La actual presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, podría gobernar en solitario la próxima legislatura, según apunta la última encuesta de IMOP Insight para El Confidencial. Ésta llega días después de la celebración de la última sesión plenaria en la Asamblea de Madrid, y una semana antes de que se disuelva la cámara para iniciar la carrera electoral del 28 de mayo. La peculiaridad de este sondeo, es que por primera vez en lo que va de año, Ayuso y el Partido Popular lograrían la mayoría absoluta con 69 diputados exactos que se demandan. Para observar una estimación similar, hay que remontarse a dos meses después del 4-M de 2021, tras la renovación de la asamblea regional.
Ayuso alcanzaría este resultado después de romper relaciones con Rocío Monasterio y Vox en el último control al legislativo. Una ruptura que Ayuso justifica por la deriva tomada por el partido y al negarse la fuerza ultraconservadora a apoyar una deducción fiscal para facilitar la inversión extranjera en la Comunidad. A esa ruptura, Vox responde con estabilidad, y Santiago Abascal afirma que seguirá «apoyando el mejor Gobierno que hay en España, que es el de Castilla y León», dijo en un acto en Valladolid el viernes pasado.
Asimismo, y al margen de Ayuso, que no tendría que negociar su investidura, IMOP mantiene a Más Madrid y a Mónica García como líder del bloque de la izquierda con 28 escaños frente a los 24 actuales. El crecimiento de Ayuso se produce por la desaparición de Podemos en la Comunidad de Madrid, que seguiría el mismo camino de Ciudadanos en 2021 hacia el extraparlamentarismo y perdería sus diez representantes actuales, lo que beneficia en el reparto al partido más votado. En tercera posición regional, queda el PSOE-M de Juan Lobato, nuevamente, que no consigue dar el sorpasso a los de García. Los socialistas afrontarían la nueva legislatura. Lo haría, no obstante, con mejor posición, un escaño más de los 24 obtenidos hace dos años.
Con esta posición autónoma, el fenómeno Ayuso se consolida aún más, y de forma progresiva, en este tercer proceso electoral. La actual presidenta logró hace cuatro años 30 diputados y ascendió al poder junto a Ciudadanos e Ignacio Aguado como socio minoritario y vicepresidente. Tras el fracaso de intento de moción de censura en Murcia con el PSOE, uno de los principales precursores de la crisis actual que atraviesan los naranjas, Ayuso rompió y adelantó comicios. Subió a 64 escaños y un 44,8%, por lo que pudo gobernar con Monasterio como socia externa. Ahora, Ayuso, con sus 69 representantes, sumaría cinco miembros más que el 4-M y 39 más que en 2019. Igualmente, Vox quedaría marginado sin capacidad de acción como cuarto y último grupo autonómico. Monasterio se haría con los mismos 13 escaños.
Además de Ayuso indirectamente, el PSOE es la formación que saca rédito de la debacle de los morados, recibiendo casi la mitad de los votantes. Más Madrid se haría con uno de cada cuatro sufragios de Podemos. Ayuso es la líder más conocida, con un grado de reconocimiento del 99,5% de los madrileños. Le sigue Monasterio con el 88,1%. Ningún líder aprueba, pero es Ayuso con el 4,9 sobre diez, y García con el 4,8, las que rozan el suficiente. Lobato es el menos valorado con un 4,5, y Alejandra Jacinto, de Unidas Podemos, con el 18,2%, es la que goza de menor conocimiento social.
Si Unidas Podemos lograse el 5% mínimo de voto, el PP de Madrid bajaría a 66 diputados, según simula IMOP. Más Madrid, PSOE-M y Vox descenderían a los 27, 24 y 13 respectivamente. Los morados entraría con los siete parlamentarios mínimos.