La recta final de la exitosa telenovela Café con aroma de mujer se emite en En Divinity durante estos días. De hecho, será este viernes 10 de marzo a las 22:00 horas cuando se pueda ver el último capítulo de la ficción que se ha convertido en un movimiento de masas mundial.
Para amenizar la espera, Planeta Calleja estrenó un programa con Laura Londoño, protagonista de la serie. Fue un capítulo muy especial porque, a diferencia de como ocurre normalmente, fue ella quien guió al leonés y, además, lo hizo por algunos de los pasajes más característicos de la serie.
Durante gran parte de la entrevista, la actriz habló de la discriminación por género, de cómo se había maninfestado el machismo en su trayectoria profesional y de que, a su juicio, «la historia está en deuda de las mujeres».
Londoño contó que William Levy, coprotagonista de Café con aroma de mujer, ganaba mucho más dinero que ella, aunque en ese caso no lo achacaba a que fuese un hombre, sino a que su caché era mayor.
«En ese momento no podía pelear por ese cobro igualitario, porque tenemos industrias diferentes, porque venimos de lugares diferentes y él ha conquistado otros mercados que seguramente yo no». Sin embargo, dijo que en otras ocasiones sí que había tenido claro que ganaba menos que sus compañeros por ser una mujer:
«En la primera temporada de La ley del corazón me pagaban menos de la mitad que a mi coprotagonista, hombre. Sobre la temporada dos, dije que sí lo hacía, pero pedí más dinero reivindicándome por lo que había pasado en la primera temporada. Me dijeron es que era injusto, porque me pagarían más que al protagonista, y yo no entendí por qué en ese momento era injusto y antes no», recordó, indignada.
Siguiendo con su trabajo, la colombiana desveló que llegó a abandonar una serie por las insinuaciones sexuales del director, algo que ocurrió después de su primera obra de teatro llamada Las profesionales del servicio. Después, a los 18 años, comenzó en la serie Sin senos no hay paraíso.
«Siendo un proyecto muy famoso, al que le fue bien, a mí no me gustó mucho. Tuve un malentendido con el director, yo creo que quería algo conmigo, le dije que no y no me volvió a dirigir la palabra en el set, fue un poco incómodo», comenzó a narrar.
Según explicó, lo que ocurrió fue que el directivo le indicó dónde estaba su habitación para que ella acudiese, aunque no llegó a verbalizar que eso le facilitaría más oportunidades en el ámbito audiovisual. Además, puso en valor cómo habían cambiado las cosas para que se atreviese a contar aquello, pues hasta hace poco no había sido capaz.