«Si seguimos así y se paran las obras, el problema es importante». Es el diagnóstico de la patronal de la construcción ante el actual problema de sobrecostes que afronta el sector. Cientos de obras están quedando desiertas porque las compañías no se atreven a competir ante el actual alza de precios en las materias primas, que los decretos del Gobierno no ha conseguido amortiguar.
«El Ministerio calcula que el plan de reforma y rehabilitación va a requerir 190.000 trabajadores. Si la construcción se va ralentizando, vamos a tener un problema», dice Pedro Fernández Alén, presidente de la CNC. La consecución de los fondos europeos está en riesgo ante un escenario donde falta mano de obra y las compañías no se atreven a pujar por los proyectos, dadas las posibilidades de quedarse vendidas ante un alza de precios que nadie sabe cómo puede evolucionar.
Entre todos los costes que deben afrontar las compañías, la subida es del 33% respecto a los niveles previos a la coyuntura actual, marcada por la salida de la crisis sanitaria y la guerra abierta en Ucrania por el gobierno ruso de Vladimir Putin. «Con la llegada de los fondos el año que viene, la situación puede agravarse», avisa Fernández Alén.
Hasta ahora, el grifo del dinero europeo estaba casi cerrado para el tejido productivo. No ha sido fácil que el montante comunitario llegue a las empresas por todo el trámite administrativo. Pero dado que las Comunidades Autónomas han sacado ya en su mayoría las convocatorias para optar a ayudas como la rehabilitación de viviendas, se teme que en enero se desate una avalancha de actividad.
No en vano, el Gobierno central ha disparado sus previsiones de formación bruta de capital fijo del sector de la construcción del 3,7 al 8,4. Pero en lo que va de año, la CNC ha detectado 1.455 casos de contratos desiertos por valor de 653 millones.
Entre las demandas, está que los contratos de obra se mantenga fuera del ámbito de aplicación de Ley de Desindexación de la economía y se vuelva al mecanismo de revisión de precios que regía desde hace más de cuarenta años en nuestro país. La fórmula actual, denuncian, apenas afecta a un 3% de las obras licitadas.
Aunque dicen que Transportes es consciente del problema por el que atraviesan, denuncian que los departamentos de Hacienda y Economía se muestran inflexibles ante sus demandas.
«La situación es muy compleja para miles de constructoras, especialmente pequeñas y medianas, como muestra la cantidad de licitaciones que están quedando sin licitar en España, donde históricamente no se han registrado obras desiertas», dice Fernández Alén.
En este sentido, afirma que muchas constructoras se están viendo obligadas a trabajar a pérdidas o, directamente, a echar el cierre. «Son problemas que asfixian a nuestras empresas y amenazan el Plan de Recuperación. O se adoptan soluciones urgentes o seguirán muriendo empresas y destruyéndose empleo en un sector crucial para la ejecución de los fondos europeos», concluye.