Rodrigo Sorogoyen ha hecho equipo, de nuevo, con Isabel Peña para el guion de As bestas -la película que llega hoya a los cines- y el resultado puede que le lleve más lejos todavía que con El reino, galardonada con siete goyas en 2019 incluido el de Mejor Película.
As bestas está ambientada en una aldea gallega e inspirada en hechos reales. Antoine (Denis Ménochet) y Olga (Marina Foïs), un matrimonio francés se han mudado a una aldea gallega con la intención de vivir del campo y reconstruir viviendas abandonadas para repoblar la zona. Se han negado a que una empresa eléctrica instale junto a sus casas unos molinos de viento, una decisión que les ha enfrentado a sus vecinos, los hermanos Anta (Luis Zahera y Diego Anido).
“Hemos convertido en algo cinematográfico un hecho real y en esa conversión a la cinematografía hemos intentado crear un thriller rural donde la tensión cada vez es mayor”, explica el director a El Independiente. Pero Sorgoyen y Peña han querido ir más lejos y han creado un cinta que muta en otra sin que el espectador se dé cuenta; para cuando lo hace está viendo otra parte de la historia que lleva casi a otra película.
“La primera parte está dominada totalmente por hombres, nos gustaba que el espectador creyese que está viendo la clásica película de hombres con esas mujeres que están siempre detrás. Nos gustaba imaginar a un espectador que le va a encantar que a causa de un suceso dramático y, de repente, la película se convierte en femenina. La protagonista es una mujer, la violencia más o menos desaparece y termina siendo una película muy emocional”, explica Sorogoyen. “Lo que empieza como un film rural termina siendo una oda, yo creo, a la resistencia de la dignidad, y una historia de amor”, añade.
Para ese viaje que meten al espectador cuentan con unos conductores excepcionales, tanto con el trabajo de los franceses Denis Ménochet y Olga Marina Foïs, como de los gallegos Luis Zahera y Diego Anido. Estos últimos son los hermanos nacidos y crecidos en la aldea. El interpretado por Anido, pacede una limitación intelectual causada por la coz de un caballo durante la Rapa das bestas, la tradicional fiesta gallega en la que los mozos de los reducen a caballos salvajes para cortarles las crines, además de otros cuidados veterinarios menos cinematográficos.
Tenemos nuestros motivos, olemos a mierda y queremos salir de esa mierda y esa gente lo impide
Luis Zahera sobre los hermanos anta
Matices y debates
“Hay muchos matices. Es decir, somos los malos. – explica Zahera- Somos nosotros los sorprendidos porque llega un matrimonio francés que cambia el status quo, que no nos cabe en la cabeza que no vean el progreso de esas aspas, que tenemos nuestros motivos, que olemos a mierda y queremos salir de esa mierda y esa gente lo impide”.
El retrato de la vida de los gallegos está muy documentado, según Peña y Sorogoyen que hicieron muchos viajes para empaparse de la realidad de la vida en una aldea remota del campo. “Lo menos que puedes pedir a una película para público inteligente es que no sea muy maniquea, que te muestre razones por los dos bandos. En este caso todos tienen sus razones y lo más importante de la película es que casi todos están equivocados. Y esto es lo importante, estamos viendo una historia de personas que están equivocadas”, opina Anido.
La llegada de los franceses con su proyecto vital choca con el de los gallegos que ven una salida en el dinero de la empresa eléctrica para salir de la vida dura del campo y mudarse a la ciudad.
Hay una relación mucho más directa con el espectador, no es de esas películas que tú recibes y no haces nada
Rodrigo sorogoyen
“Nosotros conocemos el ambiente rural de Galicia, es un ritmo muy diferente al de las ciudades. La visión del mundo en general siempre suele ser la visión urbana y siempre parece un poco irrazonable que una persona haga algo que parezca más bruto que lo que se razona en la ciudad. Pero en esta película se plantea y hay momentos en concreto en el que tú ves que joder, ostras, yo en mi ciudad realmente no pienso en esto. Y esto es jodido vivir así, muy jodido. ¡Pues tienen razón estos tíos!”. Así describe Anido la empatía que los espectadores sienten con los violentos hermanos de la aldea.
Sorogoyen y Peña consiguen hacer una historia muy universal desde un ámbito muy local en la Galicia rural. “Es perseguido, totalmente. Decidimos que queríamos hablar de una aldea que estaba ubicada en Galicia, sí que trabajamos mucho allí, investigamos e intentamos dotarla de las características que más nos enamoraban de allí. Pero sin duda esto que sucede aquí, esta historia de violencia, venganza y dignidad; esto podía suceder en cualquier parte”.
Todos los matices de la película de Sorogoyen hacen un visionado muy activo de su cinta y el espectador se remueve varias veces en su butaca, no hay butaca cómoda par ver As bestas. “Hay una relación mucho más directa con el espectador, no es de esas películas que tú recibes y no haces nada, el espectador tiene que tomar partido, le invitamos a decidir, a pensar, a debatir. Creemos que la experiencia cinematográfica es más interesante”, asegura Sorogoyen.