El Consejo Europeo aborda cmo responder a las subvenciones norteamericanas con fricciones internas, dudas importantes y miedo a la fragmentacin del Mercado nico.
Hay un problema y toda Europa est de acuerdo en cul es: la prdida de competitividad de las empresas continentales. Hay un desafo estructural, el apoyo del Estado chino a las suyas, y uno coyuntural, la legislacin aprobada por EEUU (conocida como IRA) para dar cientos de miles de millones de dlares para la transicin verde, y todos estn de acuerdo en la UE. La respuesta de los 27 va a pasar por una relajacin de las reglas sobre ayudas de Estado, y en eso hay consenso en todas las capitales y las instituciones comunitarias. Pero a partir de ah, ya no hay unanimidad en nada: ni cul es la causa ltima de la situacin ni cul debe ser la receta completa. Francia y Alemania estn encantadas con la idea de la relajacin, que reclaman desde antes del Covid incluso; estn alineadas en las lneas maestras y estn yendo de la mano en cada paso, incluyendo un viaje esta semana a Washington, lo que ha generado suspicacias, molestias o abierta hostilidad en el resto de 25 socios comunitarios.
Esas diferencias se vieron este jueves en Bruselas en el Consejo Europeo informal que reunin a los jefes de Estado y de Gobierno de la Unin, si bien todo qued eclipsado por la visita del presidente ucraniano, Volodirmir Zelenski. Los lderes abordaron la cuestin de los subsidios norteamericanos, y aprobaron una serie de conclusiones genricas sobre los prximos pasos, pero las fricciones son muy obvias y de difcil situacin. Pars y Berln llevan tiempo reclamando un cambio en las normas de Competencia para permitir la creacin de gigantes europeos que hagan frente a los chinos o norteamericanos, pero tanto la Comisin como muchos vecinos teman y temen que eso generara campeones nacionales, ms que continentales. Adems, ambos pases son los que tienen ms msculo fiscal, como se ha visto desde 2020 con las ayudas de la pandemia y por las consecuencias de la guerra, y lo que se est generando es una Europa claramente de dos velocidades en este tema y se corre el riesgo de una fragmentacin total del mercado nico.
Por un lado estn esos dos pases, partidarios de cambiar ya el marco de ayudas. Y sobre todo Macron, muy agresivo, vehemente y tratando de arrastrar al resto, con Alemania ms callada, pero remando al tiempo. Por el otro, escpticos tradicionales como Holanda, que cree que una guerra de subvenciones es tan mala como una guerra comercial y que cree que el problema de Europa es interno, no exgeno. Est en la burocracia, la complejidad del sistema, las reglas disfuncionales o que existen 27 tradiciones y en algunos sentidos 27 mercados nacionales, adems de los regionales. Eso hace que las firmas chinas o norteamericanas tengan mucho ms fcil crecer en sus mercados, generando ventajas competitivas claras, ms all de ayudas. La UE, sostienen, tambin ha dado sus ayudas verdes, los fondos Next Generation, as que no puede quejarse su otros hacen algo similar. Pero quieren garantas, cortafuegos, lmites muy claros y transparencia absoluta para que los ricos y fuertes no salgan mucho ms ricos y fuertes y el resto quede an ms rezagado, los ms vulnerables pero tambin quienes se muestran orgullosos de sus cuentas saneadas, su atlantismo y su coherencia fiscal.
En medio de ambos bloques, otros como Espaa e Italia, que adoptan un enfoque pragmtico. Ven, como los dems, el claro riesgo de fragmentacin, pero dado que saben que va a pasar, y que se va a cambiar el marco, tratan de que sea lo ms beneficioso posible. “Ya hay fragmentacin as que queremos relajar las ayudas, pero slo unos aos y unos sectores”, explican fuentes de Moncloa. “Algunos quieren manga ancha, quitar todos los procedimientos existentes. Eso no, nosotros queremos simplificar lo que hay, pero no eliminarlo todo”, aclaran.
Quieren que sea hasta 2026, para igualarlo a Next Generation. Quieren ms agilidad, ms flexibilidad, que se pueda usar todo el dinero disponible. Quieren que las ayudas sean para empresas de la transicin verde nada ms, temporales y focalizadas. Y que la UE puede igualar cada subsidio que conceda a EEUU, para retener empresas. Y quieren aprovechar para que muchas reivindicaciones que hasta ahora han sido ignoradas entren en el paquete. Pero no ve nuestro pas necesidad de ms fondos, porque hay mucho dinero ya en circulacin aprobado. Quieren eficacia, y relajar algunos umbrales, pero no como Francia, que pide elevar desde 10 millones de euros hasta 100 el tope a partir del cual es obligatorio el permiso previo de Bruselas para socorrer ciertos sectores. Y exigen que haya clusulas que impidan relocalizaciones internas, que empresas se vayan del sur al norte si all pueden acceder a dinero discriminador.
Relajacin en pandemia
La UE lleva ya desde 2020 relajando las ayudas de Estado y eso pone muy nerviosos a los ortodoxos. Un poco ms, sostienen, va a provocar una fragmentacin y cargarse 30 aos de construccin del Mercado nico. No es lo normal que el eje franco-alemn est en minora, o incluso aislado en una posicin maximalista, pero tampoco es la primera vez. Analistas, diplomticos y funcionarios comunitarios ven un desafo en la legislacin norteamericana, y ven imprescindible convencer a Washington de que las empresas europeas merecen, “como mnimo, el mismo trato que Canad o Mxico”.
En esta cumbre informal se ha abordado la cuestin, pero se espera ahora una propuesta legislativa ms firme de la Comisin Europea y ser necesaria mucha ms discusin a nivel de ministros, en el Ecofin, para pulir los detalles del paquete. Un cambio en las reglas de ayudas, una mayor flexibilidad tambin para acceder a los instrumentos de financiacin (vital para los pases con menos msculo fiscal propio), ms flexibilidad tambin para disponer del dinero ya movilizado en otros instrumentos pero que est bloqueado (tanto para la pandemia como la guerra o la factura energtica). Y, claro est, la opcin de un Fondo de Soberana que, en el futuro, movilice ms dinero. Estamos muy lejos, pero en estas negociaciones es todo un quid pro quo. Espaa, que el prximo semestre asume la presidencia temporal del Consejo de la UE, lo sabe bien y se prepara para mover sus cartas. Todos tienen prioridades, y aunque Francia y Alemania son las ms grandes y poderosas, ya no pueden moverse en solitario y esperar y asumir que el resto seguirn sin preguntar. Esa poca es historia.
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