Cuando aún estamos degustando los nuevos capítulos de la quinta temporada de The Crown, la serie sobre la recientemente fallecida Isabel II en Netflix, va el príncipe Harry, nieto de la reina, y nos deleita, no solo con un documental propio en Netflix, sino con un libro de memorias, titulado Spare, que promete ser explosivo. En las próximas semanas está previsto que aparezca el documental –aunque aún no hay fecha exacta– y el 10 de enero del 2023 podremos disfrutar de las 416 páginas que la editorial Penguin Random House publicará mundialmente en 16 idiomas distintos. Según fuentes cercanas al palacio de Buckingham, los cortesanos están que trinan.
Observando estos días los nuevos capítulos de The Crown, cualquiera podrá ver los paralelismos entre el comportamiento de la malograda Diana de Gales y el de su hijo. En uno de los primeros capítulos sale como la princesa colaboró con el periodista Andrew Morton para escribir un polémico libro de memorias que acabó de una vez por todas por el cuento de hadas que muchos creían que existía entre Carlos y ella. En otro capítulo se diseccionan los maquiavélicos entresijos que llevaron a Diana a dar una extraordinaria entrevista a Martin Bashir para la BBC. Viendo las imágenes es imposible no pensar en la otra gran entrevista de la familia real británica: la que protagonizaron Harry y su esposa Meghan con Oprah Winfrey.
La imitación de los Obama
Sin embargo, es erróneo pensar que los duques de Sussex están copiando a la malograda Diana. Más bien llevan años intentando emular a los Obama, Barack y Michelle, por quienes Harry y Meghan sienten verdadera admiración. Recordemos que, después de dejar la Casa Blanca, los Obama se dedicaron a crear una especie de imperio mediático o, como mínimo, un conglomerado de proyectos que han tenido mucho éxito y les han generado suculentos beneficios.
Primero llegó el turno de las memorias, algo que hace cualquier pareja presidencial, pero que en su caso vino acompañado de uno de los cheques más abultados que se recuerdan: se rumoreó que Penguin Random House les llegó a ofrecer 65 millones de dólares por las memorias de ambos, una cifra inaudita teniendo en cuenta que al presidente Bill Clinton solo le habían dado como avance 15 millones por My Life y Hillary Clinton tuvo que «conformarse» con 11,5 millones por Hard Choices. Claro que la inversión dio un rendimiento estupendo: las memorias de Michelle Obama se convirtieron en uno de los libros más vendidos de la década, con 17 millones de ejemplares vendidos en todo el planeta. Ahora, por cierto, está a punto de sacar otro libro, Con luz propia, que saldrá a la venta el 17 de este mes.
Pero no solo hubo libros. Dos meses después de anunciar el acuerdo editorial dieron otro bombazo: los Obama habían firmado un acuerdo con Netflix para crear series, películas y documentales a través de una productora que acababan de crear, Higher Ground. No se sabe la cifra exacta del acuerdo, pero sí se conocen los resultados. Los Obama resultaron ser unos productores excelentes y su primer documental, American Factory, consiguió un Óscar en el 2020. Los proyectos se sucedieron (el programa infantil Waffles and Nochi sobre comida sana, una serie llamada Bloom centrada en el Nueva York post Segunda Guerra Mundial). Luego también firmaron con Spotify y Michelle se lanzó al mundo de los podcasts.
De Spotify a Netflix
Con todo ello, los Obama cimentaron una nueva vida como líderes multiplataforma que Harry y, sobre todo, Meghan quisieron emular. Después de que dejaran abruptamente de ser miembros activos de la familia real –el famoso Megxit— en enero del 2020, los Sussex se fueron del Reino Unido y, después de unos meses en Canadá, se instalaron en Montecito, una localidad a dos horas de Los Angeles. Allí Meghan llamó a algunos de sus antiguos contactos del cine y la televisión y comenzó a negociar tratos con Netflix y Spotify. Los Sussex crearon su propia productora, Archewell, y empezaron a escribir proyectos.
