La demanda de viviendas va a caer. La subida de tipos de interés que impulsa al alza las cuotas de las hipotecas y la incertidumbre generalizada por la guerra de Ucrania tendrá un impacto directo sobre el mercado inmobiliario. Aunque en lo que resta de año no parece que vaya a haber grandes variaciones en los precios de las casas, los expertos comienzan a atisbar bajadas en el medio plazo.
Sin embargo, no prevén que sean homogéneas. «Van a caer más aquellas viviendas que se destinen a un uso propio. Y no caerán o incluso aumentarán su precio aquellas viviendas que están en el punto de mira de los inversores que compran para alquilar», explica Iñaki Unsain, presidente de la Asociación Española de Personal Shopper Inmobiliario (AEPSI).
Las viviendas se han convertido en un valor refugio frente a las inversiones en bolsa. Y dado que los alquileres están subiendo, también lo hacen las rentabilidades. «Todo esto puede hacer que los pisos de inversión suban de precio en el medio plazo, frente a las viviendas de uso propio», añade.
Comprar una vivienda para ponerla en alquiler es ahora más rentable de lo que era hace 10 años, según un estudio publicado por el portal Idealista. En el tercer trimestre de 2012, la rentabilidad bruta de la vivienda se situaba en el 5,3%, 1,8 puntos por debajo del actual 7,1%. Em gran parte de las capitales hay tasas de rentabilidad superiores a las de hace una década.
Desde hace meses, los precios no hacen más que subir. Aunque los organismos internacionales ya avisan de un posible cambio de ciclo en el sector. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido del riesgo de una corrección «aguda» en los precios de la vivienda, sobre todo en economías donde las que las hipotecas variables tienen mayor peso.
Organismos privados como Bankinter avanzan una posible corrección en los precios inmobiliarios. Entre otra cosas, el euríbor a 12 meses ha escalado desde el -0,50% en diciembre del año pasado hasta el 2,6%. Y se prevé que pueda superar la barrera del 3% próximamente.
La entidad prevé caídas del 3% en 2023 y del 2% en 2024 en los precios de la vivienda, mientras que contempla un retroceso en las compraventas de un 13% y un 5%, respectivamente.
Portales como Idealista también avanzan posibles tendencias a la baja en un sector que ha tocado cifras récord no vistas desde la burbuja inmobiliaria. Además, las inmobiliarias consultadas por el portal estiman que el cierre de operaciones de venta tenderá a ralentizarse, mientras que la opción del alquiler crecerá.
Por su parte, la tasadora Tinsa cree que en un contexto marcado por la guerra de Ucrania, la crisis energética, la subida de tipos y la amenaza de una futura recesión, el entorno macroeconómico apunta hacia una moderación en la tendencia alcista del precio de la vivienda.