El 80% de los barceloneses cree que la congestión del tráfico ha empeorado en los últimos cuatro años -durante el segundo mandato de Ada Colau-. Y el 65% teme, además, que el tráfico empeorará en los próximos 4 años. Son las principales conclusiones del «Estudio sobre la percepción de la movilidad en Barcelona» elaborado por el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) en base a 2.000 encuestas a usuarios de la vía pública en la capital catalana.
El sondeo examina, sin mencionarlas, los efectos de las superillas implementadas por el gobierno de Colau, que han peatonalizado áreas enteras del Poblenou y el Ensanche -en la zona de Sant Antoni- y que la alcaldesa promete extender por el centro de Barcelona durante el próximo mandato, si es reelegida.
También las obras para reducir el tráfico en avenidas fundamentales para la gestión de la movilidad en la capital catalana como Meridiana, Diagonal o la Vía Augusta, todas ellas en proceso de reducción de espacio para los vehículos privados. La movilidad será una de las cuestiones clave en las próximas elecciones municipales, con dos modelos contrapuestos representados por Colau y Xavier Trias.
Transporte público
El estudio muestra además un cierto fracaso del gobierno local en la promoción del transporte público. Según el RACC, más de la mitad de los
usuarios de vehículo privado tienen una alternativa razonable en la movilidad colectiva para hacer el mismo desplazamiento, «pero es percibida como un servicio poco ágil y fiable».
El presidente del RACC, Josep Mateu, destaca en este sentido que no cambia de usos por el precio del transporte sino por su fiabilidad. «La gente no quiere un transporte público gratuito, lo quiere fiable» señalaba, en alusión al bono de cercanías impulsado por el Gobierno.
Impulso a la bici y el patinete
El estudio examina también los efectos del impulso dado a la «movilidad activa» -a pie, en bicicleta o patinete- con la ampliación de aceras y carriles bici en un 65% desde 2006, detrimento del espacio para vehículos a motor. Según la Encuesta de Movilidad en Dia Laborable (EMEF), en la última década se ha producido un aumento de esa movilidad activa, se mantiene el uso de vehículo privado y cae, por contra, el transporte público.
Así, el 25% se desplaza en vehículo privado -frente al 23% de 2011- el 28% lo hace en transporte público, ocho puntos menos que diez años atrás, y el 47% a pie, bicicleta o patinete, un grupo que en 2011 representaba el 41%.
Los residentes en Barcelona valoran que el aparcamiento (61,2%) y la circulación (54,8) han empeorado significativamente, mientras que el servicio de autobús es el que más ha mejorado (50,9%), respecto en el año 2021.