Quién iba a pensar hace cinco años que nos pasaríamos tanto tiempo sin ver a Rihanna (34) sobre los escenarios. Ya entonces, cuando hizo su última interpretación en directo en la edición número sesenta de los premios Grammy, hacía dos años que no cantaba. Se decía que estaba preparando un álbum que nunca llegó. Lo que sí llegó fue su incursión en el mundo empresarial en 2017. Ya unos años antes había fichado, para sorpresa de todos, como directora creativa de Puma, un puesto que mantuvo durante seis años. Pero fue a través de su marca, Fenty, como consiguió transformar su imagen en la de una revolucionaria al más puro estilo Demna Gvasalia (director creativo de Balenciaga y cofundador de Vêtements).
Ahora vuelve a la música para subirse al escenario de la Super Bowl, uno de los más importantes del mundo, pero lo hace convertida en una persona nueva. Lejos queda esa joven de pelo rojo que quería que la hicieran sentir como si fuera «la única chica del mundo».
El comienzo de un imperio
En 2017, Rihanna lanza Fenty Beauty y, aunque sigue los pasos de Kylie Jenner (que creó Kylie Cosmetics en 2015), cambia rápidamente la industria. El motivo es tan simple que casi parece mentira que a nadie se le hubiera ocurrido antes: desde el principio lanza 40 tonos de base de maquillaje. En ese momento algunas grandes marcas aún contaban con menos de 10 opciones, y aquellos con tonos de piel fuera de ese rango se veían apartados. Desde entonces la marca de Rihanna ha ampliado su colección a medio centenar, con productos para la tez más clara hasta la que tiene más melanina. Su arriesgado movimiento desbanca el mito que se había extendido previamente de que más tonos no eran rentables o de que no se podían fabricar.
A día de hoy Fenty Beauty es una de las favoritas de las influencers de todo el mundo y ha marcado un antes y un después en la industria con su inclusividad de todos los tonos de piel. Además ha sabido apostar por los clásicos, como un labio rojo perfecto o un eyeliner duradero, a la vez que ofrecía apuestas más arriesgadas. Tras ella, otras artistas como Selena Gomez, Ariana Grande o Hailey Bieber han decidido apostar por sus propias empresas de cosméticos, con más o menos éxito internacional.
Continúa con el crecimiento lateral
Dos años después de Fenty Beauty, Rihanna expande el imperio y crea Savage x Fenty. Una marca de ropa interior que rápidamente establece su lugar en la industria con un modelo de negocio bajo suscripción. Sigue el mismo sistemas que otras empresas creadas por famosos como Fabletics, fundada en 2013 por Kate Hudson para vender ropa deportiva. Sin embargo, su incursión en la cultura popular va mucho más allá. Sus desfiles son un espectáculo de inclusión de gente de todas las formas y colores. Han conseguido posicionarse como los nuevos eventos que seguir al estilo del show de Victoria’s Secret.
Pese a haber dejado la música, en 2021 fue nombrada la mujer más rica de la industria, sobre todo por los ingresos de sus marcas de moda y belleza. En 2020, según Forbes, se hizo con más de 43 millones de euros en ganancias y tiene un patrimonio de 1.600 millones.
El amor (y la polémica) reaparece en su vida
La vida personal de Rihanna, más allá de los negocios o su música, ha sido siempre un misterio. Desde su tormentosa relación con Chris Brown, que terminó con una infame agresión a la cantante, nunca había posado en la alfombra roja con otra pareja. Sin embargo, en 2020 su relación con el rapero A$AP Rocky, cuyo nombre real es Rakim Mayers y a quien conocía desde hacía años, dio un giro. Según ha contado ella misma, se hicieron un viaje por carretera en plena pandemia en el que surgió la chispa y se enamoraron. En enero de 2022 anunciaron que serían padres de su primer hijo, un bebé que sin duda lleva la música en las venas.
Rihanna y A$AP se mudaron a las Barbados, lugar de origen de la cantante y en donde el rapero tiene también parientes. Sin embargo, un escándalo sacudió a la pareja en pleno embarazo. En abril, el intérprete de Praise the Lord fue detenido en el aeropuerto a su llegada a Los Ángeles. Fue acusado de participar en un tiroteo en el que resultó herido un examigo del rapero.
Tras el registro del hogar de Rihanna y A$AP Rocky, el rapero se declaró inocente en agosto. El juicio aún no se ha resulto, puesto que se retrasó la siguiente sesión y queda pendiente el veredicto del juez. Sin embargo, la pareja ha pasado página y continúa trabajando como si nada hubiera ocurrido.
La maternidad
Mientras A$AP Rocky se veía arrastrado de vuelta a Los Ángeles por estos temas legales, Rihanna continuaba la gestación con el apoyo de los suyos en Barbados. Sin embargo, decidió dar a luz a su bebé (que nació el 13 de mayo) en Los Ángeles. Un niño cuyo nombre todavía no se ha desvelado pero que ha cambiado por completo la vida de la cantante. «La maternidad es un locura, increíble, loca y rara. Todo a la vez», ha asegurado desde entonces.
Sin embargo, ha sido la maternidad la que ha empujado a Rihanna a volver a los escenarios, tal y como ella misma ha revelado. «Cuando eres madre hay algo que ocurre en ti que sientes que puedes con todo, que puedes hacer cualquier cosa», asegura la cantante. «La Super Bowl es uno de los espectáculos más grandes del mundo, pero a pesar de la impresión que produce hay algo emocionante en el reto». «Es importante para mí que mi hijo vea eso«, añade.