Lo dijo él mismo. Quería que el acto sirviera para trasladar «un anuncio, una propuesta» que tuviera «el impacto que merece un 8 de marzo y la igualdad entre hombres y mujeres, que es la seña de identidad del PSOE y de la mayoría social de nuestro país». «Impacto». Pedro Sánchez necesitaba eso, un anuncio poderoso para intentar escapar de una atmósfera contraria a su Gobierno y al partido, para recuperar la iniciativa. Y hacerlo antes de una fecha icónica para la izquierda y para el movimiento feminista, el 8-M.
El presidente adelantó que su Ejecutivo aprobará este martes el anteproyecto de ley de representación paritaria de mujeres y hombres en órganos de decisión, una norma que pretende ser «referencia en Europa», subrayan en la Moncloa, y lanzar el mensaje, frente a una derecha muy fortalecida y con opciones de gobernar, que los socialistas no permitirán «ni un paso atrás en la defensa de la igualdad».
La ley incluirá la obligación de las listas cremallera, los Consejos de Ministros paritarios y los consejos de administración de las grandes empresas con un 40% de mujeres
El texto pivotará sobre cinco ejes básicos, cinco centros de decisión en los que ellas ganarán presencia. El primero, la exportación, del PSOE a la ley, de las listas cremallera. Esto es, los partidos estarán obligados a confeccionar candidaturas electorales, para municipales, autonómicas, europeas y generales, en las que se alternen los dos sexos y en la que ambos estén representados al 50%. Hoy, las mujeres son el 42,69% del Congreso y el 40% del Senado. Dos, se recogerá la obligación legal de que los Consejos de Ministros, gobierne quien gobierne en España, tengan al menos un 40% de mujeres. Tres, habrá forzosamente un 40% de mujeres en los consejos de administración de cualquier sociedad cotizada o entidad de interés público con más de 250 trabajadores y 50 millones de euros de volumen de negocio anual. Estas empresas velarán también para que concurra esta paridad en la alta dirección.
Cuatro, toda junta de gobierno de los colegios profesionales y de los consejos generales deberá tener un 40% de representación femenina. Y cinco, ningún premio o reconocimiento financiado con dinero público podrá ser concedido por un jurado o tribunal que no respete la paridad con, al menos, un 40% de mujeres al frente.
Los socialistas dan otro paso «valiente«, dijo Sánchez, en favor de la igualdad, apostando por la superación de la Ley de Igualdad de 2007, la que impulsó José Luis Rodríguez Zapatero. «Habrá gente a la que le parezca grave e incluso absolutamente desproporcionado, pero a nosotros nos parece simple y llanamente de justicia«, remarcó, anticipándose a la segura controversia de su iniciativa.
Se trata, alegó, de «romper el techo de cristal» que aprisiona a las mujeres, pero también de un poderoso reclamo de cara al 8-M, cuando quedan apenas cinco días. Y también el anuncio era una especie de bálsamo para la militancia y la dirigencia socialista, ese millar de asistentes concentrados este sábado delante de él, en el Pabellón de Convenciones de la Casa de Campo de Madrid, y también todos los que en las últimas semanas sentían la zozobra, la pesadumbre por la marcha del Gobierno y el «ruido» asfixiante que lo rodeaba. «Al menos esto nos saca de la esquina«, respiraba aliviado un cargo local al término del mitin. Bastaba ver los rostros de satisfacción a la salida.
El PSOE también persigue recuperar terreno en el feminismo frente a Podemos
«Es una medida necesaria y valiente. El PSOE sigue siendo el partido feminista por excelencia e historia en España», remarcaban en Ferraz. Porque ese es otro elemento: los socialistas buscan recuperar terreno en el feminismo, un espacio que tradicionalmente ha sentido como suyo y que ahora se disputa con Unidas Podemos. Las elecciones, las autonómicas y generales, pero también las generales, están ya muy cerca y el PSOE luce trayectoria y ADN feministas.
La presión de los tiempos
Está por ver que la ley llegue a aprobarse, ya que los tiempos, a estas alturas de la legislatura, son muy justos. Al tratarse de un anteproyecto, ha de pasar por los órganos consultivos para que evacúen dictamen preceptivo, aunque no vinculante. Con los informes en la mano, el Consejo de Ministros evaluará por segunda vez el texto para enviarlo a las Cortes para su tramitación parlamentaria. El problema es que el Parlamento quedará disuelto, como tarde, a mediados de octubre. En la Moncloa creen que sí hay margen para que la ley salga en el BOE pero, de lo contrario, quedará como promesa electoral para el siguiente mandato. Podemos sí estaba al tanto del anuncio, como admitieron fuentes de las dos formaciones.
La dirección defiende que actuó contra Fuentes Curbelo en cuanto tuvo conocimiento de los primeros y lo habría hecho antes «de haberlo sabido» tiempo atrás
Sánchez abrochaba desde el Pabellón de Convenciones una mala semana para su partido —otra más— y lanzaba ya uno de los temas de conversación de la siguiente, marcada por las celebraciones del 8-M y la votación, la víspera, de la toma en consideración de la reforma de la ley del solo sí es sí. El caso Mediador no ha desocupado la actualidad desde hace días, y el escándalo no es sucio solo por la presunta corrupción, sino sobre todo por las fotos de las juergas, con cocaína, prostitutas y Viagra, que se corrían los integrantes de la trama, a la cabeza de la cual se alzaba el exdiputado nacional socialista Juan Bernardo Fuentes Curbelo, Tito Berni, fuera de su escaño desde el pasado 14 de febrero y con expediente de expulsión ya en marcha.
