Momento de inestabilidad máxima el que atraviesa Ciudadanos (Cs). Con un panorama complicado ya de por sí, en vista a las encuestas electorales de municipales, autonómicas y generales del próximo año, lejos del repunte, los naranjas descienden ligeramente de media a nivel nacional en lo que llevamos de diciembre. El hecho coincide con la presentación de la candidatura a primarias de Edmundo Bal, el portavoz adjunto de Cs en el Congreso de los Diputados y vicesecretario general de la marca. Y aún falta por ver qué supone en los sondeos la réplica de la presidenta Inés Arrimadas, que el lunes pasado advertía a Bal que si no daba un paso atrás en favor de una candidatura alternativa y de unidad, rivalizará con él en la carrera de elecciones internas que culmina en la segunda semana de enero. A la espera de las encuestas, las sensaciones territoriales son de preocupación por el devenir del partido.
Cuestiones como el nuevo logo, el color, las propuestas o la estructura que compondrían el nuevo Cs eran el centro de atención y de interés de las novedades del partido. Se daba por hecho que Arrimadas se mantendría al frente de la parte política del nuevo modelo de bicefalia que se instaurará, al menos hasta las primarias de otoño del próximo año, las previas a las elecciones generales. Y es que, tal y como defendió el coordinador del equipo de la refundación, Arrimadas era «el mayor activo político». No obstante, el qué y el para qué ha quedado supeditado al quién. Este fin de semana Arrimadas ha convocado a Bal a un nuevo encuentro, sin detallarse aún los términos del mismo, para poder converger hacia ese propósito de «tercera vía». Pero el objetivo del abogado del Estado es continuar hasta el final. Porque está trabajando al máximo en su candidatura y los perfiles que optarán a acompañarle.
Fuentes de Cs reconocen a El Independiente el temor existente entre las bases por una guerra abierta entre dos de los principales rostros del partido a falta de poco más de seis meses para que se abran las urnas locales y regionales. Algo que les impide postularse con claridad dentro de las listas electorales o dar e paso definitivo cuando, por ejemplo, otras formaciones ya están trabajando en las campañas electorales. Esto, especialmente, afectaría al ámbito local. «Hay mucha gente que no quiere presentarse porque no sabe qué va a pasar» en las próximas semanas, explican las mismas fuentes. Lo que se percibe, dicen, es una lucha por el poder de la organización, y no ven reflejado en este momento el fin establecido tras el anuncio de la refundación: dotar de estabilidad y de cierta «ilusión» al proyecto.
Estas dudas vienen a justificar las peticiones públicas de unidad hechas a nivel autonómico. Desde aparatos claramente alineados con Arrimadas, como son los de Andalucía, la Comunidad de Madrid y Cataluña, hasta otros como el de Cantabria, la Comunidad Valenciana o Castilla y León. El presidente de la gestora que dirige actualmente Cs Andalucía después de la baja de Juan Marín, Andrés Reche, pide «dejarse la piel» y abandonar «los egos que anteponen cualquier interés general al común» no «dividir y debilitar» el proyecto. Todo ello dirigido a Bal y con una alabanza a Arrimadas por su «altura de miras». Tampoco cree que sea el momento de «personalismos» Carlos Carrizosa, que rechaza llegar a la asamblea de enero abiertos «en canal».
Hay mucha gente de Cs que no quiere postularse ya a las listas locales porque no sabe qué va a pasar con el liderazgo»
En la línea de esa «tercera vía» se encuentra Félix Álvarez, portavoz de Cs en Cantabria, que tampoco entiende la candidatura de Bal en un momento difícil para el partido. «Todas las primarias abren en canal los partidos». Algunos «tienen capacidad para soportar esa fractura. Nosotros hoy no la tenemos, nos estamos desangrando». «No entiendo la candidatura de Edmundo, no se puede pedir unidad a la vez que se presenta una candidatura diciendo ‘que se sume quien quiera’. Los afiliados reclaman caras nuevas y regeneración, pero debemos hacer la transición de manera unitaria», explicaba Álvarez en una entrevista en El Español.
El procurador Francisco Igea, uno de los principales avales de Bal desde Castilla y León, apuesta por él, pero si ello conduce a la unidad. En esa línea concurren otros dirigentes como el portavoz municipal de Valencia Fernando Giner, más alineado, no obstante, con Arrimadas: «Lo importante es que tengamos unidad y diálogo y que el proyecto salga reforzado en enero, siendo conscientes de que en mayo afrontamos un gran reto con las elecciones municipales y autonómicas», ha indicado en sus redes sociales.
Una de las razones de Bal para dar el paso
Desde el entorno de Bal reconocen la existencia de inquietud entre la militancia y de aquellas personas en disposición de completar las listas electorales a los comicios locales. Sin embargo, puntualizan: la mayoría de candidatos y acompañantes de lista locales potenciales «estaban en esa tesitura», pero «antes de que Edmundo se presentara» como candidato. Una de las razones de su paso al frente es que quería «dar certezas a la gente que está preparando las municipales». «No veían claro el final de la refundación» con Arrimadas aún sin dar un paso al lado, «y no podemos dejar al partido en una deriva en el que la gente no ve claro el final», reiteran en su círculo de apoyo. Bal, por tanto, vendría a buscar que, bajo su liderazgo se culminen los consensos acatados por el equipo de la refundación.
Beneficio para el PP
A parte de restar opciones a Cs, aunque las previsiones sean poco halagüeñas, la no posibilidad de presentar listas en determinados territorios -un problema que está atravesando Vox y está retrasando la publicación de sus candidaturas- iría en beneficio directo del PP de Alberto Núñez Feijóo. Precisamente, el líder popular ha pedido a los naranjas «despedirse» con dignamente y dejen a Génova ocupar con exclusividad un espacio que ya se defiende en el nuevo PP. Es por ello, que en Cs se aboga por la unidad para no facilitar espacios a los populares. Fuentes de los naranjas rechazan ese discurso del dirigente popular, sobre todo que, después de mantener silencio aproveche un momento tan delicado como el actual. Recuerdan que «Feijóo llegó con un cambio de liderazgo bastante fuerte». «Si quieren nuestros votos, que los luchen en las urnas. El bipartidismo quiere quitarnos del medio porque les creamos quebraderos de cabeza. No nos vamos a rendir», explican.
Fuentes de Génova apuntan que no se realizará una OPA a Cs, sino que se mantendrán expectantes. Concluyen que Feijóo optará por aplicar el «modelo gallego» a los dirigentes liberales que llamen a la puerta del PP: dándoles espacios en puestos nada preminentes en las listas y sin protagonismos notables.