La reforma limitada del delito de malversación tiene las compuertas abiertas por decisión de la Moncloa, pero sigue generando dudas, temor, recelos o directamente desaprobación dentro del PSOE. No es semejante a la supresión de la sedición, que sí se encajó con naturalidad en el partido —salvo en Castilla-La Mancha y Aragón, las dos federaciones más distanciadas de Ferraz—, porque en este caso se tocaría uno de los delitos medulares de corrupción.
El resquemor ya emergió hace semanas, cuando el propio presidente ya deslizó que estaba dispuesto a estudiar una enmienda en ese sentido de ERC, y se extendía por amplias capas del partido. Ahora, los barones aguardan a conocer la redacción final de la enmienda de los republicanos —se registrará el viernes en el Congreso— para pronunciarse sobre ella, aunque algunos de ellos, como los secretarios generales de Madrid y Castilla y León, Juan Lobato y Luis Tudanca, confirman su rechazo. «A los corruptos, ni un día menos de prisión, ni a los corruptos del PP de Madrid, ni a los del PSOE, ni a los catalanes, ni un día menos. Con dinero público, cero bromas», advertía el líder madrileño. Y es que en el PSOE se teme el impacto de una medida tan trascendente a apenas seis meses de unas elecciones autonómicas y municipales, las del 28 de mayo, que se presentan como una carrera ajustadísima con el PP y en la que los socialistas se juegan mantener su superior poder territorial.
Si hay un Gobierno que ha manifestado su posición clara frente a la corrupción es el actual Gobierno y especialmente su presidente»
PILAR ALEGRÍA, PORTAVOZ DEL PSOE
Por el momento, faltan detalles de cómo se pulirá el nuevo delito de malversación. No los dio Pedro Sánchez el martes durante la recepción por el Día de la Constitución. Simplemente apuntó a los ejemplos del Derecho comparado y garantizó que no habrá «retrocesos» en la lucha contra la corrupción política, «ni de penas».
Después, fuentes del Ejecutivo señalaban que se trata de diferenciar cuando hay lucro personal a cuando se trata de un uso indebido de fondos públicos. Es decir, que no tiene que ser penado igual un alcalde que destine fondos europeos a pagar nóminas «que Luis Bárcenas», el extesorero del PP que mantenía ocultos en Suiza, como hicieron otros condenados por el caso Gürtel, 22,4 millones de euros. Este miércoles, la portavoz del PSOE, Pilar Alegría, insistía en la misma línea: no habrá pasos atrás en la lucha anticorrupción, se trata de «europeizar» el Código Penal. «Si hay un Gobierno que ha manifestado su posición clara frente a la corrupción es el actual Gobierno y especialmente su presidente», aseguraba en La hora de La 1 (TVE) y después en Al rojo vivo (La Sexta).
El «compromiso claro» en la lucha contra la corrupción no se va a deshacer, prometió la titular de Defensa, Margarita Robles. «La posición del Gobierno es rotunda y clara. Las enmiendas se tienen que estudiar, pero hay una línea roja y es que en ningún caso el Grupo Socialista va a apoyar ninguna enmienda que de alguna manera favorezca lo que es la corrupción«, sostuvo en Telecinco la ministra, jueza de carrera, quien recordó que la regulación de la malversación ha ido cambiando porque «el Código Penal está permanentemente en evolución».
Y aunque no se trate de una «despenalización», cree Robles que «el reproche político no puede ser el mismo» para quien se lucra de una sustracción de fondos públicos que para quien administra mal el dinero de todos. Esa es la idea que plasma, de hecho, la redacción de la enmienda de ERC, adelantada este miércoles por la noche por elDiario.es y que entrará en el Congreso este viernes, 9 de diciembre. Se recuperaría así la diferenciación que existía antes de la reforma del Código Penal que el PP impulsó en 2015 con el rechazo de la oposición. Así, se mantendrían las condenas para los casos en los que hay «ánimo de lucro», pero sí se rebajarían las penas para quienes no se enriquezcan con la malversación. Se crearía así un nuevo tipo penal atenuado, con penas más bajas, del que se podrían beneficiar los encausados del procés. Es justo lo que apuntaba Robles horas antes en la tele: que una opción era alumbrar una figura penal nueva.
«Lo demás, para Madrid»
Este miércoles, en plena resaca de las palabras de Sánchez con los periodistas de la víspera, los barones socialistas, en su mayoría, echaron el freno en sus declaraciones públicas. Conscientemente. Y en privado se acogían a la prudencia, como varios de ellos —y dirigentes de sus equipos directos— manifestaron a El Independiente. «Cuando vea la propuesta, la analizaré —apuntaba un presidente regional—. Pero de momento yo no he visto nada. En estos temas, me gusta analizarlos con visión jurídica». «De momento, se están viendo las enmiendas y no se ha concretado nada. Hasta que no se concrete nada, prefiero ser prudente», coincidía otro líder autonómico, en este caso en la oposición. Otro presidente esquivaba el tiro. «Estoy pendiente de lo importante: que nos llueva y acaben las consecuencias graves de la sequía. Lo demás, para Madrid«, reflexionaba esta última fuente, «cansada» de que en la capital se piense que las federaciones socialistas están en tensión con Ferraz.
