Todo suma. La cercanía del Día de la Mujer, el choque en el Gobierno por la reforma de la ley del solo sí es sí, la validación de la ley del aborto por el Tribunal Constitucional, la aprobación definitiva de la Ley Trans. Todos los elementos confluyeron en una nueva bronca sesión de control al Ejecutivo en el Senado, un áspero careo entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo que tuvo como objeto central de discusión las políticas feministas del bipartito. «Usted prefiere proteger a la coalición que a las mujeres», «deje ya de molestar a la gente de bien y de meterse en la vida de los demás», atizó el líder del PP, en el último caso en claro combate a la autodeterminación de género que reconoce la Ley Trans. «Para hablar de feminismo hay que tener cierto crédito feminista», respondió el presidente, que aprovechó el duelo en la Cámara alta para recordarle las traiciones y deslealtades en el PP que se han revivido un año después de la muerte política de su predecesor, Pablo Casado: «Cuando se levante, mire a ver si siente algo en la espalda».
Era previsible que Feijóo se emplease a fondo contra Sánchez por el sí es sí, pero también cargó muy duramente, y desde el principio, contra la Ley Trans, que es «un error incluso peor» que la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual, porque no solo afecta a las mujeres, sino a «adolescentes y menores». El jefe del PP se arrancó con la afirmación de que España está «cansada» del Gobierno y del propio presidente. Le sacó a colación el baile de declaraciones contradictorias de su propio Ejecutivo como síntoma de agotamiento del bipartito, los «problemas» que genera «todas las semanas» y cómo ya ni socialistas ni morados «respetan ni las formas». Pero Sánchez «calla», denunció. «Con suerte preside medio Gobierno y el otro medio le gobierna a usted —se burló—. Tiene más capacidad Podemos y los independentistas de cesarle a usted que usted de cesar a los ministros de Podemos».
El jefe de los populares tiró de la paradoja obvia: cómo han caído dos altos responsables, la secretaria de Estado de Transportes y expresidenta de Adif y el presidente de Renfe, por el fiasco de los trenes de Asturias y Cantabria que no cabían por los túneles, y cómo sin embargo nadie ha dimitido por la «chapuza del sí es sí«. Así que Sánchez no llegaba más «fuerte» a la sesión de control, sino que con esas dos dimisiones «acredita su debilidad para no cesar a ningún alto cargo de Podemos». Y si no podría encargar nuevos trenes a los responsables del escándalo ferroviario, coligió, no es posible que encargue leyes a las ministras que «han legislado y aprobado el sí es sí«. «¿Verdad que sería una temeridad?». Pero Feijóo enseguida se agarró a la Ley Trans. Preguntó al presidente si «la comparte, la conoce» y si no cree que el Gobierno puede «tropezar dos veces en la misma piedra».
Hoy, tras cuatro meses de «excarcelaciones de decenas de violadores» y de reducciones de penas a centenares de agresores, el PP concluye, así lo dijo Feijóo, que Sánchez «prefiere proteger a la coalición que a las mujeres». «Pero España está cansada de usted y de su Gobierno. Ya está bien de que Sánchez proteja a Sánchez, de que Yolanda Díaz proteja el espacio de Yolanda Díaz, de que Podemos proteja a Podemos», hace falta alguien que «proteja a los españoles por encima de todo», remachó, con claro aroma preelectoral. Como lo es ya todo.
(Noticia en ampliación)