Un 27 de octubre de 1944, el entonces presidente del Real Madrid, Santiago Bernabéu, levantó un pico al aire y aporreó el terreno sobre el que se puso la primera piedra del Nuevo Chamartín. Tres años más tarde, el 14 de diciembre de 1947 -hace exactamente 75 años- se inauguró el coliseo que ahora lleva su nombre. El correr del tiempo ha hecho que la edificación haya pasado de ser una construcción deportiva al final del Paseo de la Castellana a ser un templo del fútbol mundial que late en el corazón de una capital europea. Sus gradas han presenciado cuatro finales de la Copa de Europa, la final del Mundial 1982, la de la Eurocopa 1964 o la de la Copa Libertadores 2018 y el equipo al que pertenece ha escrito la leyenda más extensa del planeta fútbol con el Bernabéu como casa.
Los domingos por la tarde, caminando a Chamartín, las mocitas madrileñas van alegres y risueñas porque hoy juega su Madrid. Así canta la letra del himno del Real Madrid compuesto por José Aguilar en 1952. La canción se mantiene vigente, aunque la realidad ha cambiado, ya que el Real Madrid se ha convertido en un club universal que cada fin de semana, y muchos martes y miércoles, acoge no sólo a madrileños, sino también a ciudadanos de todas las partes de España y de varios países del mundo.
El número de espectadores que albergaba el estadio en su origen no ha evolucionado tanto, aunque sí el cómo, entonces la gran parte de las localidades eran de pie, mientras que hoy se cuenta con butacas situadas bajo el calor de 1.300 calefactores, zonas de palco y focos, siendo la iluminación artificial un elemento que tardó 10 años más en llegar al ya bautizado en 1955 Santiago Bernabéu. Ahora, tal y como afirma el Real Madrid en su página web, el estadio «está viviendo una gran transformación para seguir siendo un icono universal». El objetivo es convertirlo en un icono vanguardista, con la máxima comodidad, seguridad y tecnología de última generación; es decir, en un estadio del futuro, más propio del siglo XXII que del actual.
De aquel estreno en la década de los 40 ante el conjunto portugués de Os Belenenses donde los blancos se impusieron por 3-1 y en el que Barinaga anotó el primer gol del estadio, el Santiago Bernabéu ha sido el escenario de las hazañas del Real Madrid, entre las que el club destaca el cámino a la decimocuarta Champions League. «En la historia quedarán las vividas durante el último año, en las que nuestro estadio fue protagonista de noches mágicas en la Champions ante el PSG, Chelsea y Manchester City«.
A medida que el Real Madrid ampliaba su historia su casa crecía. Al poco de construiruse y todavía en la década de los 50, se hizo la primera gran ampliación y se levantó un tercer anfiteatro en el lateral Este añadiendo una grada en la zona la calle Padre Damián. En esa segunda fase de construcción, que fue de 1952 a 1954, el plan era llegar a un aforo de 125.000 espectadores y dotar al recinto del equipamiento más moderno posible.
Ya en los 80, cuando Di Stéfano, Gento, Puskás y Kopa ya habían volado por el césped del Bernabéu, destrozado sus redes y ya habían elevado al club a una categoría superior, el estadio subió otro peldaño. La organización en España del Mundial de fútbol de 1982 obligó a una remodelación general. Como describe el Real Madrid, «era importante transmitir una imagen de modernidad a los millones de personas que seguirían el campeonato en directo o a través de la televisión. Por eso el proyecto de reformas afectó a la práctica totalidad del recinto».
El aforo se redujo a 98.776 localidades, 67.000 de ellas de pie. Se aumentó la potencia del sistema de iluminación y se incorporaron nuevos videomarcadores fabricados con la última tecnología. El mayor paso adelante fue la incorporación de la cubierta de metálica que cubría tres cuartas partes de las gradas y que daba refugio a un buen número de localidades que quedaron a resguardo de las inclemencias del tiempo. Durante los 90, con Ramón Mendoza como presidente, se estrena una nueva tribuna que contaba con 20.000 nuevos asientos que compensaban la péridad de las localidades de pie. Esta zona sólo duró tres años, hasta 1997, cuando se renuevan los asientos del estadio y se instalan donde no había.
En el siglo XXI y ya con Florentino Pérez como presidente se inció el ‘Plan Director de Infraestructuras del Estadio’ que dió lugar a la actualización técnica de las instalaciones e infraestructuras, su explotación comercial y la puesta en marcha de nuevas líneas de negocio. El club cambió los videomarcadores, la megafonía y los vestuarios. Se inauguró la nueva fachada de Padre Damián y la cubierta. En 2007, la UEFA incluyó el Santiago Bernabéu en la categoría de Estadios de Élite. En 2011 se amplió el primer anfiteatro, lo que sumó una fila más al voladizo del graderío para añadir un total de 900 localidades.
El salto al siglo XXII previsto para el verano de 2023 tiene como principales exponentes la celebración de eventos, ferias y congresos, que se podrían realizar sobre la superficie lisa que quedaría en el Bernabéu una vez recogido el césped natural, y cubierto el césped artificial instalado debajo. Gracias a los cambios y a la nueva cubierta retráctil, el Real Madrid aspira a ocupar el nuevo Santiago Bernabéu unos 300 días al año e inaugurar así una importante fuente de ingresos para el club de la que actualmente carece. En los últimos años, el estadio sólo se usa para partidos de fútbol y muy ocasionalmente para conciertos.
Además, el nuevo proyecto incluye en el Bernabéu nuevas zonas de ocio y restauración, varios restaurantes con vistas al césped e incluso un bar-terraza con vistas a la ciudad, además del nuevo museo. Otra de las novedades explicadas por el club es la posibilidad de ‘dividir’ el estadio en dos, con grandes lonas de separación e insonorización, que permitirían celebrar a la vez dos grandes eventos. La nueva infraestructura del Bernabéu también habilitaría al estadio para acoger otros eventos como partidos de la NFL de fútbol americano, que en los últimos años ya ha hecho incursiones en Europa. El coste estimado de la ampliación ronda los 700 millones de euros, para los que el Real Madrid se ha financiado con préstamos a devolver durante los próximos 30 años.