Es noche cerrada, y glida, y la cercana autopista es solo un rumor lejano. En el polgono industrial hace horas que ces toda actividad en torno al puado de naves, todas gigantescas, que comparten un recinto an en crecimiento. Son las 23.41 horas del mircoles y, de repente, se hace la oscuridad en la calle Abastos, que hace de frontera con los campos que circundan el Parque Logstico de Carmona. Un grupo de individuos se baja de un vehculo y bloquea el acceso a la va con vallas para, acto seguido, armados de mazas y hachas, forzar el acceso a una de esas naves. Durante al menos 20 minutos, los asaltantes, todos encapuchados, recorren oficinas y almacenes, destrozando lo que no pueden abrir de un simple gesto. Buscan, y encuentran, los productos de ms valor que se guardan en la nave: siete vibradores de oro y acero cuyo precio alcanza los 17.000 euros.
Los ladrones se llevan el kit de lujo al completo que es la estrella (por exclusiva) del catlogo de Dreamlove International, la empresa duea de la nave y de los vibradores sustrados. El pack inclua ejercitadores plvicos y estimuladores, todos recubiertos de oro de 24 kilates o de acero. Si el juguete ms caro -el modelo Lelo Inez Oro- llega a los 17.000 euros, el ms barato no baja de los 2.000.
Eran los productos ms lujosos del enorme catlogo que ofrece a sus clientes una empresa que ha hecho del juego sexual un man casi inagotable de beneficios y que, sin hacer mucho ruido, se ha convertido en los ltimos aos en un gigante del sector, en la primera distribuidora del pas y en la tercera de Europa con una facturacin que alcanz el ao pasado los 18 millones de euros.
Las cmaras de seguridad grabaron la noche del mircoles a tres hombres de negro registrando las instalaciones de Dreamlove y perpetrando un golpe que no fue improvisado. La eleccin de la nave es de todo menos casual y las imgenes denotan que saban lo que hacan y qu buscaban. De hecho, no solo se llevaron los juguetes erticos de oro y acero. Adems, forzaron la caja fuerte y se apoderaron de 25.000 euros en efectivo.
Los rastros del golpe son muy visibles a la luz del da en la flamante y moderna sede de Dreamlove International. Es una enorme nave de 5.000 metros cuadrados y con un diseo cuidado al milmetro. En el hall de entrada, lo primero que vieron los asaltantes es un enorme mural y lo primero que olieron es el odotipo de Dreamlove, el aroma exclusivo de la empresa que pulveriza un cubo a los pies de la pintura. El edificio lo estrenaron hace apenas unos meses y es el smbolo ms evidente del espectacular despegue de la compaa.
Los destrozos son, por eso mismo, ms llamativos. En puertas con los cristales agrietados y las cerraduras machacadas y en los muebles que destrozaron a hachazos. Testigo del robo queda el expositor donde se exhiba uno de los vibradores de oro, con su estuche vaco.
Los dueos y CEOs de Dreamlove, Mario Romero y Miguel ngel Olid, estn convencidos de que los ladrones iban a tiro hecho y conocan a qu empresa robaban. “Somos una empresa pblica y en nuestro catlogo se puede ver lo que tenemos”, dice Olid, uno de los dos socios fundadores y propietarios del negocio que naci hace dos dcadas con la apertura de un sex shop y que hoy es, afirma, “el Amazon del producto ertico” porque, como la empresa de Jeff Bezos, ofrece todo lo imaginable, de la a a la z para hacer realidad cualquier fantasa ertica.
Sobre el destino que se le pueda dar a los vibradores/joya, los ladrones no las tienen todas consigo porque, como dicen los dueos legtimos del botn robado, son piezas que no abundan en el mercado, escasas y “fcilmente identificables”. En definitiva, que vender los vibradores de oro de 24 kilates puede ser una tarea compleja.
De hecho, los vibradores de oro son una pequesima porcin de la tarta de sus ventas. Ms un smbolo que otra cosa, un lujo al alcance de unos pocos del que pueden vender seis al ao y, por lo general, en grandes ciudades en las que el poder adquisitivo (tambin en el placer) es muy alto, como Pars, Madrid, Barcelona, Marsella o Marbella, donde el oro no es solo para lucirlo.
