Acciona ha decidido replegar temporalmente su servicio de motos compartidas en Madrid al interior de la M-30. La compañía ha dejado de prestar servicio en zonas fuera del primer anillo de circunvalación de la ciudad donde lo hacía hasta ahora, como Alcobendas, Las Tablas, barrio de El Pilar, Hortaleza o Ciudad Lineal. También pone fin este 1 de febrero a su presencia en Alcorcón, Leganés y Getafe.
Fuentes de la compañía consultadas por El Independiente aseguran que la decisión de suspender el servicio en los exteriores de la M-30 se debe a causas técnicas y se realiza coincidiendo con un período donde la demanda desciende como consecuencia de las bajas temperaturas.
«En la actualidad -aprovechando que es invierno y la demanda es menor por motivos estacionales- tenemos un elevado número de motos en proceso de revisión para cuando llegue el buen tiempo, hecho que ya conocen nuestros usuarios», aducen las fuentes consultadas. «También aprovechamos este momento para mejorar nuestros procesos operativos«, añaden.
Acciona cuenta en la capital, donde llegó en 2018, con una flota de unas 3.000 motos 100% eléctricas de 125 centímetros cúbicos pertenecientes a la marca Silence, capaces de alcanzar los 80 kilómetros por hora y con una autonomía de 125 km. Precisamente, los vehículos se han vuelto un objetivo prioritario para los ladrones de baterías. Solo entre el 21 y el 29 de noviembre se sustrajeron 190, según recogió El Mundo.
Este componente es el de mayor valor de este tipo de vehículos y su sustracción puede llevar aparejados otro tipo de desperfectos en las motos que deben ser revisados antes de volver a estar en funcionamiento para garantizar la seguridad de los usuarios.
Desde la empresa aseguran que la intención pasa por volver a operar en un futuro próximo en esas zonas que ahora han sido canceladas. «Estamos trabajando para reestablecer la operativa del servicio con total normalidad lo antes posible», prosiguen.
Dentro de la M-30 hay zonas donde tampoco se prestaba servicio como el entorno de la Avenida de Burgos, Puerta de Hierro, Ciudad Universitaria o algunos barrios del distrito de Tetuán como Almenara, Valdeacederas y Berruguete. El servicio se limita también sólo a las grandes arterias que cruzan los barrios de Estrella, Pacífico, Adelfas, Delicias y Atocha. Y existen zonas vetadas en Lavapiés, Sol, Barrio de las Letras y Malasaña.
Según el mapa que muestra la aplicación, fuera de la M-30 sólo quedan habilitados dos pequeños espacios que abarcan varias calles en el entorno de La Moraleja, alrededor de sus sedes corporativas.
Fin a la prueba piloto en el sur
Donde no tienen previsto volver es a localidades del sur como Alcorcón, Leganés y Getafe, donde también ha sufrido robos de baterías en sus motos. La compañía arrancó allí el pasado verano una prueba piloto con 350 vehículos para estudiar el comportamiento de la demanda en ciudades de menor tamaño, pues hasta ahora presta servicio en capitales como Valencia, Barcelona, Sevilla, Milán y Roma.
«Hemos suspendido el piloto -tal y como ya han explicado los ayuntamientos-, analizaremos los resultados y nos replantearemos el desarrollo del negocio en ese tipo de poblaciones en el futuro», explican fuentes de la empresa, sin concretar ningún motivo específico para poner punto y final a la experiencia.