El mantra de la cultura como sector diferencial y generador de riqueza en estrecha alianza con el potencial econmico del turismo lo vienen entonando desde hace muchos aos lderes de cualquier signo poltico y todas las administraciones. Pero ninguno parece habrselo tomado tan en serio, o con tal eficacia, como el incombustible alcalde de Mlaga, Francisco de la Torre, y su equipo. Y paradjicamente, el xito de la apuesta por la cultura como divisa de la ciudad en trminos de proyecc
in nacional e internacional tiene su origen en una gran decepcin .
En 2016, la ciudad aspiraba a ser elegida Capital Europea de la Cultura, pero fue San Sebastin la ganadora. Para entonces, la capital de la Costa del Sol llevaba aos tratando de ampliar ese ttulo. Toda vez que el buen tiempo, las playas, las ventajas de un gran aeropuerto internacional y las infraestructuras hoteleras y de servicios se daban por descontados, ya el Plan Estratgico aprobado por la ciudad a mediados de los aos 90 fij el objetivo de convertir la oferta cultural en gran atractivo turstico y aliciente para las inversiones.
De modo que, lejos de bajar los brazos y volver a barajar en busca de otra carta propicia, al quedar Mlaga apeada de ese programa europeo en 2016 el alcalde reformul la apuesta elevando an ms la ambicin. Se trataba de configurar una oferta musestica rotunda, a la altura de capitales internacionales de mayor dimensin, partiendo de las principales bazas que haba, ambas en funcionamiento desde 2003: el
Centro de Arte Contemporneo
(CAC), una iniciativa municipal, y muy especialmente el
Museo Picasso
, gestionado por la Junta de Andaluca en virtud del acuerdo alcanzado con Christina y Bernard Ruiz-Picasso, respectivamente nuera y nieto de uno de los ms grandes artistas del siglo XX. De la pareja proceden los fondos con los que se abri la pinacoteca, que no tard en irradiar su efecto revitalizador al centro de la ciudad.
FIEBRE POR LOS MUSEOS
En 2011 se sum una nueva pinacoteca al llegar al palacio renacentista de Villaln el
Museo Carmen Thyssen
tras una dura pugna con Sevilla, que tambin aspir a acoger la coleccin de la baronesa, una de las ms importantes de arte espaol de los siglos XIX y XX . El impacto del plan alcanzado en marzo de 2015 espectacularmente un grado de dificultad de igualar cuando aterrizaron con slo tres das de diferencia en la ciudad las sedes de dos de los centros de arte de mayor relumbrn internacional: el Centro Pompidou Mlaga , primera embajada de la referencial institucin parisina fuera de Francia, con sede en El Cubo, un edificio en la confluencia de los muelles del puerto que no tard en erigirse en icono de la pujanza y el dinamismo de la nueva Mlaga; y el
Museo de Arte Ruso
, establecido en el antiguo edificio de la Tabacalera tras sellar el Ayuntamiento un acuerdo con el Museo Estatal Ruso de San Petersburgo, que el ao pasado se prorrog hasta 2035.
El Cubo, sede del Centro Pompidou.
JOS AYM
La invasin de Ucrania por parte de Rusia ha roto todas las previsiones y, en el marco de las sanciones al rgimen de Putin, la filial malaguea devolvi en mayo al museo matriz las piezas que integraron la ltima exposicin, compuesta por medio milln de obras. Esta hibernacin forzosa debido a la guerra se pali con una muestra de obras cedidas por la Fundacin Picasso Casa Natal, y desde mediados de este diciembre con tres exposiciones consagradas de nuevo al arte ruso, pero esta vez con prstamos de coleccionistas particulares. Las obras actualmente expuestas pertenecen a una empresaria britnica, Jenny Green, a Ilya y Emilia Kabakov, un matrimonio ucraniano afincado en EEUU, y al fotgrafo Jos Manuel Ballester, cuyas imgenes documentan precisamente el complejo proceso de retirada de las obras para ser enviadas de regreso a San Petersburgo. Est por definir an el nuevo destino de esta institucin, cuya actividad se encuentra desligada sine die de la finalidad que motiv su apertura.
PICASSO, EL TTEM
Tan ineludible ha llegado a ser la figura de Picasso en su lugar de nacimiento, tan incansablemente invocada su estela tutelar por las instituciones, que algunas voces llevan tiempo sealando posibles efectos adversos. El tambin malagueo Rogelio Lpez Cuenca, ganador este ao del Premio Nacional de Artes Plsticas, creador de largo recorrido y de discurso corrosivo, titul uno de sus proyectos -desarrollado, en voltereta irnica, con una beca de la Fundacin Picasso Casa Natal- Sobrevivir a Picasso. Pero no ser desde luego 2023 el ao en que se aplaque el entusiasmo por su legado.
Con motivo del
50 aniversario del fallecimiento del totmico artista
, el Museo Picasso Mlaga, que a su vez celebrar sus 20 aniversario en el ao entrante, acoger dos potentes exposiciones, Picasso: cuerpo y materia, que recorrer su produccin escultrica, y El eco de Picasso, dedicada a rastrear las huellas de su obra en nuestros das a travs de una seleccin de 30 artistas contemporneos. El Museo Casa Natal de Picasso, por su parte, organizar otras dos: Las edades de Pablo y La imagen de Picasso.
