Pese a la negativa del socio de coalición y el resto de partidos que sostienen al Gobierno, la proposición de ley del PSOE para reformar la ley del ‘sólo sí es sí’ iniciará sus trámite parlamentario gracias al apoyo del PP. El Grupo Socialista ha encontrado el apoyo directo de Génova y de los diputados populares en esta cuestión pese a no haber establecido negociaciones y tras haber presentado, de manera posterior la misma propuesta que los conservadores con distinto sello. La toma en consideración de la iniciativa ha visto luz verde por 231 a favor, entre ellos los 88 diputados del PP, los nueve de Ciudadanos, y entre otros Coalición Canaria (9), los dos diputados navarros no adscritos o el PRC (1). Así como 59 en contra y 58 abstenciones. Entre ellas la de Vox.
El PSOE no ha sido capaz de llevar al ‘sí’ a ninguno de sus socios habituales salvo a los seis diputados del PNV. Más País y Compromís han decidido adoptar una posición intermedia como explicaban y adelantaban a primera hora de la jornada para abogar por el entendimiento entre socios y evitar usar el feminismo, en la víspera del 8M, como «arma arrojadiza». Pero Unidas Podemos ha arrastrado al voto en contra a ERC, que ya había dejado constancia de ese movimiento este lunes, así como a EH Bildu, que hasta el pleno no ha aclarado su posición. Al rechazo se han unido el BNG o la CUP, no tan habituales aliados de la coalición. Entre las apuestas por el ‘no’, la principal causa de los morados y sus socios a moverse hacia esa posición es la consideración que con su propuesta el PSOE «se pone en riesgo el consentimiento». Es decir, entienden que se retorna «a la legislación anterior de ‘la manada’» y que las víctimas deberán «demostrar» que han sido agredidas o violadas. Algo que genera contradicciones, dado que el Tribuna Supremo revisó la sentencia de Pamplona posteriormente.
ERC y EH Bildu han protagonizado, junto a Podemos, los discursos más duros en el ámbito de la izquierda. Los abertzale creen que la disputa entre socios de coalición ha dejado de lado «la finalidad de una ley necesaria y que trae muchos avances». Entre ellos, la diputada Isabel Pozueta ha destacado que «garantiza formación de género para jueces, se tienen en cuenta otras violaciones sexuales como la digital y se trabaja en la prevención». «Es necesario hacer retoques para no dejar resquicios, pequeños cambios técnicos», pero sin «volver a la legislación anterior, que es lo que pretende» la proposición del PSOE. Partido al que ven alineado con «las derechas», quienes quieren «impedir este cambio» y utilizan «el Código Penal como herramienta para ello». Pozueta ha expresado que un incremento de penas no soluciona nada ni da más «garantía de libertad a las mujeres».
ERC ha advertido que el PSOE está «comprando el marco discursivo a las derechas» y que «algunos jueces» han rebajado penas a delincuentes sexuales no de manera «inocente» y por cuestiones «patriarcales». En cuanto a su negativa a refrendar la toma en consideración, la diputada republicana Pilar Valluguera la ha defendido bajo la idea de «dar margen» a PSOE y Unidas Podemos para «sentarse» y «acordar» una iniciativa común. «No podemos partir el feminismo como están haciendo», ha considerado.
En la línea marcada posteriormente por Cuca Gamarra desde la tribuna de oradores, el diputado navarro sin grupo desde su expulsión de la UPN, Carlos García Adanero, ha instado al PSOE a «asumir responsabilidades» y a «hacer dimitir» a Podemos, o al propio partido morado a «salir» del Consejo de Ministros. Ello, ante las más de 700 sentencias rebajadas y las más de 74 excarcelaciones realizadas. Como el PP, los navarros o incluso Vox, la portavoz de Coalición Canarias Ana Oramas ha mostrado su preocupación por «las palabras» del portavoz socialista Patxi López en la cámara baja, que aseguran que esta será la solución a la reducción de condenas. «No va a servir hasta que esté aprobada y solo para los nuevos delitos», ha matizado Oramas, que también ha negado que sea «cierto» que con esta legislación se regrese a escenarios como el de la manada. «Seamos más humildes», ha solicitado.
Tras este episodio parlamentario, la coalición queda en un estado crítico de amplia diferencia, sobre todo con el escenario del 8M de fondo, que apunta a ser notablemente duro en las calles.