El reclutamiento de nuevos soldados para las Fuerzas Armadas es una preocupación creciente en el Ministerio de Defensa. Los nuevos retos a los que se enfrentan los tres ejércitos españoles (Tierra, Marina y Aire), como es el ciberespacio, requerirán más y mejores reclutas, así como una mayor especialización en las tareas que desempeñen.
El objetivo es crear unas Fuerzas Armadas atractivas para la población, mejorando sus condiciones para poder hablar de tú a tú al sector privado. Es lo que se desprende de un informe del Ministerio, titulado ‘Entorno Operativo 2035’, que tuvo su primera revisión a finales de 2022. Este documento, redactado por el CESEDEN, está prologado por el Jefe de Estado Mayor de la Defensa, almirante general Teodoro López Calderón, elegido en el cargo hace ahora dos años por la ministra del ramo, Margarita Robles.
Uno de los principales motivos para conseguir atraer a nuevos soldados, según el documento, es la demografía española: “El acusado declive demográfico y la evolución sociológica de la población española pueden acarrear dificultades en el reclutamiento de efectivos, así como su retención”.
Para entender la relevancia de esta parte textual del texto hay que tener en cuenta que, por la Ley de Tropa y Marinería, los soldados se ven obligados a dejar el Ejército a los 45 años. Además, como han denunciado las asociaciones, los cursos y conocimientos adquiridos no son homologables en la seguridad social, así que en la práctica es como si tuvieran un folio en blanco en sus currículos a la hora de buscar trabajo.
“Deberían contemplarse la ampliación y mejora de las posibilidades de vinculación temporal a las FAS, en función de las diferentes necesidades de cada Ejército y la Armada, en todas las escalas”. La literalidad del texto viene a decir que habría que revisar esa salida forzosa de los soldados cuando cumplen 45 años.
Pero hay más. El informe del CESEDEN considera “uno de los mayores retos en los próximos años” poder “captar y retener personal cada vez más analítico y técnico” para competir “en el mercado laboral”. La solución también parece clara: “La mejora de las condiciones socioeconómicas, una formación de calidad y adaptada a los tiempos, la conciliación de la vida familiar y la calidad de vida de los miembros de las FAS serán determinantes en este aspecto”.
Cs reclama medidas
Ciudadanos quiere que el Ministerio de Defensa se adelante a los problemas que pueda haber en el futuro para el reclutamiento de nuevos miembros que se integren en las Fuerzas Armadas o la retención de los militares en los Ejércitos y la Armada.
Lo expuesto en el informe de Defensa ha llevado a principios de este año a Ciudadanos a presentar una proposición no de ley para su debate en la Comisión del ramo en el Congreso en la que pide al Departamento dirigido por Margarita Robles que adopte medidas para «asegurar el compromiso y durabilidad de las vocaciones militares, así como el reclutamiento de personal para nuestros Ejércitos».
Ciudadanos cree que al «desinterés» de los jóvenes por las Fuerzas Armadas se une el «imparable» declive demográfico y unos gobernantes que cree que no han sabido fomentar «el interés y la admiración» por las Furezas Armadas y la «motivación» para pertenecer a ellas.
Por ello, insta al Gobierno a adelantarse a este problema y a adoptar medidas que palíen la situación, sobre todo orientadas a la mejora de las condiciones laborales y económicas de los militares y su calidad de vida.
Los naranjas también piden al Ejecutivo que busque maneras para «impulsar» la vocación militar con el fin de evitar los peligros puestos de manifiesto en el informe que analiza el entorno operativo del año 2035.
“La guerra no ha cambiado”
El documento subraya que los cambios en el entorno operativo para las Fuerzas Armadas llegarán sobre todo por las nuevas formas de acción protagonizadas en el ciberespacio, en el ámbito de la información y en el espacio ultraterrestre; sumadas al combate en red, las tecnologías disruptivas o la renovación del equipo militar.
Todo ello, apunta, ofrece «numerosas oportunidades», pero al mismo tiempo eleva el grado de incertidumbre obligando a un mayor esfuerzo prospectivo «para evitar errores en la medida de lo posible». «Un entorno constantemente cambiante, a un ritmo además creciente, obliga a la adaptabilidad continua de la Fuerza Conjunta», constata.
En cualquier caso, subraya una premisa: «La esencia de la guerra no ha cambiado como tampoco lo hará el constante compromiso de las Fuerzas Armadas con el presente y futuro de España».