El otro buque insignia. Si Mlaga se ha convertido en la ltima dcada en un modelo para muchas otras ciudades dentro y fuera de Espaa, y si ha sido elegida por la Fundacin Contempornea como el
tercer destino con mejor oferta cultural de Espaa en 2022, solo superada por Madrid y Barcelona
, ha sido sin duda gracias a la extraordinaria capacidad de atraccin de este gran parque musestico. Pero no es su nico argumento.
DEL CINE AL TEATRO
El Festival de Cine de Mlaga ha alcanzado este ao sus 25 ediciones convertido en un escaparate al exterior fundamental para la ciudad y en una
cita imprescindible para la industria nacional
, condicin reforzada por la implicacin en el certamen -en calidad de patrocinadores- de RTVE y Atresmedia, sendas garantas de proyeccin meditica y presencia de producciones destacadas en su programacin. Ratificando este estatus, la
Academia de Cine llev a Mlaga la ceremonia de entrega de los Goya dos aos consecutivos
, en 2020, poco antes de que se desatara la pandemia en Espaa, y 2021, sta celebrada en un formato adaptado a las medidas de prevencin sanitaria que an condicionaban entonces este tipo de actos.
Una estrella en el Soho. Inaugurado con el musical
A Chorus Line
y un entregado Antonio Banderas sobre las tablas, el
Teatro del Soho
se sum a la vida cultural malaguea a finales de 2019. Con un equipamiento tcnico apabullante y capacidad para acoger montajes de gran complejidad escnica, el proyecto responde al sueo del actor de llevarse a su tierra natal un trocito de Broadway y su bulliciosa vida teatral.
Sin el aura glamurosa de este proyecto de gran calado econmico, pero imprescindibles para los amantes de las artes escnicas en continua mutacin, son el veterano
Teatro Cervantes
y la Factora Echegaray
, un interesante vivero de talento joven que se puso en marcha en el antiguo teatro del mismo nombre, como respuesta a la demanda de espacios y programaciones estables por parte de los intrpretes locales.
Al abrigo del ADN cultural que Mlaga ha decidido hacer suyo con ahnco naci tambin
La Trmica
, un espacio cultural gestionado por la Diputacin provincial y que, tomando como inspiracin las naves de Matadero Madrid, ofrece en su sede, ubicada en una antigua casa de misericordia en el barrio de Huelin, una amplia y rigurosa programacin que comprende exposiciones, conferencias, talleres, conciertos, cursos… Actualmente en un impasse debido a la marcha de su director, Salomn Castiel, a la Secretara General para la Cultura de la Junta de Andaluca, La Trmica es uno de esos lugares que, sin acaparar titulares sistemticamente, hacen cultura en la ciudad.
EL RINCN DE LAS LETRAS
Las letras no han sido ajenas a la expansin del calendario cultural malagueo y, junto con la actividad que desplegaban ya instituciones como el
Centro Cultural Generacin del 27
o el
Centro Andaluz de las Letras
, en los ltimos aos los lectores han podido disfrutar de citas de primer nivel, todas con autores del mximo prestigio, como
Mlaga 451: La noche de los libros
; el
Festival Ee
, que se sigue celebrando en Madrid pero desde 2017 comparte sede con Mlaga; o
Escribidores
, unos encuentros organizados por la Ctedra Mario Vargas Llosa en colaboracin con La Trmica y que el pasado marzo se celebraron por primera vez, con la participacin de autores como el propio Nobel hispano-peruano o el rumano Mircea Cartarescu, uno de los autores de mayor trascendencia del panorama literario contemporneo.
Mlaga suena y brilla. Diversa es tambin la oferta musical, desde la temporada de abono (en el Cervantes) y otras actividades que lleva a cabo la Orquesta Filarmnica de Mlaga hasta el
festival Cala Mijas
, que tras el sino guadianesco de otras citas de similar corte se perfila como la tentativa ms seria de consolidar en territorio malagueo una cita homologable a festivales con vocacin internacional como el antiguo Festival de Benicssim o el actual Primavera Sound.
No existen las frmulas perfectas, y este modelo malagueo tan admirado dentro y fuera de Espaa no est exento de crticas, por ejemplo aquella que habla del olvido del tejido creativo local por parte de las autoridades deslumbradas por el brillo y la espectacularidad de los proyectos mastodnticos. Al margen de estas consideraciones sobre qu concepcin de la vida cultural se promociona, el xito de la apuesta estratgica de Mlaga es incontestable. Los ms de 100 millones de euros de las arcas municipales invertidos en la ltima dcada no slo han obtenido un retorno en forma de cientos de miles de turistas, sino tambin en algo intangible: Mlaga ya no es sinnimo unvoco de sol, playa y turismo demod. Y cuesta mucho cambiar una ciudad, pero ms an la imagen de una ciudad. En este caso, una media del 6% del presupuesto de su Ayuntamiento en la ltima dcada, adems de la poco frecuente capacidad de sostener una estrategia clara y sin volantazos a largo plazo.
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