La Comisión Europea evitó este martes apoyar abiertamente la construcción del gasoducto MidCat, que defienden España y Alemania pero rechaza Francia, y señaló que su futuro depende de las discusiones entre los países «involucrados».
«Lo que puedo decir, muy simplemente, sobre esto es que cualquier proyecto de infraestructura transfronteriza adicional que conecte la península ibérica con el resto de Europa debe ser analizado por los Estados miembros involucrados y el promotor», expresó en una rueda de prensa el portavoz de Energía del Ejecutivo comunitario, Tim McPhie.
«En este momento no puedo dar una posición sobre un proyecto específico. Es necesario que los Estados miembros y el promotor del proyecto avancen sobre la viabilidad del proyecto y es en ese momento en el que podemos dar una posición», repitió.
Así ha reaccionado Bruselas un día después de que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, insistiese en el rechazo de su país al proyecto que conectaría España y Francia con un gasoducto que atravesaría los Pirineos, aumentando el nivel de interconexión de la península ibérica con el resto del continente.
En concreto, Macron dijo que no comprende «el problema a corto plazo que se intenta resolver» con la construcción del MidCat y argumentó que las otras dos tuberías que unen actualmente los dos países, por el País Vasco y Navarra, están «infrautilizados» porque desde febrero se están utilizando al 53 %.
Así, el portavoz de Energía de la Comisión Europea recordó que el MidCat no consta en la lista de proyectos de interés común (PIC) de la UE porque las autoridades francesas y españolas decidieron dejarlo «en pausa» a la espera de «nuevas evaluaciones» tras constatar que el proyecto no estaba «maduro».
También subrayó que, de acuerdo con la nueva legislación en materia de infraestructuras energéticas aprobado recientemente, no se pueden financiar con recursos europeos aquellos proyectos basados en combustibles fósiles como el gas.