Cuando vea la propuesta, la analizaré. Pero de momento yo no he visto nada», señala un presidente autonómico, en línea con muchos de sus compañeros
El castellanomanchego Emiliano García-Page y el aragonés Javier Lambán no se pronunciaron públicamente sobre la reforma de la malversación y en sus entornos preferían por no escapar de ese silencio. El president valenciano, Ximo Puig, ya dijo el viernes pasado, en la SER, que visto lo ocurrido con la ley del sí es sí, «es mejor dejar la malversación como está». «No veo conveniente —afirmó— que se alteren las normas actuales, aquí [en Valencia] no se vería razonable que a mitad de partido se cambiara la norma. No creo que sea el camino adecuado». Fuentes muy próximas a Puig indicaban que su posición no ha cambiado en las últimas horas. «Lo que dijo la semana pasada es lo que vale«, apuntalaron en su círculo, en el que informaban de que Puig no había recibido una llamada de Sánchez. La relación entre ambos mandatarios se ha enfriado en los últimos meses, desde que el barón valenciano optó por la rebaja fiscal, contra el criterio de la Moncloa y de Hacienda.
En otras federaciones consultadas por este diario imperaba la cautela total: «No queremos pronunciamientos, no queremos cargar las tintas«, «a ver el texto que se presenta», «ahora mismo todo son especulaciones: habrá que ver exactamente sobre lo que hay que pronunciarse», apuntaban, con palabras prácticamente calcadas, en distintos territorios, en los que reclamaban anonimato.
Hay territorios que se sienten cerca del apoyo: «Supongo que se podrá acotar bien, y si no Pedro no se arriesgará. Confío en él y poco en los agoreros»
Hay federaciones, no obstante, que aunque se acogen a la prudencia, que se confiesan cerca del apoyo a la espera de ver el texto, porque comprenden y comparten que la política de distensión impulsada por Sánchez necesita dar ahora este salto. «Si es en el sentido que decía el presidente de que en ningún caso suponga una rebaja de penas para un corrupto que se haya lucrado, yo no lo veo mal. Supongo que se podrá acotar bien, y si no estoy segura de que Pedro no se arriesgará. Confío en él y poco en los agoreros», señala una presidenta. «A ver cómo queda la redacción, porque en Derecho importa dónde pones la coma, pero apoyamos el marco del presidente con Cataluña«, completan en su equipo.
Tudanca: quien daría «saltos» sería el PP
Los secretarios generales de Castilla y León y Madrid, dos barones alineados indubitadamente con Ferraz, no ocultaron en absoluto su rechazo a la medida. En ambas federaciones, en las que el PSOE lleva décadas en la oposición —35 años en el primer caso, 27 en el segundo— es capital la lucha contra la corrupción del PP, y este es un eje básico de su estrategia. «No me parece un buen camino, espero que no se produzca«, «no me gusta», aseguró el castellanoleonés Luis Tudanca, quien confió en que cualquier modificación que se lleve a cabo «de ninguna de las maneras beneficie a los corruptos».
Lobato: «A los corruptos, ni un día menos de prisión, ni a los corruptos del PP de Madrid, ni a los del PSOE, ni a los catalanes, ni un día menos. Con dinero público, cero bromas»
En caso de reforma, «si alguien daría saltos de alegría sería el PP, que tiene una retahíla de casos de corrupción», pero «cualquier cosa que se toque tiene que ser para endurecer los delitos y el castigo a algunas conductas que desprestigian la política», subrayó Tudanca en rueda de prensa en Valladolid. «Con la corrupción, ni una duda nunca», explicaban a este periódico fuentes muy próximas al dirigente, que insistían en que jamás podrá compartir un aligeramiento de las penas por malversación.
Más duro aún se manifestó el madrileño Juan Lobato, oponente de Isabel Díaz Ayuso en las autonómicas de 2023. «Con dinero público, cero bromas», remarcó en una entrevista en Europa Press, precisando que lo dice como técnico de Hacienda del Estado y como candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, «donde se ha hecho con dinero público barbaridades por parte del PP«. Así que él mantendrá que «ningún corrupto tenga ni un día menos de prisión». Lobato no comparte cualquier rebaja de pena que favorezca a los condenados por malversación del procés: «Esa pregunta en Derecho penal no se puede ni hacer».
«En el caso de lo que sucedió en Cataluña, todo el peso de la ley, como se hizo con el 155, con un papel del todo leal del PSOE», incidió. Para el secretario general del PSOE-M, «por supuesto» que el Código Penal debe ser muy duro con quien utiliza dinero público para tratar de separar una parte del territorio. «A mí, desde luego, no me gusta que se use dinero público para otra cosa nunca», y «si además es por un corrupto que se quiere enriquecer aprovechándose de la política, muchísimo menos», sostuvo. El jefe de los socialistas madrileños agregó que él no firmaría el indulto al expresidente de la Junta y del PSOE José Antonio Griñán, condenado por el Supremo por malversación a seis años de prisión y del que en su partido siempre han recordado que jamás se llevó un euro a casa.
El silencio general y las manifestaciones directamente contrarias de Lobato y Tudanca —en absoluto barones críticos— ya eran elocuentes por sí mismos. Y es que en el partido hace semanas que se temía este paso, por la dificultad de «explicación» y «defensa» ante los ciudadanos a escaso medio año de unas elecciones trascendentales. La ventaja para los dirigentes es que la tramitación será exprés —la reforma quedará aprobada definitivamente antes de que acabe el año— y ya muy cerca de las navidades. «Nos queda esperar que pase, apretar los dientes y ya está, pero es un tema arriesgado y feo», resume un responsable hasta hace muy poco en la cocina de la Moncloa y que recuerda que esta modificación legal nunca estuvo en los planes iniciales del Gobierno. Sí la derogación de la sedición. La digestión de esta sí fue ligera. Pero la de la malversación se está haciendo mucho más pesada.