El Gobierno ha medido sus pasos respecto a los carros de combate, esperando a la coartada de sus aliados para sumarse ahora ya s al plan
El envo de material militar a Ucrania es un asunto incmodo de gestionar para el Gobierno. Ms an el de carros de combate, que tras un medido silencio es ya desde ayer una opcin sobre la mesa. Espaa mantiene un compromiso con la OTAN y la UE que, adems, ejerce de cortada para el Ejecutivo para defender su partipacin en las operaciones de armamento a Ucrania. Un paraguas ante las crticas de la gran mayora de sus socios, incluida Unidas Podemos, que rechazan el envo de armas, ms an el de carros de combate. De ah la prudencia y la discrecin que se guarda siempre en este asunto.
La consigna es clara: esperar siempre a que sean otros los que muevan antes ficha para tener la coartada. Mover ficha cuando ya hay una posicin euroatlntica ms o menos consolidada, una corriente de opinin asentada. Vamos de la mano de los socios y aliados, viene a ser el mensaje que se persigue siempre y con el que se justifican decisiones que se sabe tensionan la coalicin de gobierno y la relacin con ERC o EH Bildu.
As ha sucedido con la decisin de abrirse al envo de carros de combate Leopard a Ucrania. Se da la sensacin de ser algo forzado, obligado, pese a que era sabido desde hace tiempo. Se busca ese escenario. Durante semanas, silencio. Haba movimientos en la trastienda. Los pases europeos saben desde hace tiempo que Ucrania precisaba de carros de combate para poder contener a los rusos y permitirse plantear una ofensiva a partir de primavera.
Por no hacer mencin a las peticiones expresas de Zelenski. Espaa no se daba pblicamente por aludida, incluso se desviaba el foco diciendo que ese asunto no estaba sobre la mesa, cuando pases como Polonia o Finlandia ya lideraban el debate. Eso s, de manera premeditaba se evit rechazar la opcin. La salida, la de siempre: debe ser una solucin cojunta de los aliados. El paraguas.
As se explican las palabras del ministro de la Presidencia, Flix Bolaos, para argumentar y defender el envo de los Leopard ante las crticas de sus socios: Espaa tiene unos compromisos internacionales y tiene que estar donde tiene estar: con Alemania, Francia, Portugal o EEUU. No se entendera que no estuviramos ah.
Por eso Pedro Snchez mide sus pasos. Ni uno en falso. Cuando el martes Alemania confirm que no slo levantaba el veto al envo de los carros de combate Leopard, sino que ellos mismo proporcionaras unidades, se activ la maquinaria. La ministra de Defensa, Margarita Robles habl con los aliados para conocer cmo estaba el asunto. Ayer ya se dio por constatado que Espaa se sumaba al plan y enviar carros de combate. Una decisin de la que, segn ha constatado este diario, fue advertida la vicepresidencia de Yolanda Daz desde Presidencia.
Fuentes del Gobierno exponen que se les indic que el asunto estaba sobre la mesa, sin ofrecerles ms concrecin ni detalles sobre una decisin que se consum poco despus. Ayer por la maana hubo una reunin de urgencia del espacio de Unidas Podemos, a la que asistieron Yolanda Daz, Ione Belarra, Alberto Garzn, Enrique Santiago, Jaume Asens o Juan Lpez de Uralde para abordar el asunto y ver cmo se trataba. Mientras Podemos e IU son beligerantes criticando la escalada armamentstica, Daz opt ayer por una posicin ms salomnica, sin una crtica tan dura y abierta.
El pacto de Gobierno dej sentado que las decisiones en materias tan sensibles como Defensa o Poltica Exterior son del PSOE y, en ltima instancia, de Pedro Snchez. Ocurri lo mismo con el giro de La Moncloa con el Shara Occidental.
Las decisiones las toma el PSOE, pero eso no evita que ste sea uno de los temas que ms agrieta la coalicin y la relacin con los socios. Ms an con el propsito de que el envo de los carros de combate no sea debatido en el Congreso. Cabe recordar que la ampliacin de cuatro a seis buques destructores en Rota, sellada en junio de 2021 entre Pedro Snchez y Joe Biden y que se est ultimando en estos momentos -de hecho las obras en Rota comenzarn en breve-, tampoco ser sometida a votacin en el Congreso.
Que es una gestin incmoda la demuestra que Snchez cuando aborda la invasin de Ucrania pone el foco intencionadamente en la ayuda humanitaria y en la acogida de refugiados. Mientras la ayuda militar da la sensacin de hacerse de tapadillo o a remolque, en estos asuntos s se presume concienzudamente: 164. 000 ucranianos han recibido proteccin temporal y residen en nuestro pas y se han destinado 38 millones a ayuda humanitaria.
Pero la decisin de Alemania oblig a salir de detrs de las bambalinas, quitarse las caretas. La ministra Margarita Robles zanj ayer que Espaa est dispuesta al envo de tanques Leopard a Ucrania y al adiestramiento en su uso, aadiendo la coletilla preventiva: siempre en coordinacin con los aliados.
Robles, en declaraciones a Efe -la va que emple para constatar el anuncio-, subray que Espaa est est dispuesta a la coordinacin con los aliados en todo lo que sea necesario y que haga referencia al envo de esos tanques, por lo que no es posible determinar ahora el nmero de unidades que, en su caso, podran enviarse.
Este diario ya adelant que 53 de los 108 carros Leopard que el Gobierno de Espaa adquiri en 1998 a Alemania y que descansan en el Centro Logstico de Casetas (Zaragoza) son viables. Fuentes de Defesa s hacen hincapi en que los carros de combate que estn en condiciones y operativos pero que no se pueden enviar son los destinados a Ceuta y Melilla, porque quedaran desguarnecidas esas misiones.
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