La cita era para hablar sobre la ‘operación Cataluña’ y José Manuel Villarejo habló de todo «lo que realmente es España», menos de eso. El comisario ha vuelto este miércoles por tercera vez al Congreso de los Diputados incrédulo porque le hayan vuelto a llamar si en realidad no creen casi nada de lo que dice. «Les va la marcha», ha bromeado. La idea era esclarecer si desde el Ministerio del Interior se organizó una operación al margen de la ley para desmovilizar al independentismo, pero cada partido parecía más interesado en sacar lo que afectaba al otro que en aclarar cómo fue la actuación del policía.
La denominada «comisión de investigación de las actuaciones de Interior durante el Gobierno del PP sobre las presuntas irregularidades que vinculan a altos cargos con una trama parapolicial» se ha extendido durante más de dos horas y media en las que, en realidad, se ha hablado sobre el ‘caso Dina’, el Informe PISA, el rey emérito, la Gürtel, los GAL, los fondos reservados, el 3%, la ‘Kitchen’, Venezuela, los atentados terroristas de las Ramblas, etc.
La conclusión del porqué Villarejo terminó en prisión, a su juicio, fue que tocó «uno de los resortes claves, como dicen los americanos el fucking money«. El comisario, esta vez a cara descubierta, sin mascarilla ni boina se rio de «los villarejólogos» que van a tertulias y dijo ser «un pobre jubilado», «un aficionado a casi todo», aunque deslizó, como siempre, que todavía sus archivos pueden desenmascarar a mucha gente.
La tarde empezó con el diputado socialista Felipe Sicilia quien quiso preguntar por el ‘caso Kitchen’: «¿Le sorprende que Cospedal está imputada?»
– No me sorprende en absoluto porque tiene un abogado que es un antiguo fiscal [Jesús Santos]
– A mí me sorprende, ¿cree que debería estarlo?, siguió Sicilia.
– Oiga, yo no soy acusador. No le pido el mal a nadie, sonrió.
«Esto es una especie de ‘Kitchen’ resurrección tres», continuó el diputado del PP Luis Santamaría. La pregunta de si estaba grabando era obligada, pero el congresista de Vox se hizo un poco de lío. «¿Usted me está grabando? Porque esta comisión es secreta», comenzó su intervención Juan Carlos Segura. «Perdone, perdone», le interrumpió el presidente de la comisión, «esta intervención es pública y la está viendo media España». En este punto las risas ya no eran un susurro, y Gabriel Rufián se dio la vuelta para recordar a los periodistas: «Es el candidato de Vox a la alcaldía de Santa Coloma».
«Yo jamás iré en contra de mi país. Yo me siento muy orgulloso de ser español», aclaró el comisario, por las dudas. «En eso coincidimos», remató el diputado de la formación de Santiago Abascal. El portavoz de Podemos, Pablo Echenique, ahondó en sus propios intereses y buscó responsables entre los medios y los periodistas por la publicación del informe falso PISA sobre Pablo Iglesias. «En todos los departamentos existen los ‘agitólogos’, agitar la opinión pública», le explicó Villarejo. «Su líder ha establecido su propio medio», añadió. «Pero sin mentir», aclaró Echenique. «La verdad es relativa», matizó el policía. Coincidieron, eso sí, en toda una ristra de calificativos sobre el informe que analizaba la supuesta financiación irregular de Podemos. «Horroroso», «impresentable», «basura», «cualquier niño de pecho podría haberlo publicado», dijeron entre los dos.
El CNI y la Corona, «fondos súper reservados»
El comisario que ha estado tres años y seis meses en prisión provisional ( «y medio, no me quite medio», recordó) está a la espera de una sentencia que puede devolverle a la cárcel y aprovechó la comparecencia para volver a cargar contra su enemigo más íntimo, el exdirector del CNI Félix Sanz Roldán. «Va cada dos meses a Abu Dabi para arreglar todos los problemas económicos [del rey emérito Juan Carlos I]», insinuó.
A la corona se la protege corrigiendo sus errores, no encubriéndolos»
Las «operaciones inconfesables» se hacen desde la Inteligencia, reveló. «Dentro de los fondos reservados del CNI existen fondos super reservados que no pasan el control ni de los fondos reservados». ¿Y qué operaciones tan secretas son estas? «Véase la entrada que se hizo a la señora Corina en Mónaco». Según contó, el problema de Juan Carlos I fue el exceso de protección de Sanz Roldán: «A la corona se la protege corrigiendo sus errores, no encubriéndolos ni ocultándolos». A él, dice, poco le importa ya el dinero aunque recordó de forma recurrente el dinero que le debía el CNI o las comidas comprometidas con periodistas. «La última la pagué yo».
Habló de la vicepresidenta tercera de la Mesa del Parlamento Gloria Elizo, de quien dijo «era un buzón mío», alabó la labor del exministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba y aclaró que «jamás» se había reunido con el expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Eso sí, siempre ha trabajado mejor con los socialistas. «El PSOE es mucho más serio. Son gente seria, consecuente».
El comisario invocó a Voltaire, «el secreto está en los detalles», y conjugó en pocos minutos la frase de que «en la vida hay que pintar con pincel [y no con brocha]» con la de que en su causa «no hay chocho volador».
Operación Cataluña
En los breves momentos que se traía a la declaración la ‘operación Cataluña’, Villarejo la definió como «fundamentalmente, evitar que una parte bien organizada de España mantuviera la posibilidad de independizarse» y, dice, se «organiza desde las entrañas de la presidencia del Gobierno». Concretamente, ha señalado que la lidera el CNI y, por ende, la vicepresidenta de quien dependía el centro, Soraya Sáenz de Santamaría.
Se desdijo de lo que ha declarado en otras ocasiones, que todo partió del comisario jefe de Asuntos Internos Marcelino Martín Blas. «El Señor Martín Blas no me encargó en concreto nada porque no era mi superior, era un igual que colaboraba conmigo en actuaciones y que él tenía la participación de Asuntos Internos en Cataluña». La función de ellos era «encontrar elementos que sirvieran como base para después presentar cualquier actuación judicial».
Contó que entregó informes a la UDEF, relató que a los Mossos («los mortadelos») el CNI les facilitó un equipo de escuchas y dijo que encontró casi 2.000 cuentas de españoles en Andorra, pero que no le dejaron investigarlo.
«Durante mucho tiempo había que proteger al clan Pujol porque él mismo ha reconocido que él no era independentista, sino que era nacionalista», explicó el comisario. Y una revelación: «A raíz de que el PP gana mayoría absoluta en 2011 recibimos algunos empresarios que pasaron de pedir del 3% al 7% porque había que preparar la independencia a cambio de conseguir las estructuras de países independientes».