No todo en la guerra es Jersón. Mientras el frente sur aguarda con incertidumbre una posible retirada de Rusia al otro lado del río Dnieper, en el Donbás se fragua una gran batalla urbana que puede cambiar el estado de ánimo en la guerra de Ucrania. El Kremlin lleva meses intentando tomar la ciudad de Bakhmut, a medio camino entre Donetsk y la recientemente liberada Limán. Y la ofensiva definitiva parece cerca de desatarse.
Bakhmut está sitiada y sometida a recurrentes bombardeos desde el mes de mayo y es símbolo de la resistencia ucraniana pese a la avasalladora presencia de fuerzas rusas en el Donbás. También un ejemplo de lo que le ha costado a Rusia avanzar en la guerra. Pese a ubicarse en una zona de teórica ventaja militar para el Kremlin, se ha pasado meses sin ser capaz de avanzar un metro.
La creciente implicación de las milicias de Wagner en la zona ha cambiado algo la situación en el último mes. Rusia se ha hecho con el control de varias poblaciones en su camino a Bakhmut y en los últimos días ya ha puesto pie en barrios e infraestructuras de las afueras de la ciudad. El paso de la artillería a la batalla directa es cuestión de poco tiempo.
Según canales prorrusos como el de los analistas de Rybar, Ucrania «se está preparando para batallas en las áreas residenciales de Bakhmut» y planea llevar a esta localidad tropas de las brigadas actualmente estacionadas en la región de Kiev.
Estos canales también aseguran que Ucrania tiene planes de abandonar la ciudad en caso de que los rusos consigan avanzar también por el sureste de la ciudad, a través de Kostantinovka o Chasiv Yar, lo que amenazaría a las tropas ucranianas que defienden Bakhmut con quedar embolsadas.
El gobierno ucraniano ya había previsto que Rusia intentase tomar definitivamente Bakhmut a finales de octubre, por lo que la operación no es ninguna sorpresa para Kiev en una ciudad en la que los civiles han desaparecido casi por completo de las calles.
Bakhmut, de unos 70.000 habitantes, puede ser una conquista clave para Rusia en su intento por controlar totalmente el Donbás. La localidad está en medio de varias rutas logísticas importantes y pone en peligro otras ciudades como Sloviansk o Kramatorsk.
Además, amenaza desde el sur la contraofensiva ucraniana en Lugansk, que sigue apuntando hacia Kreminna y Svatove tras la liberación de Limán el mes pasado. Allí, las batallas también se centran en intercambio de artillería y han permanecido prácticamente estáticas ya durante varias semanas.