Son juegos, pero pagados y por encargo del Ejrcito ruso. En uno, Espaa es virtualmente ocupada por un adolescente llamado Grisha Putin, al que encomiendan acabar con la OTAN en una versin modificada de un simulador de guerra digital.
“Hola, seor Trump o quien quiera que sea el que le represente, soy Vladimir Putin. Creo que esta guerra no ha llegado a un final adecuado as que deberamos discutir los trminos de la paz“, parlotea en ingls un adolescente desde la parte inferior derecha de la pantalla. Habla con un acento ruso tan marcado que parece la parodia de un doblaje de bajo presupuesto. Llegados a ese punto, Trump le responde: “Creo que, dada la situacin, usted est hablando desde la debilidad. Sus tanques en el frente se encuentran rodeados”.
La situacin a la que se refiere es la de una Polonia devastada, prcticamente borrada del tablero virtual de juego. Sin dejar de sonrer, el chico que se identifica como Putin suelta la primera de sus perlas: “Pienso que ni usted ni yo queremos escalar este conflicto ni que las ojivas nucleares hagan acto de presencia en nuestras dos capitales en lugar de en los frentes”.
“Pero fue el lado ruso quien escal el conflicto para hacer uso de las armas nucleares”, protesta el estadounidense. Llegados a ese punto, ambos comienzan a intercambiar acusaciones. El lter ego de Putin trata entonces de abortar la gresca con una propuesta delirante. “He aqu mis trminos de paz. Ucrania, del Dnieper hacia el Este, se vuelve con nosotros. Y la Federacin del Bltico (Lituania, Letonia y Estonia), tambin”.
La conversacin que transcribimos tuvo lugar hace dos semanas tras una partida multijugador de cuatro horas a un juego de estrategia de Paradox llamado Hearts of Iron 4 (HoI4). A la cabeza del ejrcito de la OTAN haba un americano al que se design con el nombre de Donald Trump. Comandaba las rusas un conocido streamer ruso de 16 aos llamado GrishaPutin. Este gamer (jugador) suele realizar transmisiones en directo de los encuentros que disputa al HoI4. Acostumbra a convenirse que es uno de los mejores jugadores del planeta en ese tipo especfico de simulador de guerra, originalmente concebido para remodelar y reimaginar la Segunda Guerra Mundial, tomando decisiones que ataen a la poltica, la diplomacia y la estrategia militar de la poca. Para disputar esta partida que claramente representaba la Tercera, fue modificado el arsenal, las fronteras y los lderes.
GrishaPutin es tambin un cosplayer al que le gusta disfrazarse de miembro de la Guardia Roja (el llamado cosplay es una actividad de origen japons que consiste en disfrazarse para adoptar el rol de personajes especficos). En esta ocasin, apareci vestido como soldado ruso y una “zeta” del tamao de un paquete de cigarrillos en la manga derecha del uniforme que estren. Nunca, jams, hasta la fecha, le haba pesado tanta la responsabilidad del teclado que maneja. Se le haba encomendado nada menos que se enfrentara y derrotara a las tropas virtuales de la OTAN.
“Ahora es una escoria”
La partida hubiera sido poco ms que una chiquillada de mal gusto de no haber concurrido ciertas circunstancias delirantes. La principal es que el adolescente disput la partida desde las oficinas que poseen los mercenarios de la Wagner en su sede de San Petersburgo. Hubo dudas, al principio, de si realmente estaba all o el chico haba recurrido a un croma para manipular el escenario. Pero l mismo nos sac de dudas cuando, en varias ocasiones, tom la cmara web utilizada para la transmisin y empez a desplazarse por el saln vaco decorado con los emblemas de la Wagner y una bandera rusa.
Grisha no aclar en ningn momento cmo se arregl el asunto para que retransmitiera desde la sala de operaciones de esa partida de soldados rusos de fortuna. Segn dijo su madre a los medios rusos, fue el chico quien propuso hacerlo. No debieron tener muchos problemas los mercenarios en aceptar las credenciales ideolgicas del adolescente, en cuya cabeza confusa se mezcla de forma catica la admiracin por la supuesta gloria de la URSS con sus simpatas por Putin, de cuyo partido (Rusia Unida), dice ser miembro.
Antes de la invasin rusa de Ucrania, Grisha sola coincidir en estos juegos con populares streamers de Occidente. Desde febrero del pasado ao, comenz a utilizar sus transmisiones para incrustar rancias peroratas de patriotismo. Eso le ha convertido en un leproso de la comunidad internacional de jugadores. “Sola ser un tipo decente, pero ahora es una escoria”, puede leerse en Reddit.
No hubo una sino dos partidas, la segunda y ltima, hasta la fecha, tuvo lugar tambin desde la sede de la Wagner el 18 de febrero, y le cost muy cara a Espaa, aunque solo en la imaginacin manipulada del chico y sus patronos. En solo unos minutos, el ruso avanza con sus tropas hasta ocuparla por completo, tras arrojar bombas nucleares sobre el resto de las capitales europeas. Algo despus de plantar su bandera en la Pennsula, se abalanza sobre el este de los Estados Unidos, momento en el que el maestro de ceremonias de la Wagner pone el himno de Rusia y el chico se levanta.
Los creadores de ese juego, Paradox, trataron de detener la transmisin desde el primer momento. Twitch tambin vet el streaming. A los rusos no les qued otra opcin que utilizar su propia versin de Facebook, el Vkcontakte.
Cmo acab este disparate? En la primera de las dos partidas, los rusos tratan de salvar la cara en las negociaciones de paz quedndose con los Estados blticos y la mitad de Ucrania, que no aguanta tres asaltos en el juego manipulado. Ambos bandos utilizan sus arsenales nucleares al poco de enfrentarse y Polonia queda esencialmente destruida. Entre las tropas que combaten en el Este hay varias unidades espaolas. En la segunda y ltima hasta la fecha, simplemente dan un burdo pasello hasta Washington.
“Creo que Varsovia merece algunas reparaciones en la forma de Bielorrusia occidental”, protesta el jugador americano que encarna a Trump. A lo que Grisha responde con chulera: “Creo que no entiendes que tenemos capacidad para lanzar misiles nucleares en suelo americano. Quiz pueda enviar algo de dinero a Polonia como…”. Esa es la actitud del protegido de la Wagner.
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