Aunque la demarcacin martima en s no corre peligro, la firma de un pacto con un pas bajo la influencia del enemigo iran suscita polmica entre los candidatos al liderazgo israel
Aunque con menor intensidad que cuando fue anunciado hace dos semanas, la firma del acuerdo martimo con el Lbano despierta controversia en la recta final de la campaa electoral israel. Si el pacto con un pas tcnicamente en guerra y bajo influencia del gran enemigo iran es un acontecimiento indito en Israel, ste deriva a la orilla poltica si se rubrica seis das antes de los comicios.
Sea quien sea el futuro primer ministro de Israel -el actual Yair Lapid, el anterior Benjamn Netanyahu o el ministro de Defensa Benny Gantz– el acuerdo no corre peligro. Ello se debe a que tiene el paraguas de Estados Unidos y a que el lder del Likud ya no amenaza, como hizo inicialmente, con anularlo si vuelve al poder. Eso s, lo sigue denunciando: “Es una rendicin al chantaje de Hizbul que amenaz con atacar nuestro yacimiento sin un acuerdo previo”.
Tras ver en los sondeos que el acuerdo tiene ms partidarios que detractores, Netanyahu ha reducido el volumen de la crtica. Con todo, su partido lo ataca ya sea por el contenido o porque no fue aprobado en la Knsset. “Es un fracaso negociador de Lapid que capitul dando al Lbano todos los 860 km en disputa”, denuncia el diputado del Likud Eli Cohen.
El Gobierno replica que Netanyahu hubiera firmado el mismo acuerdo y le acusa de “irresponsabilidad” y de “hacer de altavoz de las mentiras del grupo terrorista Hizbul”. Tras incidir en el rotundo apoyo del Mosad, Ejrcito y Shabak (servicio de seguridad interno) al acuerdo, Lapid record que lo puso durante 14 das “bajo un estricto control y supervisin en el Parlamento”. “La Corte Suprema dictamin por unanimidad (ante los recursos presentados) que el Gobierno realiz un procedimiento adecuado y legal, la responsabilidad es nuestra, y por lo tanto la autoridad est en nuestras manos”, seal el lder centrista, que asumi el cargo en julio tras la cada de la heterognea coalicin que form con Naftali Bennett.
Segn los ltimos sondeos, ninguno de los dos bloques tiene mayora para formar Gobierno pero, como lo sucedido en la negociacin con el Lbano, todo es posible.
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