El tercer informe forense demuestra que el poeta fue envenenado en los das posteriores al golpe de Pinochet. Sin embargo, la responsabilidad del sospechoso del pinchazo letal es incierta
El tercer informe forense que confirmar la teora de que Pablo Neruda muri envenenado se publicar oficialmente hoy en Santiago de Chile, despus de que su familia adelantase su contenido. El estudio concluye una discusin que se abri en 2011, cuando el chfer y asistente personal de Neruda, Manuel Araya, denunci el homicidio.
Es previsible que la investigacin judicial avance hasta encontrar al asesino de Neruda? A su instigador? La familia manifiesta su esperanza, pero ni los bigrafos del poeta ni los historiadores que se ocupan de la dictadura de Augusto Pinochet han llegado a ninguna conclusin suficiente.
El relato ms completo de la muerte de Neruda es el de Araya y tiene un par de elipsis cruciales. Segn el chfer (comisionado por el Partido Comunista de Chile para atender al poeta), el golpe del 11 de septiembre sorprendi a Neruda ya enfermo en su casa de Isla Negra. Durante una semana, los militares allanaron la vivienda varias veces. El mdico que atenda a Neruda, el doctor Vargas Salazar, le busc una habitacin en la Clnica Santa Mara de Santiago de Chile, en la que podra preparar un ltimo viaje a Mxico, cuyo Gobierno se haba comprometido en su proteccin. El traslado a Santiago fue el 19 de septiembre. Neruda viaj en ambulancia y fue humillado en varios controles militares.
Despus de ingresar, Araya volvi a Isla Negra a por maletas. Neruda lo llam entonces y le dijo que alguien le haba inyectado algo. Cuando volvi a Santiago, lo encontr colorado y deteriorado. Un mdico encarg a Araya que comprase una medicina: Urugotn. Araya fue detenido en el recado y no vio ms a Neruda.
El sospechoso oficial de ese pinchazo letal ha sido Michael Townley, un activista de ultraderecha que, segn sus enemigos, fue agente de la CIA. Las investigaciones posteriores han demostrado que Townley estaba esos das en Florida y que nunca trabaj para la CIA. Tampoco hay pruebas de que EEUU conspirara contra el poeta, como dice el Partido Comunista.
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