millones de aficionados de todo el mundo les gustaría que se aclararan de una vez por todas las incoherencias que rodean la muerte. Es triste pensar que una injusticia de esta naturaleza pueda permitirse en Estados Unidos».
Otra de las cartas que recibió el FBI teoriza con la idea de que «la declaración de la muerte de Cobain como suicidio fue un juicio precipitado». Es lo que defiende el investigador Tom Grant, al que contrató Courtney Love para encontrar precisamente a su marido cuando desapareció semanas antes de su muerte.
Durante los últimos años de su vida, Cobain luchó contra la depresión, diferentes enfermedades y su adicción a la heroína. Se solía mostrar incómodo y frustrado, como si su mensaje no calara y se malinterpretara por el público. Semanas antes de morir, el artista sufrió una sobredosis por combinar champán y flunitrazepam lo que provocó que estuviera en el hospital inconsciente.
Días más tarde, Love alertó a la policía de que Cobain había querido suicidarse tras encerrarse en su cuarto con un arma, algo que él negó. El 30 de marzo, tras insistir mucho, el cantante ingresó en un centro de desintoxicación, pero se escapó esa misma noche. Por eso su mujer contrató al investigador Tom Grant, para encontrarlo.
Durante años, Grant ha teorizado con que Cobain fue asesinado en una conspiración orquestada por Love. Por eso considera que el caso debería reabrirse. Así lo ha mostrado en varios documentales, Soaked In Bleach (2015) y Kurt & Courtney (1998).
Sus fans podrán divagar sobre las posibles muertes de Kurt Cobain. Que si fueron las drogas, que si fue su mujer o el propio Cobain quien apretó el gatillo, pero lo que está claro es que desde hace 29 años, justo cuando su álbum In Utero le catapultaba a lo más alto, Cobain murió en aquella habitación.