Macarena Olona, sin más que meditar por las peñas, contemplar veletas de iglesia y cuidar santos con policromía de pájaro carpintero, ya se ha convertido en alternativa. Ya la comparan con Giorgia Meloni, que va camino de gobernar Italia armada con útero crucífero y envuelta en obviedades que ella cree heroicidades (se presentó diciendo que era “mujer, madre, italiana y cristiana”, como si estuviera en First Dates de Carlos Sobera). Yo creo que las alternativas no surgen por un hecho heroico ni por un discurso heroico, por mucha patria de entretelas y mucha cubertería de sacristía que uno se eche encima, sino porque toca. Llega un momento en que el personal se da cuenta de que algo no va bien en el país o en la derecha o en la izquierda o en ese partido que renquea o muere o supura por el orzuelo, y el primero que se separa un poco y levanta la mirada hacia las nubes angelicales o las nubes menstruales se convierte en alternativa. Yolanda Díaz tampoco ha hecho nada y ahí está ella también, de alternativa flameante o temblorosa.

siguiente entrada
Notas relacionadas
Cargando....