Podemos no comparte el acuerdo que el Gobierno y la banca cerraron a última hora de este lunes para ayudar a las familias afectadas por la subida del Euribor. Así lo ha evidenciado el portavoz parlamentario de la cuota morada Pablo Echenique horas más tarde, por la mañana. Y aunque el Ejecutivo confirmó este pacto con las entidades bancarias a través de un comunicado, desde Podemos lo tachan de «filtración». «Las medidas que ha filtrado la vicepresidenta Nadia Calviño son voluntarias, apenas van a reducir la cuota de la hipoteca, dejan a muchas familias fuera y casi no tocan los beneficios obscenos de la banca», ha asegurado Echenique. En un claro gesto de oposición a la parte socialista del Gobierno, y en segundo plano al Grupo Socialista, ha añadido que van a seguir «trabajando para limitar las subidas abusivas de verdad» a los ciudadanos.
Moncloa, cuyo objetivo es llevar estas medidas al Consejo de Ministros que hoy celebrará el Gobierno para aprobarlas, dio conocimiento de este acuerdo casi a media noche. Entre otras medidas, el Ministerio de Asuntos Económicos ha acordado una rebaja de los tipos de interés, la ampliación del plazo para amortizar el crédito y mejores condiciones para cambiar de una hipoteca de tipo variable a tipo fijo.
A diferencia de los morados, cuyos ministros, sin embargo no se han posicionado, esta actuación permitirá aliviar la carga hipotecaria a más de un millón de hogares en riesgo de vulnerabilidad o en vulnerabilidad por el incremento del euríbor. Todo ello, «preservando la estabilidad financiera», incide el Ejecutivo en ese comunicado. A pesar de este consenso entre Moncloa y los bancos, aún quedan flecos que cerrar por delante. La negociación se ha llevado acabo con las patronales bancarias, caso de AEB, CECA o UNACC, así como el Banco de España.
La postura de Podemos queda ligada, no obstante, a que esta cuestión enlaza con una de las principales batallas políticas del partido: La ley de la Vivienda. Ésta, fue aprobada en reunión del Consejo de Ministros a finales de 2021, pero aún sigue paralizada. Su tramitación está bloqueada en el Consejo de los Diputados por varias cuestiones por cerrar. Entre ellas: el tope de los alquileres y el rechazo a los desahucios exprés. Estas dos exigencias no son compartidas por el Grupo Socialista, que considera haber cedido ya bastante a los morados. Ello deja la norma en el cajón, a casi un año de que se convoquen nuevas elecciones.
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