Pero no solo se hicieron ejecutivos. Meghan y Harry dieron aquella sonadísima entrevista a Oprah en donde, entre otras revelaciones explosivas, desvelaron que la familia real había vertido comentarios racistas sobre Meghan y que ésta no solo se sintió terriblemente sola, incomprendida y sin apoyos dentro de Buckingham, sino que llegó a un momento de tal desesperación que contempló seriamente suicidarse. Todo aquello, sobre todo las acusaciones de racismo, dinamitaron todos los puentes con la familia real británica y se dice que, desde entonces, Harry y Guillermo apenas se dirigen la palabra.
Así como los proyectos de los Obama llegaron pronto, los de los Sussex han tardado bastante en materializarse y se sabe que, por el camino, han tenido que abandonar algunos planes, como la serie Pearl. Pero en los últimos meses parece que se han puesto las pilas y varias de sus iniciativas están dando bastante buen resultado. Meghan lanzó un podcast, Archetypes, que se ha convertido en uno de los más escuchados de Estados Unidos. Se sabe que están apunto de sacar Heart of Invictus, una docuserie sobre los Juegos Invictus, una especie de paraolímpicos que Harry impulsó hace años para veteranos de guerra.
Nuevas polémicas
Y, sobre todo, se sabe que van a sacar un documental sobre ambos, al cual seguirá el libro de memorias de Harry, titulado Spare, ese nombre que en la monarquía británica reciben los hermanos de los herederos al trono y que también se puede traducir por «el de repuesto». Del documental sobre Harry y Meghan no se sabe nada más que ha sido dirigido por Liz Garbus, una famosa directora de documentales que, entre otras producciones, ha dirigido Ghosts of Abu Ghraib, Bobby Fischer Against the World y What Happende, Miss Simone? El nombre de Garbus es un habitual en festivales alternativos como el de Sundance, por lo que no se espera el típico documental ñoño y edulcorado sobre la familia real, sino algo más serio y profundo. Se sabe, porque la mismísima Meghan lo explicó, que versará sobre su historia de amor con Harry, pero es más que probable que se enfoque desde el punto del racismo que tuvo que aguantar ella y la presión mediática que sufrió la pareja.
Un mes después del documental, más o menos, saldrá el libro de Harry. En principio estaba previsto que surgiera antes de Navidades, pero la muerte de Isabel II alteró todos los planes. Muchos consideraron que hubiese sido de pésimo gusto que saliera tan pronto y se llegó a especular con que Penguin Random House retrasaría un año la publicación, pero finalmente solo se ha movido unas semanas.
¿Qué contiene el libro? Nadie lo sabe exactamente porque el hermetismo es total. Se sabe que Harry ha contado con la ayuda de un ghostwriter, J. R. Moehringer, famoso por la autobiografía del tenista André Agassi y especialista en analizar las tensiones entre padres e hijos, algo que le habrá servido de mucha ayuda. Al principio, el libro se vendió como una memoria cándida y desgarrada en donde se iban a explicar algunos de los episodios más difíciles de la vida de Harry. Pero, por los rumores que circulan últimamente, no habrá un ataque frontal a la monarquía, sino una reflexión intimista de un chiquillo que creció en una jaula de oro, perdió a su madre en un desgraciado accidente, tuvo una adolescencia llena de turbulencias y escándalos y le costó encontrar un propósito y un lugar en el mundo.
También, y esto será seguramente lo más interesante de todo, Harry hablará de su relación con Meghan y también con su hermano Guillermo. Por lo que ha explicado a Yahoo Omid Scobie, un periodista que conoce bien a la pareja, Harry hablará de lo difícil que es ser el número dos en una institución que solo se preocupa de los números unos y muchas veces usa a los «spares» como cabeza de turco. Es algo que no solo le ha pasado a Harry, sino también a la princesa Margarita, hermana de Isabel II, y al príncipe Andrés.
Será interesante leer lo que dice.