En la nave de Carmona trabajan hoy 74 personas que disean, comercializan y envan sus productos a decenas de pases. Desde Estados Unidos a Hong Kong, pasando por Sudrfrica. Los vibradores, estimuladores, lencera o fustas y correas de bondage de Dreamlove salen de estos 5.000 metros cuadrados en los que todo lo que puede estar robotizado est robotizado y las transacciones son, sin excepcin, virtuales.
La tecnologa es, enfatiza Olid, la gran apuesta de la empresa. Sobre todo en los productos que distribuye y en los que disea y fabrica, con 34 marcas propias. Lo ltimo, explica mientras recorre el showroom con todos sus juguetes, es un vibrador –Oninder se llama- que tiene dos motores sincronizados y diez niveles de vibracin y que se conecta por bluetooth con el telfono mvil a travs de una aplicacin que permite, incluso, compartir el placer con otros usuarios en una red social propia.
Una visin tecnolgica del sexo
Hasta que lanzaron su negocio, dice Olid, el sector estaba enfocado “al erotismo y al sexo” sin ms “y nosotros le hemos dado una visin ms tecnolgica”, apunta. Y los avances, aade, en este campo van tan rpido como pueden ir en el los mviles, por poner un ejemplo.
“No ha sido fcil”, dice el dueo de la mitad de Dreamlove cuando se le pregunta por el camino recorrido hasta llegar a la nave de diseo con odotipo propio y la facturacin millonaria.
De hecho, los dos socios fueron desahuciados, literalmente, cuando empezaron en el negocio.
El germen del imperio del juguete ertico que hoy controlan fue una pequea tienda fsica, un sex shop, que abrieron Mario y Miguel ngel hace cerca de dos dcadas en una zona histrica de Sevilla capital. Aquel establecimiento estaba a dos pasos de la sede la Diputacin y en un vecindario tradicional que les declar la guerra y que “no par hasta que nos echaron”.
Mientras dur, el negocio fue bien, pero ya entonces los dos socios, licenciados los dos en Empresariales, se percataron de que haba un “nicho empresarial”, de que haba “necesidades” que no se cubran solo vendiendo los productos entonces disponibles en el mercado espaol. Haba que romper moldes y, como resume Olid muy grficamente, “la liamos”.
De la venta directa pasaron a la distribucin, primero con un local comercial en el cercano municipio de Alcal de Guadara que se les qued pequeo en cuestin de meses. Se mudaron entonces a su primer polgono, Los Palillos, en el mismo trmino. All el negocio no par de crecer y ocupaban 11 de sus naves cuando el crecimiento imparable de su actividad les hizo plantearse un proyecto ms ambicioso.
Para entonces haban dado el salto desde la distribucin de productos que importaban, fundamentalmente, de China hasta el diseo y la fabricacin de sus productos, las dos lneas de negocio que hoy sustentan el xito de este gigante del erotismo que tiene como objetivo, adems de dar beneficios, “descubrir nuevas sensaciones“.
Ese proyecto ms ambicioso se plasm en 5.000 metros cuadrados construidos en una parcela del Parque Logstico de Carmona que adquirieron para tal efecto y en la que levantaron un edificio de aires vanguardistas y esttica muy cuidada que les ha supuesto una inversin de 3,5 millones de euros.
Desde all dan servicio a sus ms de 40.000 clientes, que van desde tiendas fsicas a pginas web o los famosos tupper sex. De Carmona a Miami, un pedido de vibradores de Dreamlove apenas tarda en llegar 48 horas al comprador.
La frmula, a la vista est que exitosa, ha permitido un crecimiento de la facturacin de dos dgitos en los ltimos aos. Dreamlove International cerr el ao 2021 con unas ventas de 16 millones de euros y, a falta de cerrar los libros de contabilidad, la previsin es que 2022 bata, de nuevo, los rcords llegando a los 18 millones de facturacin, con una distribucin de entre 300.000 y 400.000 productos de su catlogo.
Hasta ahora, y pese a la dimensin que ha adquirido aquel negocio montado por Mario y Miguel ngel en un local comercial de Alcal de Guadara, Dreamlove haba pasado relativamente desapercibido, ms all del mundo del juguete ertico, donde su nombre hace tiempo que suena con fuerza. Los ladrones que este mircoles asaltaron a golpe de mazo y hacha su nueva sede se llevaron un botn total de 80.000 euros -incluyendo los vibradores de oro de 24 kilates- pero han situado en el mapa al “Amazon del juguete ertico” que gana millones para satisfaccin de sus dueos… y de sus clientes.
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