El Gobierno respira incómodo con un tema que ha pulverizado el arranque de la campaña del PSOE para el 28-M. Bildu y sus listas con 44 condenados por colaboración o pertenencia a ETA, siete de ellos por asesinato. Este martes, no obstante, el Ejecutivo recibió un balón de oxígeno: esos siete exetarras con delitos de sangre renuncian a ser concejales. Para la Moncloa, a la formación de Arnaldo Otegi le quedan aún «muchos pasos que dar», pero por lo pronto quienes han «ganado hoy son las víctimas». Lo que no aclara el equipo del presidente es si ha habido gestiones con la coalición de la izquierda abertzale o con su entorno para propiciar la salida de estos siete candidatos.
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