Era la cita más esperada por lo inédito. José María Aznar y Mariano Rajoy llevaban años sin coincidir en un acto de partido ni compartido escenario, no porque no se hubieran dado las circunstancias, no, sino porque uno dejó de ser llamado y el otro dejó de llamarle. El divorcio Aznar-Rajoy fue cruento y hasta traumático. Pero el actual líder del PP ha conseguido lo que, muy probablemente le hubiera resultado imposible a su antecesor, Pablo Casado, esto es, sentarles a los dos, mano a mano, en la reunión de la 26 Intermunicipal popular, convertida en uno de los ejes de esta larga precampaña electoral con primera parada en el 28 de mayo.
Aznar ha arrancado su intervención con un deferente «querido amigo y colega de tantas batallas, Mariano Rajoy» y el aludido ha dicho estar «honrado» de que su antecesor le nombrara para cinco ministerios y una vicepresidencia, todo muy amigable. Además han hecho distintas apelaciones a la unidad y a su respaldo, sin fisuras, a Alberto Núñez Feijóo. Lo cierto es que las dos intervenciones han sido bastante miméticas, lo que vendría a demostrar que siguen siendo del mismo partido aunque hubo épocas en que hasta eso resultaba dudoso.
Aznar y Rajoy han coincidido en apelar a la unidad en torno a Feijóo
Un detalle de la intervención de Rajoy ha sido el cuestionamiento de la etapa anterior, la de Pablo Casado, al que nadie ha citado en un intento de borrar su liderazgo por la vía de la ignorancia. Y es que Rajoy se ha felicitado de que Feijóo no confundiera renovación con «juventud ni inexperiencia. Ha buscado a los mejores vengan de donde vengan». En definitiva, «podemos estar orgullosos de las personas que componen este partido y de los equipos que son muchos y cualificados como corresponde a una formación como la nuestra. Se nota la experiencia a la hora de gobernar».
Aznar ha defendido al PP como «la única esperanza, seria e integradora, del cambio que España necesita y creo que eso se sabe a derecha y a izquierda». Asimismo, al hilo de esta afirmación, ha destacado el liderazgo de Feijóo y «nuestra responsabilidad y la mía, es apoyarle sin reservas y sin fisuras. Aquí estamos para lo que haga falta, para lo que el PP necesite». También Rajoy ha dicho estar a «disposición de todos como un militante más, dispuesto a aportar todo aquello que se nos pida» y agregado que «este es el año de la esperanza y, por lo tanto, es importante estar a la altura del reto».
Advierte Aznar que España está «en rumbo de colisión de muchas cosas, con el trabajo, la seguridad de las mujeres, el crédito de nuestro país en el mundo, las clases medias y el futuro de nuestros jóvenes; contra los empresarios y contra la Constitución. Hay que cambiar el rumbo y el PP debe ser el instrumento». Tras apelar a que nadie va a romper «la nación española, su soberanía, su integridad y su continuidad histórica», ha acusado al socialismo de ser una coalición de populistas de izquierda, secesionistas y terroristas «y todos dispuestos a seguir ahí al precio que sea».
Tanto Aznar como Rajoy han aludido a la labor de Barberá en Valencia
Además, Rajoy ha acusado a Pedro Sánchez de «blanquear lo más turbio de la política española a los que ha dado lo que les ha pedido». Pero los españoles «no se van a olvidar el gigantesco engaño de la última campaña electoral, de los indultos, de la política penitenciaria condescendiente con los terroristas a petición de Bildu, ni de los cambios en el Código Penal» en alusión a la sedición y la malversación,
Apuesta porque al PP «le vaya bien porque a España le irá bien. Una gran mayoría de españoles quiere que las cosas cambien -ha agregado- Están hastiados de los pactos de gobiernos con quienes se definen enemigos de España; del empeño en dividir a los españoles y generar tensión, del desprecio a la ley y que se legisle contra en interés general y de ocurrencias demagógicas y sectarias».
También ha coincidido con Aznar en citar a Rita Barberá. «Aquí en Valencia está su herencia imborrable», ha dicho Rajoy, acaso olvidando que fue en su época cuando acabó en el Grupo mixto del Senado, casi como una apestada.
Por su parte, Núñez Feijóo, que ha entrado al Museo de las Ciencias acompañando a ambos, les ha agradecido en una breve presentación, «estar aquí, estar los dos juntos. Es evidente que no están aquí por mí, sino por algo más importante, por su partido y, sobre todo, por su país». Tras apelar a la necesidad de respetar el legado del PP, ha recordado los tiempos en los que, «una forma u otra trabajé con los dos». «Para mí es un orgullo hablar de esa época magnífica de 1996 a 2004 y con el tiempo que protagonizaron los gobiernos de Rajoy de 2011 a 2018. Y es un orgullo mayor que quieran trabajar a mi lado», ha agregado.
Feijóo dice ver a su partido «ilusionado, emocionado, consciente del inmenso reto que tiene por delante. Y es porque es un partido unido. Voy a trabajar todas las horas que restan para unir este partido y gobernar».