Se cuela en las casas de los españoles cada día y es uno de los rostros insignia de Mediaset. Entre sus coberturas, una de las que más destacó fue la de la erupción del volcán Cumbre Vieja de la Palma, un fenómeno que comenzó el 19 de septiembre y que supuso un cambio de vida obligado para muchos palmeros que perdieron sus hogares y que en la actualidad continúan luchando por volver a la normalidad.
Se trata de Pedro Piqueras. El presentador de Informativos Telecinco protagonizó este miércoles la última entrega de Planeta Calleja y, junto a Jesús Calleja, recorrió la isla de La Palma en una dura travesía en la que perdió hasta los zapatos, pues se le derritieron.
Desde la isla, recordó una de las experiencias profesionales más importantes de su vida. «Fue una cosa tremenda. Había días que hacía varios reportajes. Empezaba a grabar por la mañana, hacía tres entrevistas para el informativo de la tarde, cuatro para el de la noche… terminaba agotado y no podía dormir«, narró.
A la extensa carrera del comunicador aún le queda mucho. Tanto que, pese a sus 67 años, comentó que no se había planteado la jubilación. «No tengo intención y, si algún día llega, no me importará. Cuando esté cuatro meses sin hacer información, lo echaré de menos, con toda seguridad. Me gusta ser un periodista activo, hacer información, me gusta presentar… lo que más me gusta es contarle a la gente las cosas que pasan», explicó.
Pese a la pasión que declaró sentir por su trabajo, comentó que no todo eran beneficios: sus complicados horarios le habían hecho perderse mucho de la crianza de su hijo, pero también le habían limitado al hacer cosas más triviales, como cenar con sus amigos o acudir al cine «el día del espectador».
De esa carrera, en la que ha entrevistado a un Felipe González «poco cercano y muy imponente» o a un Mariano Rajoy «muchísimo más cercano», confesó que tenía una eterna tarea pendiente: ser corresponsal en el extranjero, un sueño que nunca había podido cumplir.
¿Cómo han cambiado las entrevistas a políticos?
También recordó que una de las noticias que más le había impactado dar había sido «el atentado contra Irene Villa y su madre», mientras que la mejor había sido la victoria socialista del 82: «Fue importante porque después de la etapa franquista, de un golpe de estado, de muchas amenazas… que una mayoría de españoles decida una opción política democrática y en ese caso de izquierdas era dar el adiós definitivo a la dictadura, fue un hecho emocionante», apuntó.
De antaño, echaba de menos las entrevistas distendidas, y puso como ejemplo la última con Pedro Sánchez para explicar que en la actualidad no se hacían entrevistas tranquilas y extensas como antes, «no por el bipartidismo que potencia la prensa como se cree», sino por la crispación del propio Congreso de los Diputados.
Al margen de su profesión, Pedro Piqueras habló también de su infancia y de su mayor afición. «Soy de Albacete capital, pero nací en una zona que había como el extrarradio, detrás de mi casa solamente había huertas. Teníamos gallinas y un cerdo para la supervivencia», eso le llamaban la alcancía del pobre», declaró sobre sus orígenes.
Su mayor afición, la música, protagonizó uno de los momentos más emotivos de la noche: cuando interpretó una canción a piano, dejando sin palabras a Jesús Calleja, que no tardó en pedir que los jueces de Got Talent cuenten con él en su próxima edición. ¿Veremos a Pedro Piqueras sobre las tablas del Nuevo Teatro Alcalá?