El pasado 19 de marzo UBS compró Credit Suisse por 3.000 millones de euros. La operación se cerró tras un fin de semana de negociaciones para atajar la crisis del segundo banco del país. La semana anterior, Credit Suisse había vivido un colapso financiero que terminó con el fin del banco de 170 años de historia. En España, ambas entidades tienen negocio, pero UBS vendió su negocio a Singular Bank en 2021 y aceptó una cláusula de no competencia para los próximos tres años. Esta situación, hace que la entidad suiza dude sobre cómo abordar la fusión con Credit Suisse en España.
Fuentes cercanas a la entidad explican que está todo “bastante parado” e incluso señalan que se plantean de qué manera abordar esa fusión y homologación con Credit Suisse debido a esa cláusula de no competencia. Probablemente, tal y como puntualizan las fuentes, hasta después del verano no haya nada sobre lo que trabajar o negociar. Por el momento, lo único que ha trasladado UBS a sus trabajadores en España es tranquilidad.
UBS se verá obligado a buscar una solución en la que, elija la que elija, tendrá que perder algo. Las opciones que se manejan pasan por el cierre del negocio, la venta a un tercero del mismo o abonar una penalización para no renunciar a los grandes patrimonios. Varias entidades de banca privada ya se han mostrado interesadas en el negocio de Credit Suisse. Según publicó Expansión, Safra, Andbank y Creand ya han preguntado por el negocio. Por el momento, UBS no ha valorado las opciones. Que toda la operativa esté tan parada se debe también a que la entidad suiza necesita autorizaciones de diferentes supervisores para continuar con la integración de Credit Suisse.
Desde Singular Bank inciden en que UBS no puede competir con ellos por el pacto de no competencia, que es lo que está ralentizando el proceso. Javier Marín, presidente de Singular Bank, señaló en una entrevista en Expansión que “no hay ningún vacío legal”. Algunas fuentes señalan que la penalización por no cumplir con este pacto de no competencia puede ser de 200 millones de euros, aunque otras apuntan a una cifra mayor.
Credit Suisse emplea a unas 400 personas en el país, gestiona patrimonios por más de 10.000 millones de euros, tiene depósitos por unos 700 millones y cuenta con unos 3.000 clientes. Es sobre todo un líder nacional en la gestión de las grandes fortunas. Sin movimientos a la vista, otras entidades aspiran a hacerse con el negocio de grandes fortunas. No obstante, desde que se conociera toda esta operativa, los inversores españoles se están alejando de la entidad.
Según los datos de la patronal Inverco, Credit Suisse ha contabilizado reembolsos por valor de 301,5 millones de euros en los cuatro primeros meses del año. Mientras tanto, la gestora de la entidad intenta mantener la tranquilidad y continuar con su día a día mientras se concreta la absorción del banco. Desde la gestora señalan que no se distraen por la situación y siguen gestionando todos los días. Quieren que quede claro que siguen gestionando como una entidad, aunque sea una situación complicada.
Este reembolso supone que su patrimonio se sitúe por debajo de los 1.000 millones de euros por primera vez desde 2013. Concretamente, el patrimonio total de Credit Suisse Gestión se sitúa en marzo en 920 millones de euros. Con esta caída, la gestora de la entidad suiza en España ha pasado de gestionar un 0,71% del patrimonio total del mercado al 0,28% en solo tres meses.
El banco suizo en España dispone de tres líneas de negocio. Por un lado está Credit Suisse Bank Europe, que es la entidad de banca de inversión que utilizaba la firma suiza tras el Brexit para cubrir a clientes europeos y acceder a mercados del Viejo Continente.
El negocio de gestión de grandes patrimonios está concentrado en la sucursal de Credit Suisse AG, donde se encargan de clientes españoles. Asimismo, adscrito a este negocio está la gestora Credit Suisse Gestión.
Por ingresos en nuestro país, Credit Suisse logró un beneficio neto por comisiones de unos 17 millones de euros. De ellos, 6,6 millones fueron por fondos, cerca de 6,8 millones por sicav y casi 2,9 millones por gestión discrecional. El resto se distribuye en otros vehículos.