Yoon y Kishida rompen una disputa comercial que sus pases arrastraban desde hace aos
Cmo dan la bienvenida los japoneses al primer presidente surcoreano que les visita tras 12 largos aos de antipatas mutuas, dardos envenenados y sanciones? Pues con el plato favorito del invitado: la tan nipona omurice, una tortilla sobre arroz frito a la que se le echa por encima un chorro de ktchup. Y dnde mejor que degustar tal patrio manjar, adems de aprovechar para limar asperezas, que en un restaurante centenario en el exclusivo barrio de Ginza de Tokio.
Se acab la eterna animosidad entre las dos grandes democracias de Asia Oriental. Una visita al vecino, un rueda de prensa conjunta y un poco de tortilla para confirmar un deshielo que celebran sobre todo en Estados Unidos. Si en el tripartito de seguridad formado por Washington, Tokio y Sel, los dos ltimos se hacen amigos, la alianza ser ms slida que nunca frente al rival ms fuerte que les une, China, y los siempre molestos misiles del norcoreano Kim Jong-un.
Yoon Suk Yeol, presidente de Corea del Sur, cogi un avin el jueves para plantarse en Tokio y departir en una histrica cumbre con su homlogo Fumio Kishida, dejando atrs las diferencias histricas que han mantenido ambos vecinos. Los lderes han decidido que ya era hora de cerrar las heridas del pasado colonial de Japn dominando la pennsula de Corea, entre 1910 y 1945.
Yoon y Kishida han roto una disputa comercial que sus pases arrastraban desde hace aos: Japn levantar las restricciones de exportacin de materiales de alta tecnologa utilizados para semiconductores y paneles de visualizacin, mientras que Sel retirar su queja sobre esas restricciones ante la Organizacin Mundial del Comercio.
“Abrimos un nuevo captulo”, ha dicho el anfitrin japons en una rueda de prensa previa a la cena. Ambos se han comprometido a reanudar la “diplomacia itinerante”, lo que viene a ser visitas peridicas de los lderes a Tokio y Sel, as como aumentar la cooperacin para hacer frente a la “amenaza que supone Corea del Norte” para la regin.
La visita de Yoon a Tokio ha sido precedida por un mensaje del otro vecino cercano, Corea del Norte, en forma de misil balstico de largo alcance. El rgimen de Kim Jong-un ha disparado un ICBM (misil balstico intercontinental) que ha volado a ms de 6.000 kilmetros durante 69 minutos para estrellarse a unos 250 kilmetros al oeste de la isla japonesa de Oshima.
Es el tercer lanzamiento del rgimen norcoreano en lo que llevamos de semana, en un intento de sacar msculo por la nueva amistad entre Sel y Tokio, y tambin por las maniobras militares que estos das estn ejecutando en la regin la armada estadounidense junto con la surcoreana.
“La amenaza”
Yoon y Kishida acordaron la reanudacin del dilogo de seguridad entre funcionarios extranjeros y de defensa de ambos gobiernos por primera vez en cinco aos, en respuesta a los continuos lanzamientos de proyectiles norcoreanos. “Como se vio en el lanzamiento del misil balstico de esta maana, la amenaza cada vez mayor del programa de misiles nucleares de Corea del Norte representa un gran desafo para la paz y la estabilidad. Corea y Japn deben cooperar estrechamente para contrarrestar sabiamente la amenaza”, dijo Yoon.
El primer paso para enderezar las daadas relaciones diplomticas lo dio Sel hace un par de semanas, cuando anunci que abandonara su demanda de que las empresas japonesas compensaran a las vctimas surcoreanas del trabajo forzado durante la Segunda Guerra Mundial. La ltima visita de un lder de Corea del Sur a Tokio, el ex presidente Lee Myung-bak en 2011, fue precisamente para presionar a sus anfitriones para que pagaran a las mujeres que fueron obligadas a trabajar como esclavas sexuales por el ejrcito imperial japons. Un ao despus, Lee desafi a su vecino visitando varios islotes en disputa. Desde entonces, las relaciones cayeron en picado.
El plan propuesto ahora por Sel -que sea Corea del Sur la que compense a las vctimas a travs de una fundacin pblica financiada por empresas del sector privado- fue bien visto por Tokio, pero no as por las vctimas y la oposicin parlamentaria al presidente Yoon, al que han acusado de capitular ante Japn. Ellos reclaman que deben ser las empresas del pas vecino, y no una recaudacin de dinero por parte de su propio Gobierno, las que les brinden directamente la demandada compensacin.
Fue en 2018 cuando, por el trabajo forzado en industrias durante la guerra, la Corte Suprema de Corea del Sur dio la razn a las demandas de las vctimas y solicit indemnizaciones a dos empresas japonesas. Pero Tokio respondi con una rabieta diplomtica, restringiendo algunas exportaciones a Sel. Barreras que se han levantado tras el encuentro entre los dos mandatarios.
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