España tiene uno de los niveles de concentración más bajo en el sector de la distribución alimentaria. Es una de las respuestas de las principales patronales a la propuesta de la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para limitar los precios de algunos productos básicos en los lineales de los supermercados como forma de luchar contra la inflación.
La ‘número dos’ del Gobierno acusaba a los gigantes del sector de estar disparando el coste de muchos productos sin justificación. «Los oligopolios de nuestro país no solo están en el sector bancario o en el energético, tenemos cinco grandes distribuidoras de alimentación que concentran el 50%», decía en una entrevista concedida al diario.es, en la que proponía también buscar un pacto con el sector para establecer un tope a los precios de alimentos básicos como la leche, el pan, los huevos o la fruta.
Desde la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc), recuerdan que a cierre de 2021, las cinco primeras cadenas de distribución (Mercadona, Carrefour, Lidl, Dia y Eroski) sólo copaban el 49% de la cuota de mercado en nuestro país. Una situación que contrasta con la realidad de países de nuestro entorno, donde las grandes cadenas acaparan una parte mucho mayor del pastel.
Según los datos que traslada a El Independiente la citada patronal en base a los estudios de diferentes consultoras, las cinco primeras cadenas acaparan en Italia el 58,1% del mercado; mientras que en Reino Unido aglutinan al 74,6% y, en Portugal, el 75,4%. Por su parte, en Francia representan el 78,9%; en Alemania el 79,2% y, en Holanda, el 80,1%.
En nuestro país, la consultora Kantar asegura que el 51,1% del mercado está en manos de cinco grandes compañías, entre las que despunta sin lugar a dudas la de origen valenciano presidida por Juan Roig. La cuota de Mercadona está en el 25,2%, mientras que la francesa Carrefour se queda con un 9,2%.
Tras la pandemia, la cadena alemana Lidl logró arrebatar la tercera posición a Dia, y ahora mismo tiene el 6,2% de la cuota de mercado en España. Por su parte, Dia se queda con otro 4,8%, seguida de cerca por el grupo vasco Eroski, que tiene un 4,3%. Otra gran enseña como Alcampo se queda con un 3%.
Ese nivel de concentración del sector en España y la gran competencia existente entre operadores y marcas «dota al consumidor de una gran capacidad de elección, lo que evita el riesgo de especulación y juega en favor de la contención de precios», argumentan desde la patronal. El efecto de la pandemia impulsó el negocio de las cadenas regionales y de proximidad, que no han parado de crecer en penetración.
Carrefour controla el 20,1% del mercado francés
Siguiendo los datos de Kantar, Carrefour controla el 20,1% del mercado francés de la distribución alimentaria, mientras que E.Lecrerc se sitúa en el 22,5%. Les siguen el grupo Les Mousquetaires (15,8%) y Auchan -la matriz de Alcampo- (8,9%). En Reino Unido, Tesco controla el 26,9% del mercado, mientras Sainsbury’s aglutina el 14,8%, Asda un 13,9%, Morrisons un 9,3%, Aldi un 9,1% y Lidl un 7,0%.
Frente a las palabras de la número dos del Gobierno, desde Aecoc también replican que «España es uno de los países europeos que ha experimentado un menor incremento de los precios de los alimentos en 2022, algo que el sector ha conseguido a base de ajustar y reducir sus márgenes».
Según los últimos datos disponibles, «en los cinco primeros meses del año, los precios de los alimentos se encarecieron un 7,9% en España, mientras en Alemania subieron un 8,9%, en Suecia y Austria un 8,2% y en Portugal un 10,7%», subrayan.
Asimismo, esgrimen que el incremento de los precios de los alimentos es consecuencia directa del incremento de otros costes esenciales para ellos como los energéticos, materias primas, transporte, y, por tanto, «se produce a pesar de los esfuerzos del sector».