Desde este viernes y durante cuatro jornadas miles de activistas británicos procedentes de todo Reino Unido y de todo tipo de colectivos se suman a una acción masiva para reclamar el abandono de los combustibles fósiles. Bajo el nombre The Big One la acción ha sido promovida por Extinction Rebelión junto con más de 200 organizaciones como Greenpeace, sindicatos y grupos de todo tipo de religiones. En principio hay apuntadas 30.000 personas.
Inspirada en las acciones que hace cuatro años paralizaron el centro de Londres, la movilización demanda a los políticos la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones de cara a la crisis climática y el final de la dependencia de la sociedad en combustibles fósiles de manera que se paralicen las nuevas licencias para explotaciones.
“Se trata de una enorme reunión de decenas de miles de personas de todo el país de diferentes ámbitos y de alrededor de 200 diferentes organizaciones y movimientos que se unen para exigir un cambio real del gobierno del Reino Unido”, Zoe Cohen portavoz de la organización de la protesta y miembro de Just Stop Oil. “La gente no confía en el gobierno. No se puede confiar en ellos. No se puede confiar en que sean competentes. Ni morales. Nos están fallando en muchos frentes. Nos dirigimos hacia el colapso social y climático a nivel mundial, pero también en este país”, añade.
Además de la crisis climática la protesta canaliza otros descontentos causados por la situación económica. “Tenemos muchas personas que recurren a los bancos de alimentos, que luchan por calentar sus hogares o alimentar a sus hijos y pasar de una semana a otra, mientras que la desigualdad en el país ha crecido y crecido, tenemos más multimillonarios que nunca. Tenemos a los trabajadores de los servicios públicos en huelga porque las enfermeras tienen que recurrir a los bancos de alimentos y el gobierno está fracasando a la hora de ocultar y cuidar a la gente de este país, ya sea fracasando a la hora de pagar los servicios públicos o luchando por cuidar la naturaleza”.
Ante esta situación las organizaciones detrás de esta movilización concentran sus protestas durante cuatro días consecutivos con el objeto de trasladar presión al Gobierno. Hace cuatro años la presión de Extinction Rebellion condujo a la declaración de Emergencia Climática por parte del Gobierno. Pero a ojos de los activistas no ha servido de nada. “Tenemos una escalada de desastres climáticos, obviamente no sólo aquí, sino en todas partes. Mientras tanto, nuestro gobierno está tomando medidas en la dirección exactamente opuesta a la que necesitamos. Están en proceso de autorizar más de cien nuevos proyectos de combustibles fósiles”, asegura la portavoz.
Las movilizaciones climáticas en Reino Unido han conducido a centenares de detenciones. “En este momento todavía hay seis personas en prisión por las protestas de los últimos años de organizaciones como Scientific Rebellion, Insulate Britain y Just Stop Oil.
A diferencia de otras grandes movilizaciones organizadas por Extinction Rebellion esta The Big One cuenta con todos los permisos para llevarse a cabo. “No esperamos detenciones masivas como en otras protestas. Hay organizaciones que no se sumarían. Esto es gente corriente de diferentes ámbitos de la vida uniéndose para decir que no confiamos en el gobierno. Necesitamos una transformación completa. Confiamos en la gente. Confiamos en nosotros mismos y en los demás. Así que lo que pedimos es acción”, insiste.