En 2019 y al albor del #MeToo, afloraron unas informaciones que causaron un punto de inflexión en la carrera de Plácido Domingo, hijo de dos de los mayores precursores de la Zarzuela en México, donde debutó como tenor en 1959. Los testimonios recogían que el que se considera el mayor cantante de ópera de la historia había acosado sexualmente a más de una veintena de compañeras desde finales de los ochenta, prometiéndoles una carrera exitosa si cedían a sus pulsiones sexuales y negándosela si no; llegando a forzar «besos» y «tocamientos».
En esa línea, la agencia de noticias estadounidense Associated Press compartió una investigación que incluía las palabras de 20 presuntas afectadas. Entre ellas, había una mezzosoprano que narró que, en 1988 y cuando ella tenía 23 años, ensayaba la ópera Los cuentos de Hoffmann, de Jacques Offenbach, cuando el artista se propasó con ella en una escena de un beso y le susurró: «Ojalá no estuviésemos en el escenario».
La cosa no quedó ahí, sino que, según su testimonio, a posteriori Domingo comenzó a llamarla continuamente, aparecía en su camerino mientras se cambiaba sin previo aviso y la tocaba cuando se encontraban en el teatro. Una de las pocas afectadas que dieron la cara fue Patricia Wulf, quien dijo que Plácido Domingo era «un depredador» y que había repetido el mismo patrón con muchas mujeres del sector.
Como respuesta, el artista pidió unos meses para reflexionar sobre lo ocurrido en un comunicado y declaró que nunca había querido hacerle daño a nadie. También afeó la «inexactitud» de los testimonios acusatorios y lamentó haber hecho sentir «incómodas» a las afectadas, aunque mantuvo que sus intenciones habían sido las mejores, y habló de sus acciones como señales de «galantería».
Además, en octubre de 2019 dimitió de su cargo como director de la Ópera de Los Ángeles, teatro que inició una investigación interna y concluyó con 10 denuncias de conducta inapropiada que comenzaron en 1986, aunque algunas no lo denunciaron hasta mucho más tarde por «miedo al estatus del artista», unas acusaciones que Domingo negó.
En Europa, sin embargo, mantuvo la mayoría de sus fechas. Por su parte, AGMA (el sindicato de músicos de ópera y artistas de danza de EE.UU.) inició también una investigación interna y concluyó, de manera simétrica a la de la Ópera de los Ángeles, con que se habían dado provocaciones sexuales inapropiadas que las denunciantes habían callado por miedo a las represalias.
Plácido Domino protagoniza Salvados
El trámite no fue más allá, según filtró el vicepresidente del organismo, Samuel Schultz, porque los abogados del tenor pagaron medio millón de dólares al sindicato; aunque AGMA mantuvo que ese dinero, hasta que se rompió el acuerdo, iba a utilizarse para sufragar los gastos de los abogados, apoyar campañas contra el acoso sexual y una donación a organizaciones benéficas que pusieran el foco en este problema social.
Schultz dimitió tras asegurar que la verdad era que los abogados querían comprar el silencio del organismo. Este es uno de los participantes de Plácido. Un secreto a voces, un reportaje de Salvados que supone el regreso del formato a La Sexta tras un parón de un mes en su emisión. El programa, presentado por Fernando González González, popularmente conocido como Gonzo, mostrará asimismo los testimonios de varias mujeres denunciantes del tenor.
«Lo primero que te decían era que no te subieras con él en un ascensor a solas», cuenta una de las supuestas afectadas —y una de las primeras españolas en alzar la voz—, en el avance del reportaje que ha compartido La Sexta. En otro formato de la cadena, Al rojo vivo, Gonzo ha confesado que ha sido especialmente difícil convencer a las denunciantes para que hablaran en un programa que cuenta con «año y medio de trabajo previo».
«Me dijo ‘oye, ¿puedo meterte la mano en ese bolsillo tan bonito?‘», relata otra de las cantantes de ópera que participan en el programa, de espaldas a la cámara y con la voz distorsionada, pues prefiere preservar su intimidad. En total, han sido 25 las denunciantes —en España— con las que han hablado las redactoras del programa, tal y como ha contado el presentador.
Luz del Alba Rubio es otra de las afectadas que prestará su testimonio al formato. En el avance, cuenta que el cantante intentaba darle besos, se lo encontraba allí a donde iba, recibía muchas llamadas suyas a altas horas de la noche y se refería a su marido como «mi rival».
Además, insiste en que, por el mal carácter de Domingo, tenía que tener mucho cuidado con sus formas a la hora de rechazarle, para evitar posibles consecuencias. De hecho, por ello, en una ocasión, el tenor le dijo que se «había quedado sin carrera», según cuenta. Por último, en el avance de Salvados aparecen varios seguidores del artista aguardando a la entrada de uno de sus conciertos, acusando a las denunciantes de ser unas «oportunistas» y de no haber hablado «en su momento». Por su parte, las aludidas añaden en el avance, que han sido mucho más cuestionadas por la sociedad que el artista, al que se considera «un Dios» y «el jefe» en su sector.