Los datos de empleo de marzo, que se dieron a conocer este martes, fueron indiscutiblemente buenos. Más de 206.000 nuevos trabajadores registrados que en febrero y casi 49.000 parados menos, lo que lleva el número total de empleados en España por encima de los 20,3 millones, la cifra más alta de la historia. Los parados siguen siendo muchos, alrededor de un 12% (2,8 millones de personas), pero es la menor cifra este mes desde 2008. Además, en el último año el desempleo acumula un descenso de 246.503 parados.
Sin embargo, una cifra ensombrecía estos buenos titulares. El régimen de autónomos, si bien sumó 11.185 afiliados a los que tenía en febrero (+0,3%), se ha apuntado una caída de 1.300 personas con respecto al mismo mes del año pasado. Por sectores, en el comercio hay más de 19.000 personas que se han dado de baja como autónomos en un año lo que para las organizaciones de empresarios CEOE y Cepyme es una muy mala noticia y está relacionado con el incremento de los costes por la inflación. También para la mayor asociación de autónomos, ATA.
“Estamos viendo que hay sectores, como el comercio, muy castigados. También hay pérdidas en la industria y en la agricultura, precisamente los autónomos y las muy pequeñas empresas son las que están en estos momentos más castigadas, porque están sufriendo un incremento de los gastos muy por encima de las ventas que se puedan tener”, señala Lorenzo Amor, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos, ATA. Amor también resaltó que el incremento de 11.000 se sitúa por debajo de la media del crecimiento del mes de marzo.
Las muy pequeñas empresas son las que están más castigadas»
lorenzo amor, presidente de ata
Por su parte, Cepyme aprovechó para pedir medidas favorables para los autónomos «en vez de políticas que penalizan la actividad empresarial e incrementan los costes asociados a la creación de empleo», en referencia a la reforma de autónomos -que se aprobó con el visto bueno de su patronal hermana, ATA- y a la de pensiones, ya que ambas aumentan las cotizaciones sociales que los trabajadores por cuenta propia abonan a la Seguridad Social, aunque de diferente forma. CEOE habla de «desplome» del comercio y insiste también en que «las empresas de pequeño tamaño están sufriendo», por lo que pide reducir cargas burocráticas e impuestos.
En cambio, otras asociaciones de autónomos difieren de esta visión. Para la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UATAE) las cifras son positivas, y la pequeña caída que se da en las cifras interanuales del trabajo autónomo se debe principalmente a la incorporación en este último periodo de alrededor de 40.000 falsos autónomos al trabajo asalariado. «La senda tomada por el Gobierno está dando sus frutos», afirman.
Asimismo, la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) ha reconocido que los datos de afiliación al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) son «muy positivos», aunque ha advertido de su posible estacionalidad ligada a la Semana Santa. ¿Entonces? ¿Hay que preocuparse? ¿La caída de los autónomos se debe a la incorporación de esos trabajadores al empleo asalariado, o al cierre de empresas?
A la vista de los datos de la Seguridad Social, parece más bien lo segundo. Según consta en los registros del Ministerio, el pasado año más de 132.000 autónomos salieron de este régimen para darse de alta en el régimen general, es decir, el de los trabajadores por cuenta ajena. Fueron contratados por empresas, como el resto de los asalariados. Lo que es más difícil es saber exactamente cuál fue el motivo, pero una parte considerable podrían ser antiguos falsos autónomos, es decir, trabajadores que estaban dados de alta como autónomos pero realmente por las características de su actividad debían formar parte de la plantilla de la empresa.
El año pasado, la Inspección de Trabajo anunció que había aflorado más de 39.000 falsos autónomos, que incorporó al régimen general de la Seguridad Social. «Sucedió así como consecuencia del uso abusivo de la fórmula de autónomos, que es otro elemento que tiene un impacto en la cifras estadísticas y que demuestra el gran papel de la Inspección», aseguró este martes el secretario de Estado de Seguridad Social, Joaquín Pérez Rey. En Seguridad Social también destacan que la caída interanual de los autónomos es apenas significativa (-0,04%). Los autónomos totales siguen siendo más de tres millones, 3.322.236.
De ambos datos se deduce que la cifra de autónomos ha crecido considerablemente a lo largo del pasado año, para haber perdido más de 132.000 a favor del régimen general y aún así registrar una caída de solo 1.300 personas. Por el momento, es algo que tampoco los expertos tienen claro. En la multinacional de recursos humanos Randstad, que habitualmente realiza análisis del mercado laboral, no tienen un motivo claro para justificar la caída de los autónomos, aunque valoran que pueda tener que ver con la pérdida de atractivo de esta modalidad ante la subida de las cotizaciones sociales.
«Sea como sea, llevan un trimestre en negativo, destruyendo empleo respecto a 2022, recalcan, al tiempo que señalan que el crecimiento del régimen de autónomos fue nulo (del 0%) en 2022. Sin embargo, también valoran que pueda tratarse de un efecto coyuntural. Por otro lado, hay que tener en cuenta que tanto la reforma laboral como la ley rider propician ese traspaso de autónomos a asalariados, y que ambas se implementaron con fuerza el año pasado.
También se ha impulsado una campaña de la Inspección de Trabajo que, según Seguridad Social, podría haber llevado a que los propios empleadores regularicen la situación de sus falsos autónomos.