Hacer ejercicio físico tiene beneficios de sobra conocidos, tanto para el cuerpo como para la mente. La Organización Mundial de la Salud recomienda al menos dos horas y media de actividad física moderada o 75 minutos de intensidad cada semana para los adultos. A pesar de ello, las tasas de sedentarismo son muy altas y la población mundial tiene cada vez más sobrepeso y obesidad.
Sin embargo, un nuevo metaanálisis publicado en la revista Sports Medicine ha descubierto que caminar tras la comida, aunque solo sea de dos a cinco minutos, impacta en la reducción de niveles de azúcar en sangre.
A esa conclusión llegaron los autores después de analizar siete estudios que comparaban los efectos de estar sentado frente a estar de pie o andando sobre distintos indicadores de salud cardiovascular, como los niveles de azúcar e insulina en sangre.
Los estudios analizaron a personas con y sin diabetes o diabetes, y todos mostraron que los poco minutos de caminata ya tenían un impacto.
Sin embargo, los beneficios de cumplir con las recomendaciones de la OMS sí tienen un mayor impacto demostrado. Realizar 150 minutos de actividad física de intensidad moderada (caminar rápido o bailar, por ejemplo) o 75 minutos de actividad vigorosa (como correr u otros deportes) a la semana, como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), reduce el riesgo de mortalidad en un 16%, el riesgo de mortalidad cardiovascular un 27% y de accidentes cardiovasculares en un 12%.
Esas conclusiones fueron las de un estudio liderado por investigadores del CIBER de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV) y del CIBER de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) publicado en 2020.
Por otro lado, con un objetivo un poco más ambicioso, otro estudio mostró que andar 10.000 pasos al día (una hora a muy buen ritmo) reduce el riesgo de cáncer, demencia y enfermedades cardíacas.
Así lo concluyó una investigación de la Universidad de Sydney (Australia) y la Universidad del Sur de Dinamarca en el mayor estudio realizado hasta la fecha- que andar 10.000 pasos al día reduce el riesgo de padecer demencia, enfermedades cardíacas y cáncer, así como la posibilidad de morir por alguna de estas causas.
Además, observaron que un ritmo de paso más rápido, como una caminata potente, mostró beneficios más allá de la cantidad de pasos logrados.
Por otro lado, si se ha sufrido un infarto, otro estudio de la Universidad de Harvard comprobó que se puede alargar la vida caminando 30 minutos al día.