Rusia es una distraccin. La verdadera amenaza para la supremaca mundial de Estados Unidos es China. Y, para hacer frente a ese desafo, Washington va a fortalecer su defensa convencional, incluyendo sus sistemas de armas atmicas, y va a extender su red de alianzas en el escenario crtico del poder global del siglo XXI: los ocanos Pacfico e ndico. Es una nueva Guerra Fra que durar dcadas.
No es una valoracin. Son, casi textuales, las palabras del secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, en la Estrategia de Defensa Nacional de Estados Unidos, el documento que marca las lneas generales de la postura de las Fuerzas Armadas estadounidenses. En sus 20 pginas -que es la versin abierta al pblico, ya que existe otra secreta- la retrica acerca de China es muy dura. Si en la Estrategia de 2018, elaborada bajo la presidencia de Donald Trump, se calificaba a ese pas de “competidor estratgico que usa la economa de manera depredadora para intimidar a sus vecinos mientras militariza elementos del Mar del Sur de China”, esta vez se alude a l en cinco ocasiones como “el desafo determinante” en el que “se centra” Estados Unidos, porque va a ser “nuestro competidor ms relevante en las prximas dcadas”. Otros dos documentos tambin emitidos el jueves, la ‘Revisin de la Postura Nuclear’ y la ‘Revisin de la Defensa Antimisiles’, usan esas mismas expresiones para aludir a Pekn.
Las palabras que el Departamento de Defensa dedica a Pekn son propias de la Guerra Fra. En su mensaje introductorio, Austin acusa a la Repblica Popular China de llevar a cabo “acciones coercitivas crecientes para dar una nueva forma a la regin indopacfica y al sistema internacional de modo que se ajusten mejor a sus preferencias autoritarias”, y expresa su preocupacin por el masivo programa de modernizacin de las Fuerzas Armadas chinas, que incluye la mayor produccin de bombas atmicas -cerca de mil, de aqu al final de la dcada- llevada a cabo por ningn pas desde hace cinco dcadas.
Pekn, al contrario que Rusia, rechaza de plano cualquier tipo de negociacin para el control de las armas nucleares, algo que Estados Unidos le ha pedido llevar a cabo de manera permanente desde hace varios aos. Todo ello conforma una situacin en la que, como explica Austin, citando expresamente a Joe Biden, “vimos en una dcada decisiva y nos enfrentamos a retos formidables”.
Y, para hacer frente a esa amenaza, Estados Unidos recurre a una estrategia de Guerra Fra, a travs de las alianzas que ya tiene en el Pacfico y el ndico, otras nuevas -entre ellas el AUKUS, con Gran Bretaa y Australia- y la esperanza de que India formalice sus acuerdos de defensa con Washington, a pesar de la renuncia de la otra gran potencia demogrfica asitica a entrar en pactos internacionales formales que pudieran limitar su libertad de accin.
Frente a esa reafirmacin de la importancia de China, Rusia es solo “una amenaza aguda”, que presenta “serios peligros en reas crticas”, pero cuya estrategia de desafo a la OTAN “se ha vuelto en su contra de manera dramtica”, y que, adems, “ha sufrido una reduccin considerable” de su capacidad militar como consecuencia del fracaso de la invasin de Ucrania y de las sanciones internacionales que le han sido impuestas y que son especialmente duras para un pas que prcticamente no tiene tecnologa propia.
En el podio de las amenazas a Estados Unidos, Corea del Norte e Irn se encuentran en una muy distante tercera posicin, tras China y Rusia. El terrorismo, que durante ms de una dcada marc la estrategia de seguridad de Washington, queda relegado al final de las preocupaciones, al mismo nivel que el cambio climtico.
El calentamiento de la Tierra preocupa al Pentgono por dos razones. Una, porque los fenmenos climticos extremos y el aumento de las temperaturas estn ya provocando crisis econmicas, inestabilidad poltica, y un aumento de las migraciones. La otra, porque el hielo del rtico se est fundiendo, abriendo as un ocano entero al trafico martimo, al comercio, y a la explotacin minera entre apenas siete pases, entre ellos EEUU. Cuando en 2019 Donald Trump quiso comprar Groenlandia a Dinamarca, estaba haciendo una propuesta atrabiliaria, porque desde hace ms de cien aos no se venden y compran territorios (Espaa fue uno de los ltimos pases en vender colonias pobladas, en 1900), pero que obedeca a la importancia creciente del rtico en la geopoltica mundial.
En realidad, la Estrategia, y sus ‘hermanos pequeos’, sobre armas atmicas y escudos antimisiles, son hijos de Donald Trump. Y la doctrina de ste, a su vez, lo es de la de Barack Obama, que fue quien en 2011 acu la idea del ‘giro al Pacfico’, que consista en quitar a Europa y Oriente Medio la primaca como teatro en la defensa estadounidense para drselo al Pacfico. La llegada del Estado Islmico y la propia indecisin del entonces inquilino de la Casa Blanca frenaron esos planes, que luego Trump resucit, y que Biden ha acelerado. La nica modificacin en esta estrategia ha sido una mayor atencin a Rusia, en especial tras la invasin de Ucrania. Pero, por otra parte, el fracaso de Mosc en esa guerra ha convencido a Estados Unidos de que el rival es China. De hecho, la Estrategia quita importancia a la alianza entre Mosc y Pekn debido al tremendo desequilibro de sta, dado que Rusia no tiene una potencia econmica, tecnolgica y militar equiparable ni de lejos a las de China.
La Estrategia tambin tira por los suelos definitivamente la teora conspiratoria de que a Estados Unidos le interesaba la guerra de Ucrania. Al contrario. El conflicto es una distraccin y una complicacin para Washington, porque dificulta el giro al Pacfico. De hecho, es probable que fuera el propio Gobierno de Joe Biden quien incitara sin darse cuenta a Putin a invadir Ucrania.
Primero, levant, contra el criterio del Senado, el veto de Trump a la entrada en servicio del gasoducto Nordstream 2. Despus, transmiti la idea -incluso en la ‘cumbre’ entre Biden y Putin de junio de 2021 en Ginebra- de que Washington no iba a llevar a cabo una poltica hostil contra Mosc, apenas tres meses despus de que su primer encuentro con China acabara poco menos que en una bronca de barra de bar. Finalmente, la retirada de Estados Unidos de Afganistn en agosto de 2021 acab por generar la impresin de que Washington se desentenda de Europa. En realidad, esa retirada era parte del giro al Pacfico y de la progresiva desconexin estadounidense de Oriente Medio. Es una estrategia que, tal y como explican los documentos publicados en jueves, prosigue a pesar de la guerra en Ucrania.
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