En la dirección socialista son conscientes de los sentimientos que recorren al partido en estas semanas de ruido y furia. Muchos en el grupo, admiten, sienten «asco, repugnancia», otros «indignación» contra algunos medios y contra el PP, otros creen que tendrían que haberse difundido los nombres de los cinco diputados que fueron a cenar con Fuentes Curbelo para atajar la hemorragia. La preocupación, en todo caso, es el hilo conductor, más aún en Canarias, epicentro de la trama y donde el presidente de las islas, Ángel Víctor Torres, estaría sufriendo una mayor erosión. En Ferraz subrayan que actuaron contra Tito Berni tan pronto como tuvieron conocimiento de los primeros hechos, el pasado 14 de febrero, cuando la secretaria de Organización canaria, Nira Fierro, telefoneó al número tres federal, Santos Cerdán, para avisarle de que podría haber «fotos comprometedoras». Ese día, Fuentes Curbelo renunció a su acta, tras resistirse durante horas.
«De haberlo sabido antes», añadieron, habrían actuado antes. Pero eso no ocurrió. Y si se decidió no dar los cinco nombres de los diputados fue porque se les quiso proteger del acoso. La cúpula habló con los parlamentarios que tenían relación con el exdirigente canario y, por separado, con los cinco que dijeron que habían cenado con él en el Ramsés, y sus versiones casaban: fue una comida en la que ellos estaban por separado, en mesas altas y se fueron antes de las 23 horas, cumpliendo con el toque de queda entonces vigente por la pandemia.
Minimizando la ruptura del ‘sí es sí’
Sánchez no mencionó el caso Mediador durante su discurso, aunque obviamente flotaba en el ambiente durante el acto en la capital con motivo del 8-M. Pero sí aludió implícitamente al sí es sí, la reforma que mantiene enfrentados a los dos socios del Ejecutivo. Como había hecho el día anterior desde Helsinki, el presidente intentó minimizar las diferencias, poniendo en valor las políticas sociales y la agenda de progreso desplegada por el Gobierno, que «supera con mucho cualquier discrepancia» entre socialistas y morados. El martes se visualizará el cisma entre los dos, pero que no llevará aparejada la ruptura del Gabinete.
El acto reconcilia el ayer y el hoy del PSOE: repasa los avances feministas impulsados por el partido y recupera rostros menos presentes en el partido, como el de Elena Valenciano
El acto, no obstante, también suponía una reconciliación entre el ayer y el hoy del PSOE. No solo por los discursos de Sánchez, del expresidente Zapatero y de la actual secretaria federal de Igualdad, la diputada leonesa Andrea Fernández. En el pabellón se proyectó un vídeo en el que varias referentes feministas del partido intervinieron para relatar los avances impulsados por el partido. Desde las primeras luchadoras, como la exministra Matilde Fernández o Paca Sauquillo, que recordaban cómo se incorporó el «principio de igualdad» o cuánto costó empezar a hablar de cuotas y cómo llovieron las críticas, hasta el salto dado por los Ejecutivos de Zapatero: la Ley Integral contra la Violencia de Género de 2004, la Ley de Igualdad de 2007 —»no hay democracia sin igualdad», sentenció la exministra Leire Pajín—, o la ley de plazos del aborto de 2010, impulsada por Bibiana Aído, primera titular de Igualdad, que permitió dar un enfoque más «integral» a un derecho fundamental de la mujer. Elena Valenciano, vicesecretaria general del PSOE entre 2012 y 2014, sin presencia en actos federales del partido desde que salió de la primera línea, recordaba cómo se ha logrado implantar un concepto con «muchísima fuerza», que «todos somos responsables contra la violencia de género».
Carmen Calvo, vicepresidenta del Gobierno hasta julio de 2021, subrayaba cómo al aterrizar Sánchez en la Moncloa en 2018 fue prioritario dotar de fondos a la lucha contra la violencia machista, cómo se impulsó la igualdad retributiva en el trabajo y la equiparación de los permisos de paternidad y maternidad. «Íbamos en serio, éramos y somos un Gobierno feminista«.
El PP ve en el anuncio del presidente de este sábado una cortina de humo, un intento de Sánchez de «lavar su conciencia» tras la excarcelación de violadores y tras tener diputados —por ahora, solo hay un parlamentario implicado, Fuentes Curbelo, y ya está expulsado— que cobran mordidas pagadas con el cuerpo de las mujeres. «Son anuncios mediáticos que no pueden tapar años de equivocaciones en el ámbito del feminismo», señaló el secretario de Institucional de los conservadores, Esteban González Pons, informa EFE. El dirigente valenciano añadió que no se trata de sensibilidad de género, sino de capacidad, porque España tiene «el Ejecutivo más grande de la historia y, a la vez, el que más problemas ha ocasionado a los ciudadanos».
El paso de los días dirá si el PSOE recobra la iniciativa perdida. Pero la intención del presidente era diáfana. Voltear un clima político adverso y tóxico para el partido cuando el calendario se agota y los comicios del 28-M quedan cada vez más cerca. A menos de 90 días.