Washington confirma el elevado grado de compromiso que tiene con Europa para hacer frente a la influencia del populismo fomentado por Rusia
Nadie sabe cunto ms durarn los bombardeos rusos en Ucrania, lo que s es un hecho es que la maltrecha relacin entre Rusia y Estados Unidos se ha deteriorado an ms a consecuencia de esta guerra. La nueva escalada de tensin entre las potencias que lideraron la Guerra Fra se traduce en estos momentos en las peores horas de su relacin desde la desintegracin de la URSS. Como analizamos este lunes en EL MUNDO, la reciente decisin que ha tomado la Casa Blanca de crear un puesto de embajador
en el rtico
, una zona en la que Rusia y China aumentan su presencia en aguas abiertas por el cambio climtico, es toda una estrategia de defensa colectiva por parte de la OTAN, que se enfrenta a una creciente presencia militar rusa en este territorio por ser la ruta ms corta para la trayectoria de un misil con direccin a Europa occidental.
Putin ha establecido un nuevo mando en esta regin, que est usando como banco de pruebas para sus innovadores sistemas de armamento. Con esta decisin, Washington confirma el elevado grado de compromiso que tiene con Europa y con la defensa de este lado del Atlntico para hacer frente a la influencia del populismo iliberal fomentado desde Mosc para debilitar a las democracias occidentales.
A este escenario blico se suma la elevada preocupacin de la comunidad internacional por el uso de
armas de destruccin masiva
, sobre todo despus de que hace apenas dos das Rusia bloqueara un acuerdo de mnimos sobre el desarme nuclear en la Organizacin de las Naciones Unidas. Sin duda, un rotundo fracaso de la conferencia de revisin del
Tratado de No Proliferacin nuclear (TNP)
, que es la piedra angular de los esfuerzos mundiales para prevenir la propagacin de las armas nucleares y que ha sucumbido a los intereses imperialistas de Putin para seguir ocupando
centrales nucleares
como la de
Zaporiyia
, convertida en toda un arma de guerra.
Lo que empez siendo hace 20 aos una esperanzadora relacin de amistad entre las dos grandes potencias mundiales, con la colaboracin de ambos pases en la guerra de
Afganistn
, vuelve a ser hoy un enfrentamiento del todo peligroso, que hizo resurgir el atlantismo que muchos haban dado casi por muerto y que oblig a Washington a retomar ese papel de gendarme mundial. La verdad es que cada vez est menos claro si la diplomacia es el arte de lo posible o de lo imposible.
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